Bajo el lema "Fútbol por la igualdad, contra la violencia", los equipos femeninos de Racing e Independiente se enfrentarán este sábado a las 18:40 en el Cilindro de Avellaneda, en la previa del duelo que disputarán sus pares varones por la décima fecha de la Superliga del fútbol argentino.
En un hecho inédito, y como iniciativa del Instituto Nacional de las Mujeres (INAM) en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (que se conmemora todos los 25 de noviembre), las jugadoras serán las protagonistas del partido amistoso preliminar al clásico masculino.
El encuentro será una oportunidad para llevar un mensaje respecto de la necesidad de impulsar políticas de Estado para prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres, como así también para reclamar por el efectivo cumplimiento de sus derechos. Pero el partido también podría convertirse en un puntapié para la visibilización y la promoción del fútbol femenino en la Argentina, una disciplina que históricamente ha quedado relegada y opacada por la actividad de los varones.
En el país, no es fácil para una mujer jugar al fútbol. La dificultad en el acceso a espacios donde practicarlo, la difusión de estereotipos que rodean al deporte en general ("es cosa de hombres") y a las que lo juegan en particular ("son todas machonas"), las complicaciones para compatibilizar los entrenamientos y el trabajo en el marco del amateurismo, la falta de apoyo por parte de los clubes y la discriminación suelen ser algunos de los factores que alejan a las jugadoras de la pelota.
"Aún no lo puedo creer, recién me voy a dar cuenta cuando entre al Cilindro. Para las que somos hinchas de club, es increíble", confesó Florencia Romero, capitana de Racing, a Infobae, y destacó lo especial del marco para las jugadoras de "La Academia": "Ojalá que vayan muchas personas a vernos. Yo jugué hace varios años una final por el campeonato con River en la cancha de Atlanta, pero esto no tiene comparación alguna".
Aunque reconoció que "aún faltan muchas cosas" para un verdadero desarrollo del fútbol femenino en la Argentina, Romero sostuvo que se siente "muy feliz" de que "nos empiecen a dar el lugar que merecemos". También valoró la posibilidad de aportar su granito de arena "para que la violencia y la discriminación no existan más".
"Hacemos un esfuerzo muy grande que no todos saben, muchas veces escuché críticas de gente que no sabe todo lo que hacemos para poder jugar: salir temprano del trabajo, acomodarse los horarios para poder entrenar…No es fácil jugar al fútbol, nos exigen como profesionales y vivimos como amateurs", comentó esta hincha fanática de Racing que, ni bien se enteró de que a principios de 2017 el fútbol femenino volvía como actividad estable al club, no dudó en sumarse.
Para Ana Cuadra, defensora de Independiente, también será la primera oportunidad de jugar en un estadio importante, ante miles de espectadores. Aunque el plantel del "Rojo" tendrá a todo el público en contra por la ausencia de visitantes, no se siente amedrentada por la situación. "Tengo muchas expectativas por cómo se va a dar y por la experiencia. No tengo nervios, el plantel completo está relajado y tranquilo. Va a ser un amistoso y por una causa en común. Eso trajo tranquilidad", dijo, confiada.
Y, respecto del mensaje que buscarán transmitir con este partido, señaló: "Debajo de las camisetas va a haber dos equipos de mujeres que quieren mostrar algo por una causa en común, contra la violencia de género y por la igualdad. Eso tiene que verse reflejado en la cancha".
La compatibilización de sus compromisos personales (como el trabajo y el estudio) con el fútbol son un desafío que las jugadoras enfrentan a diario. Cuadra explicó que sostener la actividad "es un sacrificio para todas" y agregó que "todo se hace a pulmón", por lo que se ilusionó con que en un futuro no muy lejano puedan, al menos, cobrar un víático por su tarea. En ese marco, hizo hincapié en la importancia del compromiso que debe asumir la AFA para apoyar a los clubes.
Actualmente, tanto Racing como Independiente juegan en Primera B, la segunda categoría. Las chicas del "Rojo" están primeras en la tabla, mientras que las de "La Academia" marchan terceras. El ascenso es el gran objetivo, pero sin descuidar el valor simbólico de su actividad diaria: demostrar que las mujeres también pueden jugar (bien) al fútbol.
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