El VAR tuvo su noche negra en la Copa Libertadores. La victoria de Lanús por 4 a 2 sobre River dejó muchas dudas sobre el sistema que incorporó la Conmebol para hacer justicia en ocasiones puntuales. Sin embargo, no cumplió su función.
El brasileño Wilson Seneme, presidente de la Comisión de Árbitros de la Conmebol, se refirió puntualmente a la mano de Iván Marcone y el golpe de Román Martínez a Ariel Rojas: "Creo que eran dos jugadas potenciales para una revisión", sostuvo en diálogo con Clarín.
En ambos casos, el árbitro Wilmar Roldán optó por no acercarse a la pantalla que tenía en un costado del campo de juego para revisar las situaciones desde una perspectiva distinta.
"Cuando no se revisan este tipo de jugadas potenciales, quedan muchas dudas: ¿quién decidió esto?, ¿vio?, ¿no vio? Quedan muchas preguntas en el aire", explicó Seneme en relación con el diálogo que mantuvo Roldán con el VAR, cuyo encargado fue Andrés Cunha.
Por otra parte, el brasileño no quiso cargar contra los jueces: "Los árbitros también están en un proceso de adaptación. No puedo decir si estuvieron mal o bien porque es un proceso de adaptación. Si esto ya estuviese incluido oficialmente en las reglas de juego, ahí sí podría decirlo. Por ahora, hay un protocolo en desarrollo".
Con respecto a la mano de Marcone dentro del área, Seneme reconoció en diálogo con TN que aún hay huecos que el VAR no puede llenar: "Las situaciones de manos siempre son grises", aunque según su punto de vista la decisión de no cobrar el penal fue la correcta: "Los brazos del jugador no están junto a su cuerpo, pero fue un movimiento natural".
El brasileño, quien fue el encargado de capacitar a los árbitros en Buenos Aires coincidió con Roldán en las dos jugadas polémicas pero sí reconoció que no fue correcta la decisión de no revisar ambas jugadas con la pantalla que estaba en el campo de juego, como sí sucedió en el penal en favor de Lanús.
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