El clima festivo no paró. Tras la descarga que significó el 3 a 1 en Quito y los gritos de euforia contra la prensa en el vestuario, algunos jugadores de la Selección tuvieron que regresar al país para retornar a la actividad con sus respectivos equipos.
Uno de ellos fue Alejandro Gómez, quien tuvo que hacer escala en Buenos Aires antes de partir rumbo a Italia. Por lo tanto, el atacante del Atalanta aprovechó para animar a sus compañeros con el reconocido Papu Dance, ese baile particular que despierta sonrisas entre sus admiradores.
Además, el ex San Lorenzo y Arsenal confesó que en la previa del decisivo encuentro en el Olímpico Atahualpa, le encendió una vela a Lionel Messi, el mejor jugador del planeta.
Sin dudas su invocación le dio resultado, dado que el astro del Barcelona se despachó con tres goles que depositaron a los albicelestes en la Copa del Mundo que organizará Rusia el próximo año.
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