A cinco años de la carrera que le costó la vida a Guido Falaschi

El piloto de Las Parejas murió a sus 22 años, el 13 de noviembre de 2011, como consecuencia de un tremendo accidente en Balcarce

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"Uuuh se pegó, se pegó y allí entonces Falaschi, tremendo impacto, cuando Ortelli también, tremendo accidente por Dios, por Dios se ha pegado Girolami, vamos a aguardar entonces…", dijo el relator sobre lo que ocurría en la última vuelta de la 15° final del 70° Campeonato del Turismo Carretera 2011 en Balcarce cuando Guido Falaschi recibía el tremendo impacto que le costó la vida el 13 de noviembre de 2011, fecha de la que hoy se cumplen cinco años.

El Principito, como le llamaban a Guido, tenía 22 años. Aquel domingo era uno de los candidatos al título y de hecho, en su carrera fatal, terminó segundo.

Las causas del desenlace aún se discuten: en el tramo del lamentable episodio, a la salida del puente del Autódromo Juan Manuel Fangio, de Balcarce, el piloto Leonel Larrauri venía a muy alta velocidad cuando le mostraron las banderas azules, indicadoras de que debe ceder el lugar a los que vienen detrás (los punteros). Las imágenes no dejan en claro si hizo caso a la seña o no, pero lo cierto es que se despistó, hubo un toque con el auto de Falaschi y allí se desencadenó el terrible accidente que mostró que la mayor parte de los pilotos no aminoró la marcha en medio de la cortina de tierra que había y que terminó con el golpe letal de Néstor Girolami contra el piloto que poco después murió en el Hospital de Balcarce.

(Télam)
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Luego, las discusiones en derredor de las medidas de seguridad. En el comienzo de la maniobra que terminó con la vida de Falaschi éste, tras ser tocado por Larrauri, salió despedido hacia la pared de contención que, en lugar de retenerlo impedir un golpe seco, tal su función, fue eyectado nuevamente hacia la pista, quedando su auto atravesado en medio del cemento y, allí, el fatal final.

En medio del dolor, Graciela Falaschi, madre de Guido, apuntó que Rodolfo Balinotti, médico a cargo del operativo aquel día, "le tomó el pulso con guantes de piloto y no de látex, y luego le hicieron dos agujeritos para disimular", a la vez que le envió un mensaje a Oscar Aventín, entonces presidente de la ACTC: "Que me dé el nombre de su psicólogo para que me prepare para recibir a mi hijo en un cajón".

(Télam)
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"Hoy no tengo a un hijo que me diga buen día. No tuve más vida. Él era mi vida, mi guía", añadió poco después de la pérdida de su hijo Graciela, la mamá que busca y aún no encuentra consuelo.

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