Hoy la vida le sonríe. José Luis Gómez, quien está dentro de la órbita de Jorge Sampaoli para ir al Mundial de Rusia 2018, está a horas de disputar la final de la Copa Libertadores. Esta noche, desde las 20:45 en el Arena do Gremio, Lanús enfrentará a Gremio de Porto Alegre.
Sin embargo, su pasado fue duro. El lateral derecho tuvo que sacrificarse para llegar hasta donde llegó. En una entrevista con TyC Sports, el oriundo de La Banda, Santiago del Estero, se emocionó al recordar su dura infancia.
"Tuve una familia numerosa, que por por momentos pasamos hambre. O no se comía de noche o no se comía de día. Pero ahora que pude debutar en Primera, con mi sueldo, puedo ayudar a mi familia", inició su relato el hombre surgido de Racing.
Gómez, titular esta noche ante el conjunto brasileño, es un claro ejemplo de que con sacrificio todo es posible. "Lo que nos está pasando, jugar una final de la Libertadores, es lo más lindo que te puede pasar. Pasé por malos momentos cuando era chico, éramos humildes, siempre nos costó. Pero siempre levantamos la cabeza y fuimos para adelante. Se lo quiero dedicar a mi familia", expresó el futbolista.
El marcador de punta reconoció que con el 15 por ciento que le quedó por la venta de su pase de Racing a Lanús su familia ahora se encuentra buscando una casa para poder mudarse. "Mi vieja es la mejor. Me cuesta hablar de mi familia, la siento en la piel, es lo más importante que tengo. Mi vieja es la mejor del mundo, y espero que esté disfrutando esto", esbozó.
"Cuando era pibe quede libre de Quilmes y decidí hacer changas para llevar plata a mi casa, pero un día mi hermano me dijo que deje de hacer tonterías y que vaya a una prueba", comentó. Y luego, agregó: "Iba a trabajar con unos amigos con un camión de tela, que no era fácil, pero lo hacía por mi familia y para tener algunos pesos para mi. También me juntaba con unos amigos que me llevaban a jugar por plata".
Esta noche, José Luis Gómez tendrá la gran oportunidad de conquistar América.
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