Llegar a la presidencia de la Asociación Argentina de Polo no pasaba por la cabeza de Eduardo Novillo Astrada (44), integrante de una de las dinastías más reconocidas en la historia de este deporte y ganador de la Triple Corona con La Aguada en 2003. Todo ocurrió allá por marzo de este año, cuando en un impasse de la asamblea que los integrantes de la Unión del Polo realizaron para definir el candidato que los representaría en las elecciones de mayo, el mayor de los hermanos Novillo Astrada se levantó para ir al baño y al regreso se enteró de que él había sido elegido como tal. Aceptó el desafío y en la votación para elegir al sucesor de Francisco Dorignac se impuso a la lista Renovación y Futuro, encabezada por Guillermo Álvarez Fourcade y desde entonces comenzó una gestión que liderará por los próximos dos años y cuyo objetivo principal es resembrar el polo en todo el país y que el deporte le abra las puertas a todas las clases sociales.
La historia del N°2 de La Aguada-Las Monjitas es particular: nació el 7 de octubre de 1972, en Londres, ya que sus padres vivían allí por razones laborales. Su nacionalidad le permitió representar al seleccionado inglés de polo, cuando disputó en 2009 la copa Westescher en un partido contra los Estados Unidos (luego cumpliría su sueño de jugar con la camiseta Argentina). Eduardo es el primogénito de los seis hijos del matrimonio conformado por Eduardo Novillo Astrada, otro emblemático representante del polo nacional allá por las décadas de 1930 y 1940, y Verónica Devoto. En 2003 integró junto a sus hermanos Miguel, Javier (fallecido en mayo de 2014, a sus 37 años, producto de una enfermedad terminal) e Ignacio el legendario equipo de La Aguada que ganó la Triple Corona. "Haber llegado a lo máximo con tres de mis hermanos fue lo mejor que me pasó en mi carrera como deportista que aún no termina, aunque mis colegas me quieran ir empujando al retiro", reconoció entre risas Edu, como lo llaman, en diálogo con Infobae.
Desde que asumió como presidente, pasa la mayor parte de sus días en la AAP, cuyo ingreso principal se ubica al 3000 de la calle Arévalo en pleno barrio de Palermo. En la impoluta oficina principal se destaca una larga mesa rodeada por 12 sillas y una multiplicidad de cuadros que recuerdan a los anteriores presidentes y trofeos ubicados en vitrinas que se iluminan con luces tenues. Eduardo, un fanático de los deportes, forma parte de una nueva era dirigencial y de personalidad que toman decisiones que se destaca por su juventud. Por ejemplo podría integrar, sin miedo a ser descubierto, la familia de los nuevos entrenadores de fútbol de Primera que promedian una edad de 46 años. Su vida siempre estuvo liga al polo pero practicó rugby, tenis y fútbol, entre otras disciplinas. Hoy, sin embargo, tiene su diario de viaje en la vida bien definido: su actividad privada con el polo y emprendimientos inmobiliarios, y traducir en hechos lo que sueña como titular del polo argentino.
"Hoy me toca estar en un rol dirigencial que tiene mucho de político, más de lo que yo pensaba", remarca, pero no duda en afirmar: "Mi objetivo es, junto a mi equipo de trabajo, hacerle entender a la gente que puede venir a Palermo, que pude venir al polo, que somos un deporte nacional y que somos los mejores en el mundo. Tenemos que cambiar la percepción de la gente de nuestro deporte, porque lo que se cree es totalmente diferente a los que nosotros vivimos día a día".
Y no será nada fácil cambiar esa percepción a la que Eduardo Novillo Astrada se refiere. Irónicamente el polo, un deporte que refiere directamente al trabajo de la gente humilde del campo, se ha emparentado desde hace mucho tiempo con la aristocracia más cerrada de nuestro país, casi impenetrable, ciertamente reservada para unos pocos…
"Nosotros queremos descentralizar el polo de Buenos Aires, queremos que se vuelva a jugar en todas las provincias de la Argentina porque tenemos un país donde se puede jugar a este deporte todo el año por las condiciones climáticas, que es lo que creo que nos ha hecho los mejores del mundo", apuntó.
