La semifinal de vuelta de Copa Libertadores también tiene el foco puesto en la seguridad, debido a que se detectó que parte de las 8.000 entradas a la venta que Lanús puso a disposición para "no socios" fueron adquiridas por hinchas de River que tomaron la decisión de asumir el riesgo a pesar de que no habrá un sector asignado para visitantes. En consecuencia, hoy se desarrolló una reunión en el estadio de Lanús, de la cual participaron Juan Manuel Lugones, titular del APreVIDE (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte), funcionarios policiales de la ciudad y dirigentes de ambos clubes. El objetivo: planificar el operativo para el encuentro. Allí se confirmó que constará de 500 policías y que habrá trabajos de prevención para evitar enfrentamientos entre los hinchas de Lanús y los de River que hayan logrado adquirir tickets.
Desde los Organismos de Seguridad insisten con desalentar a los hinchas del "Millonario" (que ganó 1-0 el duelo de ida con gol de Ignacio Scocco) que insistan con acercarse al estadio Néstor Díaz Pérez, incluso advierten con la posibilidad de que aquellos que se aventuren pueden ser sufrir una contravención. No habrá división de ingresos entre socios y no socios, pero sí ampliarán el radio de los operativos habituales en Lanús, con el fin de multiplicar la atención y, de encontrar fanáticos del club de Núñez, hacerlo lo más lejos posible de las instalaciones e impedirles el acceso.
Ante la situación, Nicolás Russo, presidente de Lanús, ofreció devolverles el dinero a los hinchas visitantes que hayan comprado entradas para el duelo copero. Apenas un puñado cumplimentó el trámite. Por lo pronto, el operativo de seguridad contempla la situación especial en pos de controlarla.