El coronel y comandante de Aviación de Ejército, Alexis Iván Dubowik, manifiesta el valor profesional del personal que integra la Aviación de Ejército, una organización versátil que se despliega a lo largo y a lo ancho de todo el territorio argentino. “Este año, nos ha tocado participar en la Operación ‘General Manuel Belgrano’ para dar apoyo en la pandemia desatada por el COVID-19. El hecho de venir trabajando desde hace tiempo en operaciones de protección civil nos permitió configurarnos rápidamente para poder brindar la asistencia”, detalla.
Las distintas organizaciones militares que posee este Comando respetan el despliegue territorial del Ejército. Eso les permite volar en todos los ambientes geográficos y estar listos cuando se requiere un apoyo: desde la llanura pampeana hasta la puna, y desde la Patagonia hasta la Mesopotamia.
La misión de combatir los incendios
Estos aviadores intervienen en operaciones militares mediante la ejecución de funciones de combate, en forma sostenida, a fin de potenciar y facilitar la conducción táctica terrestre. Sin embargo, según el coronel, el despliegue permite adaptar rápidamente a esta organización para participar de operaciones de protección civil y apoyo a la comunidad.
En lo que respecta a este tipo de misiones, los pilotos del Ejército han trasladado carga para el armado de terraplenes en inundaciones, transportado insumos hacia poblados aislados por la nieve, y, recientemente, participado en el plan de lucha contra el fuego en los incendios cercanos a Rosario y en el norte de Santa Fe. En ese sentido, Dubowik relata que, en estas oportunidades, ellos se encargaron del traslado de brigadistas y agrega que ya alistaron y adaptaron un Bambi Bucket (helibalde) para comenzar a lanzar agua: “Estamos trabajando para poder brindar más apoyo en caso de que se lo requiera”.
Más allá de estos trabajos, el asistir en los incendios también supone un incremento del mantenimiento de las aeronaves, ya que la ceniza afecta a las turbinas y los compresores. “En esos vuelos, hay que estar permanente alistado porque hay veces que el viento rota, cambia de dirección, y los brigadistas pueden quedar atrapados así que los helicópteros son los únicos que pueden evacuarlos rápidamente”, agrega.
Vuelos en pandemia
En relación con los trabajos en el marco de la lucha contra el COVID-19, desde Aviación explican que se trató, en su mayoría, del transporte de insumos médicos. De hecho, al comienzo de la pandemia, los ruidos de los helicópteros pudieron oírse en la Capital Federal: se trató de vuelos de reconocimiento que, en muchos casos, buscaron determinar los posibles lugares de aterrizaje próximos a los centros médicos. En uno de esos vuelos, los aviadores llevaron a la Virgen de Luján que estuvo en Malvinas a sobrevolar el AMBA.
En estas asistencias, las aeronaves del Ejército resultaron necesarias porque muchas veces, los insumos que son llevados a las capitales en avión luego son repartidos a las distintas localidades provinciales en los helicópteros. “Como lo hace toda la Fuerza, estamos alistados y nos estamos adiestrando, no solo en Campo de Mayo, sino en todo el despliegue territorial que tenemos”, detalla, al tiempo que señala que poseen aviones Cessna 208 Grand Caravan preparados para realizar vuelos sanitarios.
Los hombres del Ejército, pioneros en materia aérea
En las instalaciones de aviación se mantiene vivo el recuerdo de los pioneros. Cuentan que, antes de la creación de la Fuerza Aérea, el primer hombre que cruzó los Andes en globo fue un aviador del Ejército. Se trató del entonces teniente primero Ángel María Zuloaga, quien, junto a Eduardo Bradley, inició la proeza desde Chile hacia Argentina: “Cruzaron por la parte más alta. Dicen las crónicas que no les daba la altura para hacerlo, así que comenzaron a arrojar sus cosas, incluso sus ropas. Habían tomado la decisión de soltar la canasta y cruzar agarrados del globo si este no subía lo necesario”, cuenta Dubowik. Además de estos dos, agrega el coronel, quien cruzó los Andes por primera vez en avión fue otro pionero del Ejército, el teniente Luis Cenobio Candelaria.
En esta unidad también son varios los que rememoran cuando, los astronautas que pisaron por primera vez la luna visitaron la Argentina, buscaron conocer a Zuloaga. Se trasladaron a la casa del piloto y Neil Armstrong le comentó que él fue su inspiración para ingresar a la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Tomaron un café y, antes de regresar, los estadounidenses se llevaron los pocillos de café a modo de souvenir: mientras algunos permanecen en el museo de la NASA, el que utilizó Zuloaga está en el museo personal de Armstrong.
Hazañas actuales
En los hangares del Comando de Aviación, donde se pueden ver aviones como los CASA C-212, DCH-6 Twin Otter y los Cessna Grand Caravan C-208B, también se encuentran los helicópteros AB-206, recientemente entregados y modernizados por FADEA, y los Huey II, que son aquellos UH1H que fueron repotenciados en las instalaciones de Aviación de Ejército. “Los dos únicos talleres habilitados en Sudamérica para transformar y repotenciar los helicópteros UH-1H están acá y en Colombia. En estas aeronaves, se cambian los componentes del tren de potencia y se hacen modificaciones a la turbina, entre otras reformas. Eso nos permite sostener la cadena logística de repuestos”, puntualiza Dubowik.
Allí también están los helicópteros artillados. “Nosotros no solo tiramos de día, sino que también lo hacemos de noche mediante el empleo dispositivos de visión nocturna, como lo son las gafas NVG de última generación y designadores láser. Para él, poder volar y batir una zona de noche representó también un avance generacional para la aviación militar: “Fue un salto de calidad que incentivó a la gente a trabajar. Hay excelentes oficiales, suboficiales y soldados, con iniciativa y preocupados por adquirir capacidades día a día para mejorar la capacidad de aeromovilidad de la Fuerza”.
Finalmente, el Comandante de Aviación expresó que “Yo ya volé, mi responsabilidad es conducir el día a día de esta particular organización y planificar el futuro para las siguientes generaciones de aviadores”.
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