Eduardo sabe que la tarea es titánica. Empezó, sin embargo, por el principio. En las elecciones dio un ejemplo de convivencia al fundirse en un abrazo con su contrincante una vez definida la votación. Luego lo invitó a participar de la vida de la Asociación porque, está convencido, "el aporte de ideas es lo que nos hará lograr los objetivos". Y cuando a esto se refiere, determina: "Queremos abrirle la puerta a la gente, que venga a pasar un lindo día en un lugar especial, con 16 hectáreas de verde, con caballos, con interesantes actividades, una buena variedad de comida, con programas para los chicos y con precios más que accesibles. Incluso muchos días la entrada es libre y gratuita y eso la gente no lo sabe, esa es otra de las cosas que nos proponemos: comunicar mejor", especificó.
"No hagamos como en la AFA"
La que pasará a la historia como una de las elecciones más bochornosas de la que se tenga registro en la Argentina, la del 38-38 de la AFA, fue para Novillo Astrada un ejemplo… de lo que no hay que hacer. Por eso acordó con Álvarez Fourcade, su rival en la contienda electoral, llevar a cabo un acto ejemplar y lo lograron. "Asistió el 95% de los clubes y el recuento fue absolutamente transparente, además de que la actitud de Willy fue más que loable al desearme lo mejor una vez definida la votación". Aquello fue el puntapié de una nueva era en el polo, al menos así lo piensa Eduardo. "Queremos unir al deporte de punta a punta del país".
Y aquello de la AFA no se terminó allí. Tanto que Eduardo sabe que aquello no debe repetirse y hasta se permitió opinar al respecto: "El fútbol argentino debería unir sus fuerzas y saber que son representativos del país, como nos pasa a nosotros. La imagen que dieron de alguna manera refleja el desorden del país y por eso me parece que tanto la dirigencia como el gobierno tienen que involucrarse para dar una mejor imagen. Además, teniendo Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, deberían aprovecharlo más y mejor para traer gente al país como lo hacemos nosotros, que tenemos a Adolfo Cambiaso como emblema y gracias a lo que él representa y a lo que representa el polo argentino en el mundo, llega a nuestro país mucha gente a la que le interesa hacer negocios con el polo que beneficiarían mucho a la Argentina".
Una propuesta de alto tenor
Eduardo Novillo Astrada quiere que el polo sea parte del gobierno y de la política nacional. Su carta de presentación son los millones de dólares que mueve el negocio del deporte, ramificado en la crianza y venta de caballos, en marketing, en la construcción de canchas, en el manejo de jugadores y en las personas que trabajan para cada polista, entre tantos otros.
"Hay mucha gente que le puede aportar mucho al país desde el punto de vista de las inversiones y de ayuda económica y ese es otro de mis objetivos: hacerle entender al Gobierno que tienen un socio muy bueno en el polo. Para la época del Abierto de Palermo, en noviembre, viene mucha gente con un poder económica enorme en el mundo, los dueños de las empresas más importantes y nadie se entera. Vienen al país porque les encanta el polo", destacó.
En este sentido, agregó: "Lo que me gustaría es ver cómo con el Gobierno nos podemos asociar para que esas personas puedan invertir en el país de modo que nos sirva a todos. Al país por las inversiones y a nosotros porque van a volver por sus negocios y para seguir jugando al polo".
Eduardo mira su reloj, es consciente de que afuera habrá varias personas que esperan reunirse con él. Antes de terminar, sin embargo, levanta la mano y pide "una cosas más", la que no hace más que ratificar su punto de mira: "Mi primera aspiración es poder jugar el Abierto de Palermo a cancha llena y hacer crecer el polo en todo el país". Sabe él que la tarea de popularizar el deporte del taco y la bocha no será sencilla, mas no será imposible si el deseo es abrir el corazón del polo a la gente.
*Todas las fotos de Adrián Escandar