Constituido con el fin de “concretar la planificación, la organización, la dirección, la coordinación y el control de todas las acciones referidas a los eventos adversos relacionados con la pandemia”, tal como indica la resolución dictada el 24 de marzo por el ministro de Salud, Diego Cardozo, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ha liderado la lucha contra el COVID-19 en toda la provincia de Córdoba. “Si bien existieron iniciativas previas, como fueron la organización del Dakar y la respuesta a eventos climáticos como inundaciones y tornados, esta es la primera gran experiencia que tiene la provincia en materia de coordinación interinstitucional y articulación de un centro estratégico para hacer frente a una gran emergencia sanitaria”, manifestó, en diálogo con DEF, el doctor Juan Ledesma, quien está a cargo de la jefatura del COE y tiene a sus espaldas 20 años de trabajo en temas de gestión de riesgo y administración de la infraestructura hospitalaria para la atención de desastres.
En rigor, el antecedente inmediato del actual COE fue un trabajo que las FF. AA. realizaron junto a la Municipalidad de Córdoba. Así lo recordó el viceintendente, Daniel Passerini: “Unos días antes del primer Decreto de Necesidad y Urgencia del Poder Ejecutivo Nacional, junto al intendente Martín Llaryora decidimos conformar un COE municipal. Habíamos tenido una reunión con el Ejército antes del estallido de la pandemia, y habíamos firmado un convenio para normativizar y efectivizar acciones conjuntas frente a cualquier emergencia de carácter civil que se ocasionara en la ciudad”. El objetivo de la administración local fue articular un despliegue conjunto con las FF. AA., Defensa Civil y las fuerzas de seguridad provinciales para permitir una respuesta rápida ante ese tipo de eventos.
El brote del COVID-19 aceleró los tiempos: la rapidez y efectividad del accionar de ese COE local obligó a reconfigurar ese centro de operaciones y subordinarlo a un COE provincial, con el que, desde entonces, llevan adelante operativos en cada uno de los barrios en los que se registran contagios, de manera de aislar a los enfermos, realizar los testeos e hisopados y volcar la ayuda social a toda la comunidad. Fue lo que lograron, con resultado muy positivo, en zonas vulnerables de La Docta, como el barrio Nuestro Hogar 3 –ubicado en la zona sur– y ante brotes de mayor escala, como el ocurrido en el Mercado Central, que afectó a trabajadores de 16 barrios de la ciudad.
La instalación del COE provincial en el Complejo Pablo Pizzurno, donde funcionan los Ministerios de Salud y de Desarrollo Social de Córdoba, permitió centralizar la toma de decisiones en un espacio en el que confluyen profesionales de la salud, funcionarios provinciales, representantes de la sociedad civil y del sector privado. “El COE ha sido una muy buena decisión política, que ha logrado estructurar un ámbito de decisión en el que los distintos ministerios han participado, pero también ha logrado coordinar acciones con otros ámbitos del Estado provincial, con los poderes municipales en distintos espacios del territorio y, al mismo tiempo, con organizaciones civiles intermedias, lo que ha permitido aunar esfuerzos y evitar que se dispersaran”, opinó el secretario de Industria de Córdoba, Fernando Sibilla, que citó como ejemplo concreto el direccionamiento de las donaciones que distintas empresas han hecho a este centro de operaciones. “Hasta este tipo de cuestiones, que pueden parecer simples, han sido articuladas a través del COE”, añadió.
La constitución del COE permitió articular un espacio de toma de decisiones con la participación del gobierno provincial, las FF. AA., fuerzas de seguridad y representantes de organizaciones de la sociedad civil.
La jornada en el Complejo Pablo Pizzurno arranca muy temprano, a las 8 de la mañana, con una reunión del equipo de conducción para poner en común la agenda del día y la situación sanitaria en la provincia. De ella participa la plana mayor del COE: el ministro de Salud, Diego Cardozo; Juan Ledesma, responsable de la conducción de este centro de operaciones; el secretario de Gestión de Riesgos y Catástrofes de la provincia, Claudio Vignetta; y el general Jorge Berredo, quien integra esta mesa de conducción en representación del Comando Conjunto de la Zona de Emergencia Córdoba (CZE). Junto con ellos, personal de los Ministerios de Salud y Desarrollo Social de Córdoba y el alto mando de Defensa Civil y de la Policía de la Provincia de Córdoba analizan los resultados de los distintos operativos en el territorio y los pasos a seguir. Se trata de un cónclave hermético, en el que, antes de ingresar, los asistentes son obligados a dejar bajo custodia sus teléfonos celulares, de manera de evitar cualquier tipo de filtración de las decisiones que allí se adopten.
