Se puede advertir un fin de semana cualquiera, en un espacio verde a elección de la Argentina. En todos los picados espontáneos o prearmados, los chicos tienen en común un nombre en la camiseta, ostente los colores de la Selección o de Barcelona: el de Lionel Messi. Es el norte inevitable de todas las promesas argentinas. Y si al astro argentino le quedaba alguna duda al respecto, se la quitó en la nota que le dio a ESPN en Moscú, a la espera del partido ante el local (el sábado 11 a las 10). Allí, en vivo, el cronista le acercó una tablet para que observara el mensaje colectivo de juveniles de los distintos clubes del fútbol argentino. Y el futbolista no pudo evitar emocionarse.
Con apariciones cortas pero incisivas, el video fue mostrando las expresiones de distintos chicos que lo admiran. Así, fueron desfilando los "todos te apoyamos, estamos con vos" o "cada vez que te veo jugar me ilusiono". Uno, directamente, se quedó sin palabras y aceptó: "No sé qué decirle". "Cuando él llora, yo lloro, cuando él está feliz, estoy feliz", llegó hondo uno de los jóvenes.
Messi se tocó la nariz una, dos veces, mientras los mensajes caían en cascada. La sonrisa no se le borró ni un segundo. "Un gol tuyo lo grito más fuerte". "Yo sueño que juego con vos y tiramos una pared". Las frases profundizaron la emoción. Más todavía cuando el video se enfocó en lo que viene: el Mundial. "Éste va a ser tu Mundial", se escuchó tres veces. "Y yo lo voy a ver levantar la copa", continuó otro de los juveniles, dándole pie al cierre: "Lío, el pueblo está contigo".
"Ver a los chicos, el cariño que siempre recibí fue espectacular. La verdad, muy lindo", fue la devolución del capitán del conjunto nacional, visiblemente emocionado. Y todavía con la sonrisa inmaculada.
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