Argentina pelea contra los molinos de viento en cada torneo, y Manolo Cadenas lo sabe. Además de comenzar un recambio generacional, el entrenador español es consciente de que uno de los principales déficits de la Selección argentina de handball, o balonmano, como él llama a este deporte, es el aspecto físico.
El país posee una liga amateur, pero sus jugadores (que se ganaron el mote de Gladiadores) no entienden de quimeras y batallan de igual a igual contra las potencias europeas.
Hace varios unos años, en su etapa por el Ademar León de España, el arquero danés Kasper Hvidt sorprendió al estratega oriundo Valdevimbre, al regalarle el Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra. Atónito por el presente, le consultó el motivo a su dirigido. "Tu contagias tu pasión y nos haces creer que podemos luchar contra cualquier equipo", sostuvo el portero.
Cadenas arribó al lugar indicado, debido a que el combinado nacional entiende a la perfección lo que es enfrentar la adversidad y creerse con posibilidades de vencer. "Aquí están convencidos de poder luchar con cualquiera, eso ha quedado demostrado. Quedé impresionado de cómo lucharon en en el Mundial de Qatar, podían jugar cuatro jornadas seguidas ante equipos superiores en todos los aspectos y siempre tuvieron posibilidades", sostuvo.
En el ciclo Gallardo, la selección logró sus dos primeras participaciones olímpicas (Londres 2012 y Río 2016) y alcanzó su máxima ubicación en la historia de los Mundiales (12°, en Suecia 2011 y Qatar 2015).
"Aquí hay que buscar más argumentos físicos", reconoció el DT en diálogo con Infobae. En esa competencia, Manolo -que comandó a España, país que finalizó en la cuarta colocación- se "enamoró" de la entrega de los jugadores argentinos. Los Gladiadores sucumbieron por uno ante Polonia (finalizó tercero), igualaron ante Dinamarca (campeones al año siguiente en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro), vencieron a Rusia y quedaron eliminados ante Francia, dueños del título.
Cadenas, que lleva unos pocos días en el país y que estuvo presente en el Panamericano de Clubes -la Copa Libertadores o Champions League de este deporte en el continente- que se desarrolló en Ballester, valoró la labor realizada por su antecesor: "Han dado un salto cualitativo grande. Es difícil competir con el balonmano profesionalizado. Que algunos hayan comenzado a ser profesional ha ayudado. Independientemente de ganar, empatar o perder, el balonmano argentino ya es conocido en todo el mundo. El reto es difícil, pero Dady Gallardo le ha sacado el máximo de rendimiento. Con sólo algunos jugadores profesionales consiguió un rendimiento muy bueno".
Al igual que en la presentación oficial que realizó la Confederación Argentina de Handball, el ganador de dos Copa Asobal, una Liga Asobal, una Copa del Rey, tres Recopa de Europa y una Supercopa de España recalcó el cambio que deberá hacer el país para dar finalmente el gran salto: "El deporte se hizo muy físico, se necesitan jugadores con más envergadura. Hay que trabajar con los jóvenes para formarlos técnica y tácticamente. Hay que buscar jugadores altos, pero no es fácil, porque hay otros deportes que son más populares, como básquet y vóley. Pero tenemos que atraerlos y trabajarlos para igualar en ese aspecto con las potencias".
Otro punto que le interesaría que fuese modificado es la posibilidad de extender el mapa en el país. "Sería importante en algunos casos hacer algo para que los jugadores que estén en provincias que no tengan un alto nivel puedan disputar una liga más competitiva. Pero hasta que no haya profesionalidad es complicado", sostuvo, al mismo tiempo que reconoció "estamos lejos" de poder profesionalizar la liga argentina. "El balonmano aquí es como es y hay que intentar de sacar el máximo de los resultados posibles", esbozó.
Cadenas, de 62 años, viene de dirigir la Selección española, cargo que ocupó desde 2013 hasta 2016. Pese al cuarto puesto en la Copa del Mundo de Qatar 2015, el tercer lugar en el Europeo de 2014 y en subcampeonato continental en 2016 le marcaron la puerta de salida al no clasificar a los Hispanos a Río. Será el segundo entrenador español que entrene al combinado nacional. En 2005, Jordi Ribera, actual seleccionador de España y ex estratega de Brasil, dirigió al equipo en el Mundial de Túnez.
La gran meta de este Quijote será la de comandar a este grupo de Sanchos Panza a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Para ello, deberán vencer a Brasil en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde se pondrá en juego la única plaza para América.
Diego Simonet, la gran figura del equipo argentino:
Pese a que no figure en los estándares que pretende a futuro, Manolo Cadenas se rinde ante el talento que despliega Diego Simonet cada fin de semana en la competitiva liga francesa. "Es una referencia. Si bien no es muy alto, es un jugador de altísimo nivel. Demuestra que no es necesario medir dos metros para ser un jugador de talla mundial. Es espectacular, tiene una gran calidad y creatividad".
"En el balonmano se necesitan jugadores grandes y fuertes, es un mérito lo que hace Simonet. Diego, para nosotros, es una estrella, es especial. En Montpellier brilló con luz propia en la Champions League, para eliminar al quien era el campeón de Europa. Es un jugador decisivo y el estandarte para esta selección", concluyó Cadenas.
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