Insólito, infantil, lamentable. Varios adjetivos podrían describir la actitud del grupo de dirigentes de Almirante Brown que estuvieron en el partido que La Fragata jugó ante Morón, el campeón, en cancha de estos, y decidieron ponerse de espaldas durante lo que duró la vuelta olímpica de los jugadores del Gallo, consagrados días atrás en un partido disputado en el estadio de Platense: ubicados en una de las cabeceras del Nuevo Francisco Urbarno, se pusieron de espaldas cuando el plantel daba la vuelta olímpica.
#BMetro | Los jugadores del campeón #Moron dan la vuelta olímpica junto a sus familiares antes del partido ante #AlmiranteBrown. pic.twitter.com/Bh25zb6zsL
— Proyecto Fútbol (@PF2017Ok) June 21, 2017
Cierto es que Almirante es el máximo rival de Morón y que el fútbol argentino está lejos de dar cátedra en el marco del comportamiento social, pero acciones como estas no hacen más que tensar el permanente clima de violencia que rodea al deporte más popular del país.
Luego, en el partido, no hubo demasiado que contar. Los equipos igualaron 0 a 0 y lo que quedó de aquello fue lo insólito del comportamiento de un grupo de dirigentes que, en principio, deberían predicar con el ejemplo.
Desde la próxima temporada, Morón jugará en la B Nacional luego de 10 años en la tercera categoría del fútbol argentino y varios intentos fallidos de subir, maleficio finalmente hecho trizas esta temporada.
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