¿Cómo se organizan los operativos en el territorio? El coronel Sergio Jurczyszyn, quien forma parte del CZE liderado por el general Berredo, detalló cómo se diagraman esas acciones: “El Operativo Identificar, que lleva adelante la provincia de Córdoba, tiene dos formas de ejecución: la búsqueda activa, que consiste en el despliegue del COE con testeos y asistencia en zonas vulnerables sin casos de COVID-19 positivos, a partir de información brindada por el área de epidemiología; y la búsqueda reactiva, que se realiza en zonas donde ya se han producido contagios, con el objetivo aislar el brote”. “El virus tal vez haya entrado por los viajeros que regresaron de Europa, pero donde hoy nos está pegando más fuerte es en los barrios vulnerables”, justificó.
En base a la información georreferenciada con la que cuentan, junto al comisario mayor Walter Luján –jefe de la División de Planificación y Diseño Prevencional de la Policía de la Provincia de Córdoba–, diseñan una estrategia y se la presenta al ministro de Salud y la jefatura del COE para decidir cómo intervenir, dónde colocar el lugar de testeo y la protección de las fuerzas de seguridad dentro de cada barrio afectado. “Cuando existe una sospecha de que se ha podido diseminar el virus en una determinada zona, se procede al aislamiento de las personas afectadas por el COVID-19 dentro de sus viviendas y a la asistencia con kits de alimentos y de elementos de limpieza o medicamentos, si corresponde”, añadió Jurczyszyn, quien diferenció esa situación del denominado “control sanitario estricto”, que consiste en el cerramiento de un sector de un barrio y prohíbe las salidas de los pobladores para ir a trabajar, pero permite la salida de una persona por familia una vez por día, de 8 a 16 horas, para comprar alimentos. En la práctica, a los hogares que se relevan en el marco del Operativo Identificar y a los que se brinda asistencia solo ingresa un efectivo de las FF. AA. acompañado por un referente del Ministerio de Desarrollo Social provincial.
´El virus tal vez haya entrado por los viajeros que regresaron de Europa, pero donde hoy nos está pegando más fuerte es en los barrios vulnerables´, indicó el coronel Sergio Jurczyszyn.
Ahora bien, todas estas decisiones adoptadas desde la conducción del COE, con la participación de las áreas de Salud y Desarrollo Social, no serían posibles sin el ejército de voluntarios que día a día se acercan a brindar su granito de arena en esta lucha. “Estamos realmente fascinados de haber podido relacionarnos con un grupo tan heterogéneo, de distintas edades y diferentes orígenes, pero todos con un objetivo común: ayudar al prójimo”, expresó el doctor Jorge Seco, médico pediatra que trabaja en la Subsecretaría de Discapacidad del Ministerio de Salud y hoy tiene a su cargo la capacitación de esta verdadera legión de voluntarios. A sus 58 años, no tuvo en el pasado buenas experiencias con los militares, pero admitió que ahora se ha llevado “una sorpresa extraordinaria” al haberse encontrado con “un grupo de personas de las FF. AA. que no solo trabajan exageradamente bien, sino que lo hacen en forma rápida y efectiva”.
“A veces, se piensa al Ejército solo desde logística, que es insuperable, pero nosotros pudimos ver la potencialidad que ofrecen las FF. AA. en el centro de comando de las operaciones aportando materia gris, a través del trabajo de personas con un amplio conocimiento y una sólida formación en materia de actuación en situaciones de desastres”, destacó el secretario provincial de Gestión de Riesgo Climático y Catástrofes, Claudio Vignetta, integrante de la mesa de conducción del COE. “Se han preparado toda la vida para combatir en una guerra y esta es una guerra contra un enemigo invisible”, añadió. “En el COE de Córdoba, tenemos un dream team de personalidades del Ejército”, graficó el funcionario, quien no dudó en afirmar que la provincia está “un paso por delante del resto de la Argentina”.
A la vista de la experiencia del COE, no es casualidad que la representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Argentina, Maureen Birmingham, haya valorado muy positivamente este modelo y se haya visto “muy impresionada por el seguimiento sofisticado de cada caso de COVID-19, de cada contacto, y por el monitoreo de la ocupación de las camas y los indicadores de desempeño del sistema”. En su recorrida por el Complejo Pablo Pizzurno, a principios de junio pasado, Birminghan no dudó en definirlo como un “ejemplo de buenas prácticas”.
LEA MÁS