A fines de noviembre, con el país convulsionado por razones que pocos olvidarán, una noticia pasó desapercibida: un grupo de estudiantes mendocinos (junto a un compañero guatemalteco) es finalista del Space App Challenge, una convocatoria que organiza la NASA con problemáticas relacionadas a la Tierra y el espacio para que los participantes ofrezcan soluciones. “Podía competir desde un niño hasta alguien con un doctorado”, cuenta a DEF Sergio Dubon, integrante del equipo llamado Zonda Incorporated.
De las categorías disponibles, ellos eligieron el tema inundaciones. Tenían dos días para desarrollar un proyecto y presentar el prototipo; dos días tardaron en presentar Flut Mapper, una aplicación que brinda información para prevenir daños por inundaciones en un área determinada.
Se presentaron 2303 proyectos de todo el mundo. De los 30 proyectos finalistas, los seis ganadores globales se anunciarán en enero y recibirán una invitación para presentar sus proyectos a la NASA y otras organizaciones espaciales, como ESA, JAXA, CNES y CSA. Además, si el viaje se considera seguro por las condiciones epidemiológicas, los ganadores serán invitados a visitar las instalaciones de la NASA con el Space Apps Global Organizing Team para ver el lanzamiento de una nave espacial en vivo.
Los participantes que representarán a Argentina son un equipo de cuatro: Julieta Porta (22), estudiante de Ingeniería Comercial; Sebastián Calvera (23), ingeniero mecánico; Sergio Dubon (25), ingeniero químico y estudiante de Telecomunicaciones; y Wenceslao Villegas (23), estudiante de Ingeniería en Sistemas.
‘Podía competir desde un niño hasta alguien con un doctorado’, cuenta a DEF Sergio Dubon, integrante del equipo llamado Zonda Incorporated.
En un encuentro por Zoom, DEF dialogó con Porta, Calvera y Dubon.
P: ¿En qué consiste el proyecto y cómo llegaron a idearlo?
Sergio Dubon: Cuando sucede una inundación, que pasa a menudo en Centroamérica o México, que son azotados por huracanes, no hay una manera de cuantificar el daño causado, ni a nivel infraestructura, ni a nivel económico. El proyecto del área en la que participábamos consistía en una metodología que nos permitiera decir: “El daño fue este, en estas infraestructuras críticas, con un costo aproximado de tanto”, para así poder prevenir y planificar. En este caso, el proyecto es resolver la problemática de cuantificar daños causados por inundaciones. Ese es el problema que nos planteaba la NASA que debíamos resolver.
Sebastián Calvera: En el Challenge, hay muchos desafíos, uno puede elegir, pero las bases generales las establece la NASA.
SD: En el concurso, primero seleccionaban por categoría, por ejemplo, los que participan en inundación, pero en las instancias finales se mezcla todo. Inundaciones, incendios, todas las categorías.
SC: Son dos días en los que hay que armar todo. El primer día debimos leer mucho, buscar los papers. Sergio encontró uno para correlacionar la profundidad con los daños, más un par de documentos que nos dio la NASA. Pero, a grandes rasgos, sería: la mecánica del procesamiento de datos, la programación de la aplicación en sí, la generación del modelo físico, y después, el modelo de negocios.
El proyecto del área en la que participábamos consistía en una metodología que nos permitiera decir: ‘El daño fue este, en estas infraestructuras críticas, con un costo aproximado de tanto’, para así poder prevenir y planificar. En este caso, el proyecto es resolver la problemática de cuantificar los daños causados por inundaciones.
P: ¿Cómo resolvieron la condición de que el proyecto fuese rentable?
Julieta Porta: Lo que se busca es que todo proyecto genere más beneficios que costos. Entonces, como estamos enfrentando una problemática que no se puede evitar, tratamos de que se ahorren los costos en daños, que ya se producen solos por la inundación. Ese fue un punto a favor. Además, las inundaciones son el desastre natural que más muertes causa en Latinoamérica.
P: ¿Qué otros requisitos había?
JP: La NASA nos pide prototipar, entonces hicimos una demostración interactiva.
SC: Otra de las cosas que pedía la NASA era cruzar información entre las distintas agencias, por ejemplo, nosotros usamos imágenes que toman misiones de la Unión Espacial Europea y que procesa la NASA, entonces se va cruzando todo.
JP: La información está disponible, pero está sesgada entre los gobiernos, que era lo que planteaba la NASA. Nosotros traducimos esa información, la procesamos y la mostramos para que los gobiernos tomen decisiones. Acortamos la brecha entre la información y las personas que toman decisiones.
P: ¿Cuál fue el principal desafío en esos dos días?
SC: Llegar con el tiempo, eso lo primero. Si te plantean el desafío, algo se te ocurre. El tema es encontrar algo que puedas hilvanar con lo que ya está, con lo que es realizable, que cumpla con ciertas expectativas y, sobre todo, que tenga impacto. Estuvimos todo el primer día tratando de definir la idea y ver qué valor podíamos sumar. Por eso, hablamos mucho de compartir la información, de distribuirla, de cortar con el sesgo de que solo el que tiene el satélite puede acceder a la información. Es enfocarse en generar una idea que sume impacto y valor.
SD: Uno de los grandes problemas es que la información estaba muy dispersa. Te daban miles de imágenes satelitales de Europa, Estados Unidos, pero nada muy ordenado. Y las plataformas que hay no son nada intuitivas.
La información está disponible, pero está sesgada entre los gobiernos, que era lo que planteaba la NASA. Nosotros traducimos esa información, la procesamos y la mostramos para que los gobiernos tomen decisiones. Acortamos la brecha entre la información y las personas que toman decisiones.
SELECCIÓN Y VEREDICTO
Los proyectos habían sido preseleccionados a nivel regional por un jurado multidisciplinario de profesionales. Durante 2020, la organización The Mars Society Argentina organizó el evento de forma virtual para las sedes de Mendoza, San Juan y Bariloche. Para el resto de las localidades argentinas que también participaron, otras entidades abocadas al espacio estuvieron a cargo de la organización.
Los seis ganadores serán anunciados en enero. Las categorías son Mejor uso de datos, Mejor uso de tecnología, Impacto galáctico, Más inspirador; Mejor concepto de misión y Mejor uso de la ciencia. El premio para los ganadores será una visita a la sede de la NASA en Cabo Cañaveral. Por otra parte, a algunos de los proyectos finalistas se les otorgará una licencia anual para acceder a datos de las agencias espaciales, instancia fundamental para que el proyecto pueda llevarse a gran escala.
* Esta nota fue producida y escrita por una miembro del equipo de redacción de DEF
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