El lado futbolero desconocido de Chano Charpentier: "Gracias a Ferro yo existo"

El famoso cantante habló del fanatismo que transitó durante su infancia y adolescencia. Y reveló que gracias al club de Caballito y el amor de sus abuelos conoció el mundo

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Su música y escándalos mediáticos encubren la pasión de Santiago Moreno Charpentier por el fútbol. Aunque está alejado hace tiempo de las canchas y de los fines de semana junto a Ferro Carril Oeste por motivos laborales, sacó a relucir su pasado en el estadio Ricardo Etcheverri.

"Esta fue mi pasión inaugural, hacer una nota acá es tener contacto con mi historia, con quién soy. Acá formé mi identidad", expresó Chano, sin ocultar su alucinación por estar pisando el césped de la cancha. En diálogo con El Show de Ferro, recordó las vivencias con su hermano desde los 10 años en el club y hasta mostró el tatuaje con el escudo que se hizo en su brazo izquierdo en el año 94.

Chano admitió haber perdido un poco la pasión por el fútbol y no tiene contacto cotidiano con Ferro. Viajó a Brasil y vio los partidos de la Selección en el Mundial 2014 y mientras mira y se ilusiona con alquilar uno de los departamentos situados en la Avenida Avellaneda con vista al campo de juego, explicó por qué no puede ir a la cancha pese a tener ganas: "No es que no vengo de ortiva (sic). Me gusta ver el partido, no andar hablando con cualquiera".

El gran responsable de su amor por Ferro es su abuelo. "Mis abuelos se conocieron acá en la sede, gracias a este club yo existo. Mi abuelo le dijo a mi abuela que la invitaba a bailar las próximas 500 piezas, un dandy. Gracias a esa frase yo existo", contó el cantante que sueña con hacer otro recital en su cancha predilecta algún día.

"A veces me tenía que cambiar de tribuna porque salía el equipo y mi abuelo ya insultaba. A veces él tenía razón, porque teníamos diez partidos malos seguidos, pero yo bancaba al equipo", dijo Chano, que tenía como ídolo a Diego Bustos. "Mi abuelo un día quemó su carnet de vitalicio. Era muy resultadista, pero amaba al club como nadie y me inculcó esta pasión", agregó.

A pesar de vivir en Saavedra, barrio identificado con Platense y rival directo de Ferro, él nunca vendió sus colores. "Los hinchas de Platense nunca se portaron mal. Los descanso en el barrio y ellos a mí. Cuando me dicen 'Chano, vení a la cancha', yo les digo 'no, tirapiedra'", exclamó con sorna.

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