Decir que todo lo que sucedió en 2020 estuvo atravesado por la pandemia es casi tan trillado como real: desde las nuevas formas de relacionarnos hasta el modo en el que analizamos y consumimos contenidos, todo cambió. El big data permitió la recolección de datos de prácticamente cada acción de los ciudadanos a través de sus celulares y la formulación de predicciones a partir de ellos. En esta línea, a principios de año, fue un estudiante de Estados Unidos el primero en desarrollar un sitio para seguir de cerca la evolución del COVID-19: mediante web scraping, el sitio Ncov219.live recopiló, de manera automática, datos de diferentes fuentes de todo el mundo para mostrar en tiempo real los números de casos, muertos y recuperados.
El análisis de los grandes volúmenes de datos contribuyó al diseño de modelos estadísticos que arrojaron luz sobre el comportamiento humano ante la tragedia sanitaria, y, también, sobre el comportamiento del virus. Sin embargo, la tecnología no solo permitió recabar datos para intentar mantener sin desbordes los sistemas de salud, sino que también fue clave para poder llevar adelante tareas como el dictado de clases, las reuniones laborales y hasta para encontrar nuevas formas de entretenimiento. En una entrevista con DEF, Patricio O’Gorman, consultor e investigador, sostuvo que, una vez superado este proceso traumático, la sociedad no podrá hacer de cuenta que nada ocurrió. En ese sentido, señaló: “El mundo que viene va a ser una mezcla de lo que era antes del coronavirus y lo que aprendimos de esto. Un analista muy bueno, Benedict Evans, dice que pasan tres cosas. Por un lado, la aceleración de tendencias existentes, como el comercio electrónico. Por otro, nuevas prácticas que se volvieron obligatorias, como el trabajo remoto. Y el tercer cambio es el quiebre de costumbres que quizás no vuelvan más, como esos congresos y conferencias que duraban tres días en una ciudad”.
UNA NUEVA GENERACIÓN
En sintonía con lo anterior, y mientras varios especialistas analizan lo que para ellos es el comienzo de “la era del conocimiento”, los líderes de las principales potencias del mundo empiezan a disputarse el dominio de lo que será el punto cero de “la cuarta revolución industrial”: el 5G. En los próximos años, los vehículos autónomos, los semáforos inteligentes, las plantas industriales sin operarios, los chequeos médicos y las intervenciones quirúrgicas realizadas en tiempo real y de forma remota pasarán a dejar de ser conceptos de ciencia ficción para convertirse en realidades palpables. Sin embargo, detrás de esto, las tensiones entre China y EE. UU. comienzan a crecer y hacen de esto un gran punto de conflicto, que podría derivar en una reedición de aquello que se conoció como “Guerra Fría”.
Pero, además de poner el foco en las disputas geopolíticas para poder entender el mundo que se viene, es necesario conocer cómo piensan y actúan las nuevas generaciones, y más aún las mentes locales. En Argentina, un grupo de jóvenes de menos de veinticinco años son reconocidos por sus proyectos, que reflejan preocupación por las causas ambientales y la inclusión. Jerónimo Batista Bucher, Verónica Silva, Mateo Salvatto, Franco Mazzocca y Lucía Martín son algunos de los chicos y chicas de la nueva generación que trabajan por la construcción de una sociedad más justa y con mayor conciencia social: desde proyectos para combatir la contaminación del planeta hasta sitios para dar pelea contra el acoso callejero, todos aportan ideas que son reconocidas y celebradas aquí y en otras partes del mundo.
CIENCIA ARGENTINA
El coronavirus, además de traer consigo una gran crisis que sacudió fuertemente las estructuras sociales, sanitarias y económicas, llegó también como una oportunidad para visibilizar la labor del campo científico nacional. Además del resultado de trabajos como el barbijo desarrollado por investigadores del Conicet, hubo lugar para desarrollos como el que impulsó el científico mendocino Walter Manucha, quien, junto a su equipo, estudió los beneficios de la vitamina D en la lucha contra el COVID-19.
