A través de la plataforma virtual del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), Editorial Taeda presentó su nuevo libro Ciberdefensa. Claves para pensar una estrategia de soberanía nacional. El evento fue moderado por Juan Battaleme, secretario académico del CARI, y contó con la participación, como oradores, del ingeniero Sergio Rossi, secretario de Estrategia y Asuntos Militares del Ministerio de Defensa; el embajador Alfredo Morelli, director del Grupo de Trabajo sobre Políticas Digitales y Ciberespacio del CARI; el presidente de Taeda, Mario Montoto; el doctor Raúl Palenque, del mismo grupo de estudios; y el presidente del CARI, José Octavio Bordón. Como coordinadores de la flamante obra, expusieron Sol Gastaldi y Leandro Ocón, investigadores de la Universidad Nacional de la Defensa (Undef). Entre el numeroso auditorio presente de manera virtual, cabe destacar la participación del exsubsecretario de Ciberdefensa, Alfredo Parodi; y del actual responsable de esa área dentro del Ministerio de Defensa, Oscar Ramón Niss.
“Los Estados continuarán usando operaciones cibernéticas como herramientas de poder”, manifestó, en la apertura, el embajador Morelli, quien hizo un sucinto recorrido sobre el panorama del sector y las previsiones de cara al futuro. “Lo más dramático va a ser el uso de la inteligencia artificial para realizar operaciones de hackeo”, alertó. A su turno, Sol Gastaldi repasó los interrogantes que intentaron dilucidar a lo largo del libro y se refirió a la importancia de incorporar el factor humano a los aspectos meramente tecnológicos, a la hora de definir el ciberespacio. En ese sentido, retomó la definición del académico estadounidense Joseph Nye, quien define el “ciberpoder” como “un ámbito donde no solamente las personas u organizaciones, sino también los Estados pueden obtener determinados resultados y alcanzar objetivos gracias a los recursos electrónicamente interconectados del ciberespacio”. “Pensándolo en clave estratégica, el ciberespacio se ha convertido en un escenario en el que convive y actúa una gran cantidad de actores con distintos intereses, muchas veces contrapuestos”, completó, además de advertir que las acciones en ese ámbito “los atacantes no tienen rostro”. Caracterizó, por último, muchas de esas operaciones en el ciberespacio como una “zona gris” entre la diplomacia y la guerra.
UN “APORTE ACTUAL Y ORIGINAL” AL DEBATE
Una de las grandes disyuntivas que plantean las relaciones en el ciberespacio es la de cómo ejercer allí la soberanía, coincidieron tanto Gastaldi como su colega Leandro Ocón. Este último enmarcó la publicación de esta obra en el “momento de alta prioridad política y teórica de los temas de la ciberdefensa, la ciberseguridad y el ciberespacio”. Recordó, como hecho más reciente, el ciberataque que afectó al sistema de oleoductos de la compañía estadounidense Colonial Pipeline, considerado como uno de los mayores atentados cibernéticos a una infraestructura crítica de EE. UU. “Este libro representa un aporte original desde la ciencia política, las relaciones internacionales, la geopolítica y los estudios de seguridad y defensa, con investigación propia que responde a todos los principios metodológicos y académicos de la disciplina”, agregó Ocón, quien remarcó la “actualidad” de este aporte al debate desde la mirada de un grupo de académicos argentinos.
La intervención de Raúl Palenque, miembro del Grupo de Políticas Digitales del CARI e integrante de la Unidad Ejecutiva del Comité de Ciberseguridad que se encarga de la elaboración de la estrategia nacional sobre la materia, se centró en la cuestión de la soberanía. “La soberanía es un concepto que tiene anclaje territorial; entonces, si entendemos por ciberespacio la infraestructura física, las redes, los servidores y las plataformas, está claro que los Estados pueden ejercer allí su soberanía”, afirmó. Sin embargo, acto seguido, matizó: “Si el ciberespacio es también un flujo intangible e infinito de datos que circulan por redes, sobre las cuales no se puede ejercer control, entonces el ejercicio de la soberanía por parte de los Estados es muchísimo más difícil”. A modo de conclusión, invitó a repensar la soberanía alejándonos de la concepción tradicional basada en el territorio y comparó las concepciones contrapuestas del ciberespacio entre gobiernos autoritarios y democracias liberales occidentales. Un último punto que señaló es la dificultad que tienen países alejados de los centros de poder mundial, como la Argentina, para ejercer su “jurisdicción” en el ciberespacio, dado que los datos que por allí circulan y que constituyen la evidencia de eventuales delitos se encuentran alojados en servidores ubicados en otras latitudes.
CÓMO PENSAR EL “QUINTO DOMINIO SOBERANO”
Al tomar la palabra, el presidente de Taeda, Mario Montoto, remarcó que “el ciberespacio se ha convertido en el nuevo campo de batalla, lejos de las fronteras tal como las conocimos y de la histórica concepción de la defensa nacional como la protección de la soberanía terrestre, aérea y marítima de un país”. Añadió que este nuevo ámbito representa un desafío para los gobiernos de todo el planeta. “En un escenario asimétrico, es fundamental contar con las herramientas para defender lo que los expertos ya consideran el quinto dominio soberano, que atraviesa transversalmente los históricos cuatro dominios de la defensa (terrestre, aéreo, marítimo y espacial). Remarcó, asimismo, que “el ciberespacio está siendo utilizado, en la actualidad, por actores políticos estatales y no estatales para dirimir disputas geopolíticas sin necesidad de movilizar tropas, buques o sistemas aéreos”. Hizo énfasis en la necesidad de un trabajo conjunto de nuestro país y sus socios en el hemisferio americano, frente al “innegable interés de potencias extrarragionales por interferir y generar ruidos políticos en esta parte del planeta”. Finalmente, citó el ejemplo exitoso de Israel, un Estado pionero en el diseño de una política de ciberdefensa, tal como expone en el prólogo del libro el experto de ese país, Buki Carmeli, quien fue el primer director de la Autoridad Nacional de Ciberdefensa israelí.
En su alocución, el secretario de Estrategia y Asuntos Militares del Ministerio de Defensa, Sergio Rossi, recordó la evolución que han tenido en nuestro país las perspectivas sobre la problemática de la ciberdefensa en la última década. “Asistimos al surgimiento de un paradigma tecnológico que impacta, se despliega y no se termina de asentar en el término de una generación”, aseguró el funcionario, al tiempo que consideró “imperativo construir nuestro propio punto de vista sobre la materia en la Argentina”.
En el cierre del evento, el presidente del CARI, José Octavio Bordón, celebró la construcción de consensos en materia de política exterior y defensa nacional, entre otras áreas, y dejó abiertas las puertas de la institución como “un ámbito de encuentro, el diálogo y el aprendizaje y la comprensión de lo que está sucediendo en el mundo, con ojos y sensibilidad argentina”.
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