La estadía de Neymar en Francia sumó un nuevo capítulo de tensión y, así, pese a algunos pasajes de puro talento, el brasileño no ha logrado transformarse en el líder del PSG, aquel objetivo por el cual dejó su zona de confort en Barcelona en medio de una gran polémica. Ayer sufrió su primera expulsión con el equipo galo luego de un cruce con el argentino Lucas Ocampos, del Olympique de Marsella.
"Es exagerado e injusto. Me pasé el partido recibiendo golpes, tengo marcas por todo el cuerpo. Intenté seguir tras sufrir una falta, que además fue desde atrás. Me irrité e hice justicia por mi cuenta. El árbitro quería figurar… Le di el gusto de salir en la foto", declaró el jugador brasileño luego del encuentro y así tensó aún más la situación.
La expulsión de ayer de Neymar fue la primera en el PSG y la quinta en su carrera a nivel clubes luego de ver tres veces la tarjeta roja por doble amarilla (una en el Barcelona y dos en el Santos) y una directa (en el Santos).
En la Selección, en tanto, tiene una expulsión, aquella recordada ante Colombia en la fase de grupos de la Copa América 2015 cuando vio la roja directa cuando, enojado, pateó una pelota que fue a dar en el cuerpo de Pablo Armero una vez que el árbitro había indicado el final del encuentro.
Tras esto, el Tribunal de Disciplina de la Conmebol decidió sancionar con cuatro partidos al delantero brasileño, quien así se perdió el resto del torneo continental.
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