Camina por Barcelona como una celebridad. Se toma casi tantas fotos como el original. Pero en lugar de haber nacido en Rosario, lo hizo en Irán. Y con los botines no sabe hacer magia… A Reza Parastesh, de 25 años, se hizo famoso como el doble iraní de Messi. Su imagen, cuidadosamente similar a la del capitán de la Selección argentina, se hizo viral a partir de que empezó a aparecer en los medios de su país. Pues bien, este fin de semana, este estudiante de ingeniería viajó a Barcelona: estuvo presente en la victoria del Blaugrana 2-0 ante Málaga y hasta fue detectado por el flash de un fotógrafo del diario Mundo Deportivo en el instante en el que, desde la tribuna, le sacaba una foto a su ídolo. La duda de quienes lo identificaron fue: ¿con qué fin se trasladó a la ciudad donde reside el verdadero Messi?
¡Fotón MD de @perepunti! 📷: Messi y el don de la ubicuidad https://t.co/Ha5fnWFD2t pic.twitter.com/D7fvvq1WyU
— Mundo Deportivo (@mundodeportivo) October 22, 2017
"Quiero conocer a Messi, es mi sueño", confesó Reza, quien lo máximo que se pudo acercar a él hasta el momento fue la distancia entre la tribuna y el césped del Camp Nou. Existe, tal vez, una segunda intención onerosa. "Podría ser su representante cuando su agenda esté desbordada", se esperanzó con transformarse en una especie de "doble oficial". Por el momento debe conformarse con pasear su parecido físico por Barcelona y arrastrar parte de la atención que recibe el Messi real. En Teherán ya conoció las bondades y contras del fervor popular. "He perdido mi intimidad, pero no me importa porque también siento que puedo ilusionar a mucha gente. Y eso me hace muy feliz", subrayó.
Durante mucho tiempo, Parastesh no aprovechó su parecido con Messi. Desde niño su familia y amigos le hablaban de las facciones similares. Hace unos meses, por iniciativa del padre, publicó en su cuenta de Instagram una foto suya con la camiseta del Barsa. Y explotó en las redes. Claro que en su currículum deberá aclarar que, de aceptarlo Lionel como su doble oficial, lo ideal es ejercer su función sin forzar simulacros en un campo de juego. "Sólo juego al fútbol como aficionado", aceptó Reza.
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