Víctor Blanco dijo que su hija puede ser la próxima presidente de Racing

El dirigente confía en delegar su mandato a Bárbara, quien es la encargada del Departamento de Relaciones Internacionales del club

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La gestión de Víctor Blanco en Racing es indiscutible. El título de 2014, los regresos de Diego Milito y Lisandro López, la consolidación de Diego Cocca como entrenador y las constantes figuras de las divisiones juveniles del club le permiten al presidente soñar con la posibilidad de dejar como herencia el cargo más importante de la entidad de Avellaneda.

Lejos de los tiempos de promoción, crisis económicas ó frustrantes campañas deportivas, la Academia atraviesa un gran presente, con miras a la próxima Copa Libertadores. Sin embargo, las elecciones de diciembre empiezan a formar parte de la agenda cotidiana.

"No sé si me voy a presentar, todavía no lo pensé. Si me siento con ganas y me acompaña la familia, seguiré. Mi objetivo ahora es armar el equipo", le dijo Víctor Blanco a Clarín en una entrevista en la que se encargó de marcar su postura: "El oficialismo tiene que gobernar y estar en el día a día. Si te enfocás en las elecciones, pierde el club. Si me presento y gano, será maravilloso. Si pierdo, no me cambia la vida. Hice las cosas lo mejor que pude y di todo lo que tenía. Por suerte en lo deportivo las cosas nos fueron muy bien".

El manto de suspenso que le puso a la continuidad de su proyecto le abrió la puerta a su hija Bárbara, quien forma parte de la cúpula de la institución como encargada del Departamento de Relaciones Internacionales, aunque su cautela no tardó en llegar: "Me parece que aún es joven. Por capacidad, puede ser presidente de Racing, no tengo dudas. Pero creo que es temprano para eso. Los dirigentes, para hacerle bien al club, deben tener la gimnasia de haber participado en una Comisión Directiva, de estar en el día a día. Todavía le faltan un par de años".

El dirigente destacó además que su foco está puesto en el próximo semestre, donde el equipo deberá afrontar la Copa Sudamericana (la revancha ante el DIM será el 27 de julio), la Copa Argentina y la primera parte del campeonato doméstico. La llegada de refuerzos y la consolidación de los juveniles será una apuesta para la Libertadores del 2018. "Tenemos jugadores que nos van a dejar 40 millones de dólares", cerró Blanco con el afán de continuar con la tendencia de los últimos tiempos: comprar barato y vender caro.

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