Sin embargo, este año no solo sirvió para que la ciencia ocupara las primeras planas de varios medios de comunicación. Además, representó la oportunidad y el desafío de repensar las formas en las que se construye este campo del conocimiento. El reconocido investigador Diego Golombek, los biólogos Pedro Bek y María Eugenia López, y la comunicadora y licenciada en Ciencias Ambientales Agostina Mileo fueron algunos de los divulgadores que, en diálogo con DEF, brindaron su mirada sobre la realidad, el presente y los desafíos que tiene para el futuro la ciencia nacional.
ACCIÓN EN PANDEMIA
Así como los científicos y los médicos, el personal de las FF. AA. locales también fue un gran protagonista del año que se va. En Córdoba, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) fue el responsable de los controles y la logística para que las autoridades provinciales pudieran adoptar medidas eficaces para aislar brotes y atender a los sectores con mayor riesgo. “Esta es la primera gran experiencia que tiene la provincia en materia de coordinación interinstitucional y articulación de un centro estratégico para hacer frente a una gran emergencia sanitaria”, manifestaba, en julio pasado, el doctor Juan Ledesma, a cargo de la coordinación del COE central de Córdoba, en diálogo con nuestro medio.
Además de estas operaciones, diferentes unidades de las distintas Fuerzas trabajaron muy duro para brindar ayuda y alimentos a los que menos tienen. Un ejemplo de ello fue la labor de los hombres y mujeres de la Armada Argentina para poder asistir al centenar de familias que viven a orillas del río Paraná. En conjunto con personal de la Cruz Roja, enfermeros y asistentes sociales, ellos también dijeron presente en el que, según las distintas autoridades militares, fue “el despliegue más grande después de Malvinas”.
UNA OPORTUNIDAD PARA REPENSAR LAS CIUDADES Y EL AMBIENTE
Además de la ciencia y la tecnología, el ambiente ocupó buena parte de la agenda en los medios. Uno de los términos nuevos que incorporamos los bonaerenses y los porteños fue AMBA, y, con él, todos los déficits que generaba la combinación de una superficie pequeña de espacio con una gran densidad demográfica. Uno de los mayores problemas que quedaron a la luz, cuando se recomendaron las salidas al aire libre, fue el de la falta de planificación y de espacios verdes en la ciudad y el conurbano bonaerense.
A raíz de este concepto, DEF entrevistó al arquitecto Gabriel Lanfranchi para abordar lo que se conoció como “la nueva normalidad” en las ciudades. “Creo que habrá una revalorización del espacio público de cercanía y que una de las cosas que hacíamos mal era destinar más del 70 por ciento de nuestro espacio público a los autos. Ahora eso va a cambiar: al haber menos flujo de transporte por un tiempo, es probable que empiecen a tomarse decisiones asociadas a la peatonalización de algunos centros, o incluso, la propuesta de las supermanzanas”, sostuvo.
MALVINAS Y UN ANIVERSARIO ESPECIAL
A pesar de que el aislamiento y la cuarentena impidieron llevar adelante actos de conmemoración y homenajes presenciales a los veteranos de Malvinas, nada pudo detener el reconocimiento a nuestros héroes. Los relatos de los últimos combates según sus protagonistas, los recuerdos del coraje y valor de los médicos que estuvieron en la guerra, y el testimonio de los soldados que custodiaron con su vida las banderas que trajeron de regreso de las islas fueron algunos de los textos con historias vivas que publicó DEF en su espacio en Infobae. A lo largo de cada una de esas entrevistas, los veteranos no solo recordaron con orgullo su participación en Malvinas, sino que también expresaron sentidos mensajes de apoyo y unidad a toda la sociedad para que fuera fuerte en los momentos más duros de la pandemia en el país.
LA ANTÁRTIDA, SIEMPRE PRESENTE
Para finalizar, uno de los temas que siempre tiene lugar en nuestra agenda es la presencia argentina en el Continente Blanco. Desde testimonios con antárticos para conocer cómo fue la vida en base Esperanza este año tan particular, hasta la celebración del 116º aniversario del izamiento de la bandera nacional en la isla Laurie del archipiélago Orcadas del Sur, hasta llegar a la noticia de la inclusión de la Antártida a la plataforma continental, varias fueron las notas con las que el medio intentó mantener presente la importancia de la soberanía nacional en ese lugar del mundo.
* Esta nota fue producida y escrita por una miembro del equipo de redacción de DEF
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