El último episodio trágico en la Fórmula 1 tuvo lugar en el Gran Premio de Japón, donde justamente habrá acción este fin de semana, por la carrera número 17 de la temporada 2016. La víctima fue Jules Bianchi, quien quedó nueve meses internado antes de su fallecimiento.
A dos años del impacto que causó su muerte, todavía continúan las investigaciones para determinar cuáles fueron los motivos de su accidente. Su padre Philippe insiste en que en caso de haberse desarrollado la carrera en condiciones normales, no debería haber sucedido.
"Algo ocurrió antes del accidente. En todos los accidentes que ha visto la Fórmula 1 en su vida, incluso los más terribles, hay repeticiones. Pero esta vez no hay imagen que muestre lo que realmente pasó", manifestó el padre del piloto que corría en ese entonces para la escudería rusa Marussia, junto al británico Max Chilton.
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Por su parte, reveló que contrató abogados para que llevaran hasta las últimas consecuencias el asunto y la verdad saliera a la luz. "Él no tuvo responsabilidad, hay demasiados elementos que hacen ver que la carrera debió ser detenida… Fue un desastre total", agregó.
Muchos de los actuales corredores conocieron a Bianchi y nuevamente les será muy especial tener que transitar por las curvas del circuito de Suzuka.