En la tierra del Mundial, la Selección argentina sueña con llegar a lo más alto. Por eso, de cara a los dos amistosos ante el combinado local (el sábado 11 a las 10) y frente a Nigeria (el martes 14 a las 15, en Krasnodar) se aloja en un hotel que mide… 198 metros. El hogar del conjunto que dirige Jorge Sampaoli es el Radisson Royal Hotel de Moscú, un fastuoso hotel 5 estrellas con una rica historia y características por demás extravagantes. Por ejemplo: posee 19 restaurantes, un shopping propio en el primer piso y una flotilla de cruceros para navegar plácidamente en el río Moscova…
El ex hotel Ucrania ostenta 34 pisos y hasta 1976 fue el más alto del mundo. El rascacielos demoró cuatro años en ser finalizado (1953-1957) y posee 505 habitaciones y 38 departamentos.
Otras excentricidades: ofrece ocho salas de reuniones y un salón de baile para 160 personas. Para aquellos de perfil más intelectual: cuenta con una biblioteca.
Las comodidades le permiten a la Selección desarrollar varias de sus actividades sin dejar el hotel: para el momento de distensión, los jugadores disponen de una gigante piscina indoor.
Y el gimnasio albergó hoy las tareas de los futbolistas que se fueron sumando a la delegación en Moscú. Además de máquinas de última tecnología, el espacio cuenta con un ring.
El alojamiento en el majestuoso hotel es parte del acuerdo por la disputa del partido entre Rusia y Argentina: el partido será la excusa para reinaugurar el estadio Olímpico Luzhniki de Moscú, que albergará el primer partido de la Copa del Mundo y también la final.
En el contrato, además, estaba especificada la participación de Lionel Messi, que jugará ante Rusia, pero no frente a Nigeria el martes 14. La comodidad durante la estadía del astro y de sus compañeros está asegurada.
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