¿Cómo funciona el SAOCOM, el nuevo satélite argentino?

Entre el 28 de septiembre y el 4 de octubre próximos, se lanzará al espacio el quinto satélite industria argentina, el SAOCOM 1A. DEF dialogó con Raúl Kulichevsky, Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales) y con Laura Frulla, investigadora principal del proyecto, para conocer los detalles. Por Francisco Reyes.

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Las autoridades y el equipo del proyecto SAOCOM 1A durante la carga del satélite en el avión Antonov 4. Prensa CONAE.
Las autoridades y el equipo del proyecto SAOCOM 1A durante la carga del satélite en el avión Antonov 4. Prensa CONAE.

El Satélite Argentino de Observación Con Microondas SAOCOM (Satélite Argentino de Observación Con Microondas), es una constelación de dos satélites de observación terrestre, (SAOCOM 1A y 1B), que, una vez en órbita, brindará datos fundamentales para la agricultura y el pronóstico de inundaciones. SAOCOM forma parte del Sistema Ítalo-argentino de Satélites para Gestión de Emergencias (SIASGE), que ahora pasará a constar de seis satélites en órbita. El 1A se va a lanzar entre el 28 de septiembre y el 4 de octubre, y el 1B, a mediados de 2019.

En su desarrollo, el equipo de la CONAE trabajó de cerca con los usuarios del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional del Agua (INA), quienes colaboraron en lo referido al desarrollo de los productos que ofrecerá el satélite, como por ejemplo, los mapas de humedad de suelo. También aportaron su conocimiento sobre las propiedades del suelo y modelos hidrológicos. A su vez, trabajaron con integrantes de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), del INVAP (empresa argentina de alta tecnología dedicada al diseño, integración, y construcción de plantas, equipamientos y dispositivos en áreas de alta complejidad), entre otros organismos.

El equipo que hizo posible el SAOCOM. Foto: CONAE.
El equipo que hizo posible el SAOCOM. Foto: CONAE.

El satélite está específicamente diseñado para que pueda servir a la agricultura y a la hidrología, pero también, por ejemplo, permitirá la generación de modelos digitales de elevación del suelo, modelos hidrológicos, para generar pronósticos de inundaciones, ciertas aplicaciones meteorológicas, que si bien existen, son más bien en el caso de áreas cubiertas por agua, por ejemplo en el mar, donde será posible determinar sendas de lluvias, información fundamental para la navegación.

El SAOCOM 1A pesa 3.000 kg y podrá tomar 225 imágenes por día. Tiene tres paneles solares y una plataforma de servicio de 4,7 m de altura por 1,2 m de lado. Observará el planeta Tierra día y noche, con lluvia, nubes y podrá trasmitir gracias a su antena radar de apertura sintética de siete paneles.

Una vez en el espacio, la antena radar del satélite emitirá hacia la Tierra pulsos en microondas que interactuarán con los elementos de la superficie. Esos pulsos volverán a la antena y brindarán información de los elementos que puedan encontrar en la Tierra (hielo, vegetación, suelo, agua, edificios, barcos, etc.). Allí el satélite recibirá esos pulsos y generará paquetes de datos que enviará al Centro de Control de la Misión, ubicado en Córdoba, Argentina.

Los técnicos trabajan en la antena del satélite argentino. Foto:Gentileza INVAP.
Los técnicos trabajan en la antena del satélite argentino. Foto:Gentileza INVAP.

El Sistema Ítalo-argentino de Satélites para Gestión de Emergencias (SIASGE) al que se integra SAOCOM, a su vez, cuenta con cuatro satélites que son desarrollados por la Agencia Espacial Italiana (AEI), llamados COSMO-SkyMed. Los dos satélites argentinos, sumados a los cuatro italianos, permitirán un mapeo global del suelo y de los cursos hidrográficos. "De esta manera se logra tener seis satélites orbitando alrededor de la tierra y obteniendo información cuasi simultánea de todo el planeta, lo cual refuerza las posibilidades que tiene cada constelación por sí misma, esto lo hace único en el mundo", precisó a DEF Laura Frulla, investigadora principal de la Misión SAOCOM, de la CONAE.

Gracias a la cooperación que hay entre las agencias espaciales de la Argentina (CONAE) e Italia (AEI), según detalló Frulla, se podrá disponer de forma bonificada de las imágenes de la Argentina captadas por los satélites italianos COSMO para instituciones gubernamentales e instituciones académicas locales.

De esta manera se logra tener seis satélites orbitando alrededor de la tierra y obteniendo información cuasi simultánea de todo el planeta

Este proyecto, en el que trabajaron alrededor de 900 profesionales y técnicos, surgió hace diez años a partir de un grupo de investigadores y técnicos que tuvo que trabajar y estudiar mucho, ya que no existía experiencia en el tipo de instrumentos que lleva a bordo el SACOM. "Como todo proyecto en la CONAE, nació a partir de consultas de usuarios, por eso es que está destinado a ser aplicado especialmente a la agricultura y a las emergencias. El abanico de aplicaciones es bastante vasto y satisface todo lo planteado en el Plan Espacial Nacional que tenemos", sostuvo Frulla.

