Boca logró dar una vuelta olímpica en 1992 cortando una sequía de once años sin títulos a nivel local. Sin embargo, aquella consagración terminó desatando una impensada brecha dentro del plantel. En el verano de 1993, dos de los máximos referentes de ese equipo, como lo eran Fernando Navarro Montoya y Alberto Beto Márcico, se enfrentaron y crearon una disputa interna dentro del plantel.
Tras 24 años, el Mono reconoció el origen del famoso "Halcones y Palomas" en una entrevista en TNT Sports a un programa que lleva justamente esa frase como nombre.
El ex arquero del Xeneize reconoció que en un bando estaban Blas Armando Giunta, el Beto Márcico, el Chino Tapia, Manteca Martínez y Sergio Saturno, mientras que del otro aparecían Navarro Montoya, Juan Simón, Alejandro Giuntini y Chiche Soñora.
"A ellos les gustaba el champagne, la pizza y las motos de esquí. Y nosotros tomábamos agua mineral y nos gustaba salir con nuestras novias o señoras. Esa era la diferencia", explicó. Aunque luego, aclaró: "Dentro del campo, Blas o el Beto Márcico eran como mis hermanos, y para ellos lo mismo".
Prosiguiendo con su relato, Navarro Montoya esbozó: "En la semana pasaba que en la habitación de Beto o Blas se quedaban jugando al truco, y metían algo escondido, como una pizza. Y yo me iba a dormir".
Igualmente, el ex arquero de Boca intentó minimizar lo acontecido al decir que "estas cosas suceden" dentro de los planteles (citó los equipos de Carlos Bianchi y el Toto Lorenzo), culpó a la prensa y afirmó que cuando Giunta y Márcico agarraron Nueva Chicago al primer jugador que llamaron para sumarse fue a él.
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