Para la siguiente propuesta no se tuvo en cuenta la definición que le aplica la Real Academia Española al deporte, dado que su definición aparenta ser incompleta: una actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone un entretenimiento y sujeción a normas.
En este sentido, el ajedrez no debería considerarse un deporte, dado que es una disciplina en la que no se requiere de ningún esfuerzo físico y sus desafíos se basan en el aspecto mental. Naturalmente, la Asociación Internacional de Deportes Mentales confirma que este juego, junto al bridge (naipes), damas y go (fichas) se halla dentro de sus fronteras y desde el 2011 sumó al xiangqi y al póker en calidad de observadores.
Habiendo diferenciado al deporte desde ambos aspectos, el póker ingresa en la órbita de una norma que se rige por reglas con fines de entretenimiento o profesional. Como le explicó a Infobae Andrés Moll, coordinador de la escuela intellipoker.es, "existen 8 comunidades con diversos idiomas (ruso, español, portugués, alemán, húngaro, italiano e inglés) en las que millones de usuarios conviven participando de la disciplina".
En Argentina hay más de 2 millones de personas registradas en Póker Stars y todos los días entre 15.000 y 20.000 aficionados se conectan para participar en las diversas mesas online. Si bien cada uno es consciente de que hay una cuota de azar, "lo más importante es tener en cuenta las probabilidades que tiene cada uno de ganar o perder". El experto en la materia explicó que "la suerte también se inserta en otras disciplinas, pero en este juego, el que tome las mejores decisiones será el que se quede con la ganancia en el largo plazo".
"El atractivo en este caso es que en una noche de juego el resultado puede ser diverso. Es decir, que cualquiera le puede ganar a cualquiera (como en un partido de fútbol). Pero si los rivales se enfrentan de manera continua ganará el que mejor juega", analizó Moll.
En este sentido, muchos amantes del póker toman al juego como un trabajo. "En el país hay ente 750 y 1.000 personas que son profesionales", afirmó Moll en diálogo con Infobae y comparó la situación nacional con la del resto del mundo: "En países como Haití o Argentina es más fácil vivir del póker porque se utiliza una moneda internacional como el dólar ó el euro, lo que genera importes más elevados a los que se pueden obtener en países como Alemania".
Como cualquier otro deporte, en esta disciplina es necesario un perfeccionamiento permanente. Los constantes desafíos obligan a los jugadores a mejorar sus estrategias de manera continua, a tener la capacidad de controlar sus emociones, a adquirir la capacidad de análisis en la toma de decisiones y a mantener su estado físico y mental en perfecto estado ya que se requiere de muchas horas de concentración.
Si se puede considerar a una profesión en la que los deportistas tienen la capacidad de adquirir una remuneración a cambio de sus servicios, o también se puede practicar de forma amateur como divertimento, por qué no plantear la idea de empezar a considerar al póker como un deporte. En Brasil, el ex futbolista Ronaldo se convirtió en uno de los jugadores más reconocidos del planeta y la figura del momento, Neymar, va camino a seguir sus pasos cuando cuelgue los botines. Para ellos, la diversión también puede profesionalizarse.