El SAOCOM 1A. Foto: Prensa CONAE.
El SAOCOM 1A. Foto: Prensa CONAE.

El traslado
"El 1 de agosto se trasportó el satélite a la Base Aérea de Vandenberg, en California, EE. UU., donde va a ser lanzado", explicó a DEF Raúl Kulichevsky, Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, y agregó que este movimiento requirió del alquiler de un avión Antonov 124, uno de los aviones de carga más grandes que existen. Esto se debe a que no solo se transportan el satélite en su contenedor, sino también una cantidad muy importante de equipos, necesarios durante la campaña de lanzamiento.

Si bien el satélite ya está en la base de lanzamiento, el 10 de agosto se dio inicio a un período de 40 días en el que la CONAE verificará que el satélite se encuentre funcionando adecuadamente. En este sentido, Kulichevsky precisó: "En estos 40 días, se verifican los sistemas de comunicación con las estaciones terrenas y, además, completamos algunas tareas que no tienen sentido hacerlas acá, porque son inviables, como la parte de la carga de combustible, por cuestiones de riesgos y seguridad, se realiza in situ unos pocos días antes del lanzamiento".

Alrededor de 15 personas se encuentran trabajando allí, en Vandenberg, entre personal de la CONAE, INVAP y la empresa argentina VENG. Técnicos de la CONAE también trabajan desde la Argentina. "Hay una o dos personas responsables de comunicaciones, a cargo del tema desde el punto de vista del satélite, que viajan a la base de lanzamiento para poder hacer los preparativos necesarios para el ensayo en este ámbito, y aquí en la Argentina, queda la gente que normalmente trabaja en la estación terrena para verificar que la comunicación se haga de manera adecuada", detalló Kulichevsky.

El lanzamiento

Según el director de la CONAE, es normal que en este tipo de lanzamientos haya condiciones climáticas que condicionen la misión. "Desde el 28 de septiembre hasta el 4 de octubre, tenemos una ventana. Hay que entender que el lanzamiento no se puede hacer en cualquier momento del día, ya que para que el vehículo lanzador pueda llevar el satélite a su lugar requerido en la posición orbital, lo tiene que hacer en un determinado horario, que es un lapso de tiempo bastante corto", explicó.

El lanzador de la compañía Space X, que enviará el satélite al espacio. Foto: CONAE.
El lanzador de la compañía Space X, que enviará el satélite al espacio. Foto: CONAE.

El lanzamiento del SAOCOM es el inicio del proyecto. "Uno pone un satélite en órbita para poder empezar a brindar información. La expectativa de vida de los satélites es de 7 años, por lo cual el lanzamiento da inicio a todo el trabajo que después la CONAE tiene que seguir haciendo en cuanto al mantenimiento en órbita del satélite, elevarle los comandos, recibir toda la información, y después procesarla y distribuirla a los usuarios", detalló Kulichevsky, y añadió: "Poner el satélite en órbita concluye una etapa pero inicia otra, que en definitiva es la más importante, que es acercar la información del satélite a todos los usuarios que lo requieren".

El desarrollo del proyecto y todas las actividades que se están desarrollando en la Base de Lanzamiento y en la Argentina se hacen en equipo. "Una de las premisas que la CONAE ha tenido a lo largo de su historia ha sido la de que justamente los proyectos satelitales sean una oportunidad para el desarrollo tecnológico no solo de la CONAE, sino que exista también la posibilidad de colaboración con organismos de Ciencia y Técnica", precisó Kulichevsky.

Poner el satélite en órbita concluye una etapa pero inicia otra, que en definitiva es la más importante, que es acercar la información del satélite a todos los usuarios que lo requieren

Así es como en el proyecto existen empresas que colaboran con la CONAE como proveedores de una tecnología que es muy particular, como el INVAP, VENG y también grupos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), grupos de la Universidad Nacional de La Plata como el CEMA, integrantes de empresas de base tecnológica de desarrollo y apoyo de software.

"Parte de la tarea que tenemos es coordinar las tareas, lo que nosotros llamamos la 'ingeniería de sistema', que desde el punto de vista de los responsables del proyecto implica ver que todas las piezas trabajen adecuadamente y encajen de una manera colaborativa", agregó Kulichevsky.

Esto es muy importante según el Director Ejecutivo, por ejemplo, con la relación de la CONAE con la empresa SpaceX, proveedora de los servicios de lanzamiento, ya que de ello depende el éxito de la misión: "El SAOCOM ha sido una experiencia única, por la complejidad propia del proyecto, el proyecto más ambicioso que alguna vez hayamos desarrollado en la CONAE, ha implicado un nivel de colaboración con otros organismos muy importante y la experiencia que hemos ganado es invaluable".

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