El 22 de febrero se celebra el Día de la Antártida Argentina. En esa fecha, en 1904, se puso en funcionamiento la primera Oficina de Correos antártica de la historia, que formalizó la presencia argentina en la Antártida.
En la actualidad, el país tiene 6 bases permanentes en el continente blanco, y 7 temporarias, que se abren en el verano para investigación científica.
Las bases argentinas en la Antártida
Una historia de pioneros
Aunque se cumpla un nuevo aniversario de la presencia oficial, los argentinos están presentes en el continente blanco desde un siglo antes. A principios del siglo XIX, cazadores criollos de focas empezaron a realizar campañas en la Antártida. Partían del puerto de Buenos Aires y se aventuraban entre el hielo en busca de pieles y aceite que posteriormente eran vendidos en los mercados orientales.
El secreto mantenido por estos cazadores a fin de evitar la difusión de su actividad llevó a que el descubrimiento de estas tierras, pese a la evidencia de que foqueros argentinos conocían las islas Shetland del Sur desde 1817, fuera adjudicado a otros navegantes.
En 1901, con la participación como meteorólogo, magnetólogo y geodesta del alférez José María Sobral en la expedición del doctor Otto Nordenskjöld, organizada en Suecia con la finalidad de explorar el continente antártico, quedaron inauguradas las actividades científicas de la Argentina en el sexto continente.
Esta primera expedición polar, después de quedar aislada durante más de dos años en la Antártida, logró ser rescatada por la corbeta de la Armada Argentina ARA Uruguay al mando del teniente de Navío Julián Irízar. Este hecho inició una historia de cooperación, auxilio y solidaridad que se replicó a lo largo de los años con generosidad y heroísmo en las situaciones más adversas y peligrosas.
Un año antes, una expedición científica a cargo del doctor William Bruce había sido enviada a la Antártida por la Real Sociedad de Geografía de Escocia en el marco del VII Congreso Internacional de Geografía, que se había realizado en 1899, con la finalidad de explorar el casquete polar. Debido a que su buque, el Scotia, había quedado atrapado entre los hielos, los expedicionarios debieron invernar en la isla Laurie, perteneciente al archipiélago de las Orcadas del Sur, situado a unos 1100 km de la isla de los Estados.
En ella, construyeron una vivienda que les permitió sobrevivir en clima muy hostil –la pequeña casilla de madera protegida exteriormente por piedras que fue bautizada "Omond House", un observatorio meteorológico y una estación magnética, instalaciones que, a su regreso a Buenos Aires, en diciembre de 1903, la expedición escocesa ofreció al gobierno argentino.
El 22 de febrero de 1904 se formalizó el traspaso y a partir de ese momento y de manera ininterrumpida, las observaciones realizadas en esta estación por la Argentina han dado mayor precisión a los pronósticos meteorológicos. Durante los siguientes cuarenta años, nuestro país fue el único ocupante permanente del sexto continente.
Ese mismo día comenzó a funcionar la estafeta postal Orcadas del Sur, primera Oficina de Correos Antártica de la historia. Desde entonces se celebra en esa fecha el Día de la Antártida Argentina.
Hablar de la presencia argentina en el sexto continente es hablar de desarrollo científico, del esfuerzo de investigadores que se destacan en sus estudios y descubrimientos, aun con medios escasos, de esfuerzo logístico y de cooperación internacional.
Un recorrido por la Antártida