Una de las sorpresas de la presente edición de la Copa Libertadores fue Barcelona de Guayaquil, un equipo con mucha historia dentro de Ecuador y sin títulos del otro lado de las fronteras. Sus antecedentes en el ámbito internacional se remontan a 1990 y 1998, cuando se quedaron con los subcampeonatos de los títulos que consiguieron Olimpia y Vasco Da Gama, respectivamente.
Su camino hacia la semifinal no fue fácil. Tras haber logrado la clasificación en el Grupo 1 (compartido con Botafogo, Estudiantes y Atlético Nacional) los conducidos por el uruguayo Jorge Almada sorprendieron en los cruces mata mata al eliminar a dos rivales brasileños: Palmeiras y Santos.
Amparados en un bloque defensivo compuesto por un 4-4-1-1, el Barcelona de Guayaquil cuenta con el arquero de la selección ecuatoriana Máximo Banguera, la potencia ofensiva del ex Nueva Chicago y Tigre Ariel Nahuelpán y la creación de juego a cargo de Damián Díaz, el experimentado volante con pasado en Colón, Boca y Rosario Central.
El Gremio, mucho mejor perfilado para alcanzar la definición, sueña con repetir las hazañas de 1983 y 1995, cuando conquistó el continente y llevó la Copa Libertadores hacia Brasil, aunque las finales perdidas ante equipos argentinos mantiene en vilo a los más supersticiosos simpatizantes del Tricolor (En 1984 no pudo con Independiente y en 2007 perdió con Boca).
El equipo de Renato Gaúcho buscará su quinta final en la historia del club. Tras haber liderado el Grupo 8 (compartido con Guaraní, Deportes Iquique y Zamora) el combinado de Porto Alegre se sacó de encima a Godoy Cruz y Botafogo, en las instancias posteriores.
Su 4-2-3-1 se caracteriza por la notable destreza de su arquero Marcelo Grohe, el constante sacrificio del ex San Lorenzo Walter Kannemann en la zaga central, la proyección de sus laterales Edilson y Bruno Cortez, el equilibrio de Fernandinho, la capacidad goleadora de Luan y la experiencia de Lucas Barrios.
Como en la ida el Gremio logró un sorpresivo 3 a 0 en el Monumental Isidro Romero Carbo de Ecuador, el Barcelona de Guayaquil necesitará de un milagro para acceder a la final de la Copa Libertadores. A horas de la revancha, en Brasil tienen listo el carnaval.
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