La declaración de Alejandro Burzaco ante la justicia estadounidense está dejando al descubierto las diversas tramas que cubrían al fútbol mundial y las relaciones corruptas que existían entre los directivos. También situaciones increíbles que decantaron a raíz del FIFA Gate, tal cual ocurrió con su paso a la clandestinidad durante 14 días.
El empresario argentino fue uno de los implicados en el caso inicialmente que pudo eludir a las fuerzas de seguridad cuando ingresaron al Hotel Baur au Lac en la madrugada de Zurich, el 27 de mayo de 2015. Él estuvo en el lugar de los hechos mientras la Policía lo tenía en su lista de objetivos y siguió de cerca toda la situación.
En su declaración, a la que Infobae tuvo acceso de manera exclusiva, Burzaco confesó qué ocurrió en el sitio instantes después de producirse la redada y advirtió que no fue identificado.
El ex CEO de Torneos se hospedaba en el Hyatt Park, ubicado a cuatro cuadras del edificio donde se desencadenó el FIFA Gate con un operativo policial que apresó a siete involucrados.
"Caminé desde el Hyatt Park hasta el Baur au Lac y me enteré en el camino por dos comunicaciones diferentes que había una investigación criminal de los Estados Unidos, en la que yo estaba implicado junto a muchos directivos del fútbol. Estaba en la portada del New York Times", explicó ante la jueza Pamela Chen.
El empresario tenía una reunión pautada con Juan Ángel Napout, presidente por entonces de la Conmebol, y que si bien no había sido apuntado en el primer allanamiento fue apresado apenas seis meses más tarde. Obviamente, no se pudo llevar a cabo el cónclave.
"Me enteré que estaban encarcelando a personas en el Baur au Lac y decidí ir de todos modos. Le pedí al guardia de seguridad que me dejara entrar", explicó el empresario de 53 años sobre los pasos que siguió al enterarse de lo ocurrido a unas cuadras de su habitación transitoria.
"Fui a la sala de desayuno. Llegué a las 9 y era una situación completamente de anarquía, con gente muy preocupada", aseguró, teniendo en cuenta que el operativo se había iniciado en la madrugada de Suiza.
Burzaco contó que vio llorando a la esposa del brasileño José María Marín –ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol que fue detenido ese día– y se cruzó con el argentino José Luis Meiszner, quien por entonces se desempeñaba en el cargo de secretario general de la Conmebol. "Todos estaban tratando de conseguir abogados suizos para los ejecutivos de Conmebol encarcelados por las autoridades", señaló.
Burzaco, que ya lleva cuatro días de declaración ante el juzgado de Brooklyn, contó el panorama de ese momento: "Todos discutían sobre lo que había sucedido temprano".
Sin embargo, e insólitamente, no era la única preocupación de los que caminaban por la sala de desayuno del hotel: "El otro tema era cómo se iba a votar en las elecciones presidenciales dado todo eso. Era necesario mantener los votos de Blatter".
Cuatro días más tarde se llevarían a cabo las elecciones en FIFA –motivo por el cual estaban las principales cabezas del fútbol mundial en Suiza– y el foco estaba situado en ese proceso: "Paralelamente hubo una discusión política sobre las elecciones presidenciales en FIFA. Si este proceso de Estados Unidos encarcelando a directivos del fútbol iba a afectar o no a Blatter y cómo iban a votar los miembros de Conmebol".
El primer implicado en declarar en el inicio del juicio contó que vivió todas estas escenas durante las dos horas que permaneció en el hotel suizo, repartiendo su presencia entre la sala de desayuno devenida en foco de reuniones y el lobby. Para ese instante, la justicia de Estados Unidos ya había apresado a siete involucrados en el caso y buscaba a otros siete, entre los que se encontraba el propio Burzaco.
Entonces llegó el momento de transformarse en prófugo: ese día escapó de Suiza, no antes sin vivir otra situación impensada. "Después de estar dos horas en el hotel, le pregunté al Policía si me dejaba abrir la puerta para salir. Me fui y me encontré con un abogado que estaba en Zurich en un café de la ciudad", relató.
Su primer destino fue Milán, más allá de que él se entregó en Bolzano, una ciudad italiana ubicada a más de 250 kilómetros de ese lugar.
"Fui a Italia por dos razones principales: soy ciudadano italiano y pensé que cualquier derecho que tuviese estaría mejor preservado ahí y, en segundo lugar, había hablado con mi abogado, que en ese momento estaba en un viaje turístico por Asia. Me había comunicado que la manera más rápida de llegar a Europa era en un vuelo a Milán", explicó.
Burzaco debió trasladarse más de 280 kilómetros desde Suiza a Milán y utilizó su nacionalidad italiana para cruzar la frontera. "Mientras estaba en Italia, y después de 48 horas de tener miedo por la decisión que había tomado, decidí venir a Estados Unidos lo más rápido posible para aceptar todas las cosas que había hecho mal. Asumir la responsabilidad para tratar de repararlas y cooperar", sentenció.
Lo que llegó después fue historia conocida. El empresario se entregó 14 días después de estallar el FIFA Gate en Bolzano junto con sus dos abogados. En cuestión de horas adquirió el beneficio de la prisión domiciliaria y renunció a la extradición a Argentina, y apenas unas semanas más tarde fue extraditado a Estados Unidos. Esta semana fue el máximo protagonista del FIFA Gate con sus contundentes confesiones.
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