En los últimos años, Miami se ha convertido en un gran polo de inversiones de argentinos que buscan expandir sus negocios inmobiliarios en la ciudad y sus zonas aledañas. La gran oferta tiene también su correlato del lado de la demanda: de acuerdo con el último informe de la Asociación de Agentes de Bienes Raíces de Miami, los argentinos encabezan el ranking de compradores, con adquisiciones por un monto total de 1,08 mil millones de dólares.
Los extranjeros que adquieren propiedades en Miami representan un 34 % del total de las ventas, según datos de la misma asociación. Mientras entre 2011 y 2017 el porcentaje comprado por los latinoamericanos mermó, los argentinos pasaron de representar el 11 % de compradores extranjeros al 15 %, convirtiéndose así en los primeros del ranking de compradores extranjeros de propiedades, seguidos por los venezolanos (11 %), los canadienses (9 %), los colombianos (9 %) y los brasileños (8 %).
Según el mismo informe, el 64 % de los compradores argentinos se concentran en propiedades en el Condado de Miami-Dade, donde el valor promedio de las transacciones fue de 399,9 mil dólares.
Pero los argentinos no solo compran, también son inversores destacados en la industria del real estate de Miami, un sector en expansión.
Jorge Pérez, conocido como el "Donald Trump latino", es uno de los que más fama ha cobrado, en particular a partir de su amistad con el presidente Trump. Hijo de padres cubanos pero nacido en la Argentina, en 1979, Pérez fundó el Related Group, que lleva construidos más de 90.000 condominios y complejos de departamentos en el sur de Florida. Es conocido como "el rey de los condominios de Miami", y es "el latino más rico de EE. UU.", según Forbes. Su fortuna está valuada en 3 mil millones de dólares.
Una década más tarde, en los 90, el empresario Sergio Grosskopf desembarcó en Miami para expandir el negocio familiar con Château Group, cuyo portfolio en Buenos Aires incluye los shoppings Alto Palermo y Alto Avellaneda, y las residencias Torre Château Libertador and Torre Château Puerto Madero y, en Punta del Este, una serie de torres residenciales sobre La Mansa. En Miami, el Grupo desarrolló residencias de máximo lujo, como Fendi Château, en Surfside, Château Beach, en Sunny Isles Beach, Freedom Tower en el centro de la ciudad, entre otras.
En la actualidad, junto a Fortune International Group, también de capitales argentinos, trabajan en el desarrollo de las residencias Ritz-Cartlon, en Sunny Isles Beach, cuya inauguración se prevé para este año. Se trata de una torre de 52 pisos con penthouses de entre 3 y 5 dormitorios, con terrazas y piletas privadas, con precios que trepan hasta los 21 millones de dólares.
El empresario Edgardo Defortuna, presidente de Fortune International Group, también llegó a Miami en la década del 90, cuando lanzó su propio emprendimiento: Fortune Development Sales, antecesora de la actual firma, que ofrecía servicios de venta de condominios para empresas desarrollistas. A finales de los 90, la empresa se convirtió en una compañía desarrollista con peso propio, con un staff formado por arquitectos, diseñadores, ingenieros y otros profesionales de la construcción.
Eduardo Costantini y su desarrolladora, Consultatio, están desarrollando, por su parte, los complejos residenciales Oceana, en Key Biscayne y Bal Harbour. El primero de ellos, cuya construcción se completó a fines de 2014, es un exclusivo complejo con 154 unidades, en 4 hectáreas de terreno, con el valor agregado de 152 metros lineales de playa propia. Por su parte, Oceana Bal Harbour, en construcción, contará con 234 departamentos, en un condominio de 5,54 hectáreas frente al mar.
Los argentinos Luis Pulenta y Ricardo Glas fundaron en los 90 la desarrolladora MDM Group, enfocada en la hotelería. En 1998, se embarcaron en un proyecto visionario: el JW Marriott Hotel Miami, el primer hotel de lujo enclavado en la avenida Brickell, en la zona financiera de la ciudad. Posteriormente, fueron protagonistas de la transformación del distrito comercial Dadeland, con la inauguración del Hotel Courtyard, y de los condominios Met 1, Met 2 y Met 3, en pleno centro de Miami. El último gran proyecto del grupo es el Marriott Marquis World Convention Center, en Downtown Miami, un hotel y centro de convenciones con 1700 cuartos y espacio diseñado para alojar diversos tipos de exposiciones, salones para eventos y salas de reuniones.
En la última década, fue el turno de Melo Group, encabezado por José Luis Ferreira de Melo y sus hijos Carlos y Martín. Fundada originalmente en 1948 en Buenos Aires, la firma familiar se expandió a Miami en 2001 y actualmente está detrás de una veintena de proyectos inmobiliarios de residencias de lujo en Miami y Key Biscayne. Uno de sus últimos proyectos inaugurados es Aria on the Bay, una torre de 53 pisos con 648 unidades residenciales y casi 40000 pies para locales comerciales.
Más recientemente, Alan Faena se sumó a la lista de los argentinos en desembarcar en Miami. Además de sus desarrollos en Punta del Este y en Puerto Madero, extendió su imperio a esta ciudad, a donde exportó su impronta de opulencia y extravagancia, con la que buscó integrar residencias y hoteles con arte y espacios culturales.
En 2015, se inauguró el célebre Faena Hotel Miami Beach, a partir de la reconversión de un edificio que era una joya del art decó, junto con su socio ucraniano Len Blavatnik, con una inversión de más de 550 millones de dólares. En sus pisos 13 y 14, el Hotel cuenta con 10 residencias penthouses de 1 a 3 dormitorios, con acceso prioritario a las facilidades del Hotel. En el mismo año, rompió récords al vender por 60 millones de dólares un penthouse de 3600 m².
En 2016 inauguró un exclusivo barrio en el corazón de Miami Beach, el Faena District con hoteles de lujo, un centro cultural, un complejo comercial y espacios gastronómicos. El Faena Forum, diseñado para la realización de exposiciones culturales, el Faena Bazar, para locales comerciales y la realización de eventos, y el Faena Park, un estacionamiento también con espacio comercial, son las tres joyas arquitectónicas del nuevo distrito.
El próximo año verá la luz un nuevo desarrollo argentino en Miami, ya que para entonces se prevé la inauguración del desarrollo del supermercadista Alfredo Coto y su hijo Germán, en asociación con la emblemática automotriz británica Aston Martin: un suntuoso proyecto inmobiliario en el céntrico Biscayne Boulevard de Miami. The Aston Martin Residences tendrá 66 pisos y 390 departamentos. La automotriz no solo prestará su marca, sino que será responsable del diseño del lobby, el spa y las áreas comunes del edificio. Lo más llamativo de la venta de estas unidades es el "combo" ofrecido, que incluye un regalo muy especial: un Aston Martin Vulcan. "Es el edificio donde viviría James Bond", bromea Germán Coto.
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