La corrida de Thiago Messi para fundirse en los brazos de su Lionel no son más que el reflejo del amor imbatible entre un hijo y su padre. La tierna imagen se vivió, una vez más, en el aeropuerto El Prat de Barcelona con el retorno del rosarino a su tierra por adopción.
Luego de ser la pieza clave para que Argentina consiga el boleto al Mundial de Rusia 2018, Leo retornó a Barcelona para continuar con su rutina habitual y allí lo esperaba el mayor de su dinastía.
Thiago corrió, se trepó rápidamente a los brazos del crack y le dio un profundo abrazo. Al mismo tiempo, algunos fanáticos se acercaron con mucho respeto al futbolista para pedirle una selfie. Thiago se corrió del rango visual de la cámara para no salir.
Sin embargo, lo más simpático no fue esa situación, sino las caras que ponía el niño de 4 años mientras los seguidores de su papá inmortalizaban el momento. A punto tal que el propio Leo, tras una foto, giró su cara con una enorme sonrisa para divertirse con la mímica de su descendiente.
"¿Me has traído un regalo?", le preguntó Thiago a Leo, quien rápidamente se subió a la camioneta –donde lo esperaba su esposa Antonela Roccuzzo–, cargó al menor en el asiento trasero, le colocó el cinturón y partió hacia su domicilio.
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