"Es difícil jugar con Messi porque jugamos en la misma posición. Pero en todo caso me tengo que adaptar yo a él y lo tengo que hacer sentir cómodo". La frase sacudió las entrañas de la Selección. Ocurrió en septiembre, después de los partidos de Eliminatorias frente a Uruguay y Venezuela. Paulo Dybala lo dijo en un contexto particular, aclaró que tuvo un trasfondo táctico, pero el eco la siguió replicando. Pues bien, desde Moscú, el delantero de la Juventus contó en TyC Sports cómo se tomó aquel controvertido concepto el capitán de la Selección. Y cómo fue el reencuentro tras sus declaraciones, que se presumía tenso, pero que terminó en sonrisas.
"Apenas me sumé a la Selección, fui y lo encaré. Leo se empezó a reír porque obviamente se imaginaba de qué quería hablar. En 5 segundos estaba todo aclarado, me dijo: 'Quedate tranquilo, no pasa nada'", describió la conversación que hizo esfumar cualquier diferencia. Dybala hizo hincapié en que lo que más resonó fue un retazo de un extenso contacto con la prensa. "Es más fácil buscarle el pelo al huevo y malinterpretar las cosas y llevarlo para donde vende más. De 18 preguntas que me hicieron, en 17 fueron cosas lindas, porque a Leo lo admiro. Pero cuando uno dice algo diferente para sumar o mejorar… No quise decir nada del otro mundo. Se malinterpretó, me dolió. Pero la gente que tenía que defender me defendió", enfatizó. Habiendo dado vuelta esa página, el atacante se enfoca en la construcción de la sociedad soñada: "La idea es trabajar y formar con Leo una linda dupla, que él se sienta bien conmigo y yo con él".
En la nota hubo espacio para la defensa de Gonzalo Higuaín, también en consonancia con las palabras de Messi a mediodía. "La gente sabe que el "Pipa" es un grandísimo jugador. Cuando los buenos jugadores no están, se extrañan", dijo. Y el cordobés de Laguna Larga, de 23 años, alentó las esperanzas de los argentinos de cara a Rusia 2018, que sería su primer Mundial: "Con la clase de jugadores que tenemos, somos grandes candidatos. Si nos lo proponemos, podemos traer otra vez la copa". En ese sentido, y como prueba de la reconciliación, si Messi prometió una procesión desde Rosario a San Nicolás en caso de que el anhelo se concrete, Dybala no podía no sumarse a la promesa. "Si el capitán va, tenemos que ir todos con él", concluyó.
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