El fútbol argentino tiene innumerables historias insólitas. Sin embargo, la que protagonizó Carlos Alberto De Marta aquel 8 de noviembre de 1972 es una de esas que quedará para el recuerdo.
Sordomudo de nacimiento, De Marta logró vencer todos los prejuicios y obstáculos para convertirse en futbolista. No solo cumplió su sueño de ser profesional, sino que llegó a desempeñarse en importantes equipos de Primera División y compitió al más alto nivel. Quienes lo vieron jugar, lo recuerdan como un mediocampista central con mucha marca y distribución.
La acción que dejó el nombre de De Marta plasmado en la historia se produjo en el partido que su equipo de aquel entonces, Estudiantes de La Plata, disputó ante Huracán en el estadio Tomás Adolfo Ducó de Parque Patricios, por la Zona B del Campeonato Nacional de 1972.
"El Globo", con nombres como Carlos Babington y Roque Avallay entre sus filas, ganaba por 2-0 y "El Pincha" iba en busca del descuento. En una discutida acción, el árbitro Washington Mateo cobró una falta en el área de Huracán y le dio el penal a Estudiantes. Sin embargo, por indicación de uno de sus asistentes, cambió su decisión y sancionó un tiro libre para los visitantes.
La actitud del juez desató el enojo de los futbolistas platenses, quienes lo rodearon con airados reclamos. En ese tumulto, De Marta fue quien se llevó la peor parte: el árbitro lo expulsó y dejó con un hombre menos al "Pincha", que finalmente perdió aquel partido por un contundente 5-1.
Pero lo peculiar fue el informe de Mateo, quien precisó que la tarjeta roja al mediocampista de Estudiantes fue debido a un insulto. Ante esta situación, no había muchas opciones: De Marta sería castigado con una dura sanción y se perdería varias fechas con su equipo.
La semana siguiente, el jugador cumplió los pasos que establece el reglamento y concurrió a realizar su descargo ante el Tribunal de Disciplina de la AFA. Las autoridades del órgano advirtieron que era imposible que el futbolista del "Pincha" hubiera lanzado un insulto al árbitro: era sordomudo. Así, De Marta recibió una sola fecha de suspensión por su vehemente protesta.
Ese hecho fue solo un dato de color en la ejemplar carrera de De Marta, quien no permitió que su discapacidad lo privara de desarrollarse como futbolista. No solo jugó en Estudiantes, sino que también pasó por clubes como Temperley, Belgrano de Córdoba, Huracán y Cipolletti. Una vez que se retiró, pasó a trabajar en el ministerio de Salud y mantuvo la pasión por el deporte en los "picaditos" del potrero que estaba ubicado donde hoy se erige el estadio Único de La Plata. Falleció a los 65 años, el 22 de abril de 2016.
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