Mientras Jorge Sampaoli piensa qué equipo titular pondrá en la altura de Quito ante Ecuador el próximo martes, los futbolistas se entrenaron por la mañana y tocaron la pelota en el predio de Ezeiza.
El cuerpo técnico dispuso de un trabajo en espacio reducido, en el que Lionel Messi se lució como habitualmente lo hace. Es tal la potencia de sus remates que dejó tendido a Darío Benedetto, su compañero de ataque.
La Pulga se perfiló para rematar de zurda y no le dio tiempo a correrse al Pipa, que sufrió el impacto del balón en su zona baja. La acción continuó mientras el delantero de Boca se retorcía de dolor en el césped.
Cabe recordar que el plantel albiceleste practicará mañana por la mañana nuevamente y a las 14 partirá al Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini para volar hacia Guayaquil.
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