4 minutos con José Meolans

El ex nadador argentino habló con Infobae de su carrera, de lo difícil que es hacer un deporte amateur en el país y de lo fácil que le resulta a la mayoría considerar al otro un “fracasado”

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Esfuerzo, dedicación y perseverancia, tres palabras que José Martín Meolans repite de manera incansable cuando cuenta cómo llegó a estar 10 años entre los 10 mejores nadadores del mundo. "Claro que se necesita de talento para nadar en el más alto nivel, pero sobre todo se trata de siempre esforzarse un poco más, de siempre intentar dar una brazada más. Al menos así fue en mi caso", contó el cordobés que hoy tiene 38 años y sigue ligado al deporte mediante el cual representó a la Argentina en cuatro ediciones de Juegos Olímpicos.

(Adrián Escandar)
(Adrián Escandar)

El Tiburón visitó el estudio de Infobae TV en el marco de su reciente libro, titulado Nadar (Sudamericana), en el que repasa su carrera, la que empezó a los 5, cuando aprendió el método, fundamentalmente por el temor que sus padres tenían de que pudiera sufrir algún accidente en la pileta que sus abuelos tenían en la ciudad cordobesa de Morteros o en el río San Antonio, donde sus padres tenían una casa de veraneo. Allí da cuenta de lo difícil que fueron los comienzos por la exigencia de los entrenamientos que llegaron a ser en triple turno y que hicieron que sus días de adolescente comenzaran a las 4 de la mañana para zambullirse en una pileta y ya casi no salir de allí.

(Adrián Escandar)
(Adrián Escandar)

"Me pasaban a buscar a las 3:45, nadaba de 4:30 a 6:30hs, después iba al colegio hasta el mediodía, a la siesta hacía gimnasia y a la tarde dos horas más de pileta. Llegaba muy cansado a mi casa y no quería saber nada de estudios ni de nada. Terminé llevándome gimnasia…" recordó entre risas.

Pero así empezó todo. Pepe, tal su apodo en Córdoba, tenía talento y era evidente. A los 17 años se convirtió en el primer nadador argentino en bajar los 50 segundos en los 100 metros libres, marca que logró durante un campeonato nacional.

(NA)
(NA)

Su primera participación olímpica fue en Atlanta 1996. Allí no había objetivos deportivos, simplemente se trató de vivir la experiencia de la cita más importante a la que un atleta pueda aspirar. Luego vinieron Sídney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008. A la tercera llegó con la máxima ilusión porque la preparación y los resultados previos despertaron el pulso para ir en busca de una medalla que, se convenció, podía ganar. No pudo siquiera disputar la final olímpica. "La ansiedad me consumió", reconoce.

 
(Adrián Escandar)
(Adrián Escandar)

Aquello, sabe, fue un error estratégico. Correr la carrera en su cabeza tantas veces como le fuera posible, antes de tirarse a la pileta y, cuando ese momento llegó, estaba cansado. Y eso lo transformó en experiencia y aprendizaje, el que busca transmitir en su libro: "Pienso que puedo dejar una especie de legado contándole a la gente que no solamente reuniendo algunas condiciones se puede llegar sino que hace falta mucho más que eso. Trabajo, esfuerzo, confianza…"

Meolans está tranquilo con lo hecho. Estableció innumerables récords a nivel nacional y sudamericano. Fue campeón en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003 (oro en 100 libres y obtuvo también dos de plata en los 50m libre y 100m mariposa). Su máximo logro deportivo había sido, sin embargo, un año antes, cuando en el Campeonato Mundial de Moscú 2002 ganó el campeonato al marcar 21.36 en 50m libres, crono que en ese momento fue récord mundial.

(Adrián Escandar)
(Adrián Escandar)

"Fue el momento en que sentí que podía estar dando pelea a los mejores nadadores a nivel mundial en cualquier tipo de competencia en esos años", reconoció.

El cordobés, que en algún momento pudo haberse ido a competir al extranjero, rechazó toda oferta anti argentina. Siempre, pese a todo, optó por quedarse en el país y si bien debió superar muchos más obstáculos que sus principales competidores, no se arrepiente de haber pintado siempre su corazón de celeste y blanco. En este sentido lamenta que al que lo mira por TV le resulte tan fácil tildar de "fracasado" al que no sube a un podio.

(Adrián Escandar)
(Adrián Escandar)

"Siempre hemos sido muy exigentes todos con nuestros deportistas, el tema es también saber las diferencias que hay con el resto de los nadadores de otros países", estableció.

Y lejos de establecer cualquier debate, no tuvo dudas al mencionar que Michael Phelps, una de las máximas figuras de Río 2016 y ganador a lo largo de su carrera de 28 medallas olímpicas es "el mejor nadador de la historia y, para mí, el mejor deportista de la historia".

José Martín Meolans habla desde la calma del que todo lo dio por ser el mejor en lo suyo y sí. Lo logró.