Varios espectadores no habrán llegado a sintonizar ni el canal de TV. Varios de los que viajaron al estadio de Instituto, incluso, ni se habrán llegado a acomodar en la tribuna. Lo cierto es que se dio una situación por demás curiosa en el duelo por los cuartos de final de Copa Argentina entre Godoy Cruz y Rosario Central. A los 9 segundos de iniciado el encuentro, Santiago García ganó por prepotencia tras ser favorecido por un rebote, avanzó por el centro del campo y el ex Boca Fernando Tobio, que lo venía corriendo desde atrás, le cometió una falta en el borde del área cuando el atacante del Tomba se preparaba para anotar.
Se trataba de una acción manifiesta de gol, por lo que el árbitro Ariel Penel marcó la falta, que luego los mendocinos desperdiciaron con un remate imperfecto, pero a la vez expulsó a Tobio (le mostró la tarjeta roja 23 segundos después de la acción), marcando un temprano quiebre en el duelo. A los 6 minutos de juego, de hecho, el propio Morro García, con un remate potente, abrió el marcador para Godoy Cruz.
El defensor surgido de Vélez, de 28 años, se anotó, con la patada a García, una de las expulsiones más rápidas de la historia del fútbol argentino. Sus compañeros le proporcionaron alivio con la remontada (ganó Central 3-2) y así transformaron la escena en una anécdota.
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