Creada en 1983 por los doctores Reinaldo Chacón y José Mordoh, la Fundación para la Investigación, Docencia y Prevención del Cáncer (FUCA) se dedica a la educación, investigación y prevención de la enfermedad. Su directora ejecutiva, Gabriela Berta, conversó con DEF acerca de las principales actividades que desarrolla esta entidad de bien público.
Además, adelantó que este martes 22 de octubre llevarán adelante el “evento estrella” del año: la cena de recaudación de fondos, que contribuye a fortalecer el sistema de becas y la investigación, todas actividades muy costosas. Será en el Salón Versailles del Alvear Palace Hotel y, en las redes de FUCA, se encuentran todos los detalles para quienes puedan colaborar.
“La formación médica en oncología, la investigación científica en cáncer, la concientización a la comunidad para la prevención y el cuidado de la salud son las principales líneas de trabajo de esta fundación”, precisa Berta.
Según añadió la directora ejecutiva, los creadores de esta entidad representan las dos áreas de trabajo fundamentales de FUCA: el desarrollo de la oncología –desde el punto de vista académico y de formación de especialistas– y la investigación científica en la especialidad”, explica.
-¿Cómo funciona la especialización en Oncología Clínica?
-Es un programa creado hace más de 40 años por el doctor Reinaldo Chacón, que consiste en la capacitación full time de los profesionales de la salud por un lapso de tres años en una institución médica. En 1994, se creó el Instituto Alexander Fleming (IAF) que se transformó con el tiempo en la institución oncológica privada más prestigiosa de la Argentina y la región.
En la actualidad, está afiliado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, hecho que otorga un plus extra, ya que, finalizada la residencia y aprobado el examen correspondiente, los médicos egresan con un título oficial que los avala en la especialidad.
A este título, se le suma la amplia experiencia adquirida en diagnóstico, tratamiento y manejo de las complicaciones clínicas en pacientes oncológicos, nada menos que en la primera institución de alta complejidad de América Latina dedicada al cáncer.
-¿Cuál es el vínculo entre la FUCA y el IAF?
-La FUCA es una organización sin fines de lucro (creada algo más de una década antes de la fundación del Fleming) que se dedica a becar a los profesionales que hacen la residencia en el IAF. Para la FUCA, tener su sede en dicho instituto es de vital importancia para el desarrollo de la actividad académica y de investigación.
-¿De qué modo se financia la Fundación?
-Contamos con distintas fuentes de financiación: personas individuales, otras fundaciones y empresas, que realizan donaciones mensuales o esporádicas (que aportan desde pequeñas a grandes cantidades), y un evento estrella que es la cena de recaudación de fondos, que contribuye a fortalecer el sistema de becas y la investigación, todas actividades muy costosas. Este año, se realizará el 22 de octubre, en el Salón Versailles del Alvear Palace Hotel.
-¿Hay alguna forma de colaborar, más allá del aporte económico?
-Sí, la FUCA cuenta con un grupo de voluntarios que colaboran en la tarea diaria de la organización. Su servicio se centra en la atención del “Espacio FUCA”, ubicado en la recepción del Instituto Alexander Fleming, donde ponemos a disposición productos pensados para cubrir las necesidades de los pacientes, sus familiares y amigos. Otros voluntarios participan en eventos o bien proponiendo acciones y alianzas con otras organizaciones o empresas.
Educación, prevención e investigación: pilares fundamentales de la FUCA
-¿Llevan adelante programas de investigación y educación?
-Sí, la capacitación médica forma parte de nuestras funciones. En sus comienzos, la residencia se centraba en la oncología clínica, pero, a lo largo de los años, se fueron sumando becarios de otras especialidades como oncohematología, mastología, urología y algunos tipos de cirugía, como la ortopédica y la torácica.
-¿Cómo está organizada la formación de los médicos?
-Durante los tres años de residencia, los becarios rotan por todas las áreas del instituto, participan de proyectos de investigación, publican en revistas y participan en congresos.
Ya en el último año, hacen una rotación de dos meses en instituciones del exterior, en general hospitales de primera línea de los Estados Unidos y Europa. A nosotros, nos da mucho orgullo comprobar que están al nivel de sus colegas de los mejores centros médicos del mundo. En la actualidad, tenemos quince becarios y ya contamos con más de ciento treinta profesionales formados por la FUCA que están diseminados por el país.
-¿Podemos afirmar que la educación es el elemento transversal a toda la FUCA?
-Sí. La Fundación tiene tres ejes: la capacitación de los médicos y la formación de investigadores, por un lado y, por el otro, la prevención que se concreta en el trabajo llevado a cabo con la comunidad.
Esta tarea se centra en el cuidado de la salud, a través de la difusión de videos en redes sociales, donde abordamos temas de interés: desde información sobre determinados tipos de cáncer y recomendaciones para los pacientes hasta temas legales o relacionados con los problemas emocionales inherentes a esta patología. En realidad, es otra forma de educación destinada a lograr una detección temprana del cáncer.
¿Qué son y cómo se llevan adelante Aulas Abiertas y el Centro de Investigaciones?
-¿En qué consiste el programa “Aulas Abiertas”?
-Se trata de un proyecto gratuito dirigido a docentes y alumnos de escuelas secundarias, cuyos contenidos fueron creados con asesoramiento pedagógico. La meta es acercar los conocimientos básicos acerca del cáncer al aula y lo hacemos por medio de charlas dadas por los becarios en Oncología en el IAF.
El foco está puesto en el cuidado de la salud: hablamos de tabaquismo, enfermedades de transmisión sexual, exposición al sol, consumo de alcohol, etc. Por otra parte, el objetivo es que los docentes sumen herramientas y se transformen en agentes multiplicadores de la información recibida.
-En la FUCA, funciona el Centro de Investigaciones Oncológicas (CIO). ¿Cuáles son los principales proyectos que desarrollan?
-Se trata de una unidad asociada al Conicet, que funciona en una dependencia del IAF, cuyos profesionales son doctores en investigación y cuentan con la asistencia de becarios, la mayoría de los cuales estudian carreras de grado en Biología y Biotecnología.
Lo menciono porque estas disciplinas conllevan que se enfoquen en estudiar la razón por la cual algunos tratamientos no funcionan en todos los pacientes. Otro tema en el que se está trabajando mucho es la inmunoterapia y el desarrollo de vacunas terapéuticas para paliar la enfermedad.
Los investigadores son independientes y, posteriormente, pueden elegir instituciones nacionales o extranjeras donde desempeñarse. En este momento, por ejemplo, hay cinco profesionales que optaron por trabajar en el Centro de Investigaciones Oncológicas de la FUCA.
-¿Qué servicio brinda la Biblioteca biomédica que funciona en el IAF?
-Da soporte a los profesionales de nuestra institución, pero está abierta también a todos los médicos a través de una membresía muy accesible.
Profesionales de excelencia, un legado de empatía y compromiso
-Antes hablamos de prevención, ¿cuáles son los cuidados básicos recomendables?
-Existen distintos niveles en la prevención. En primer lugar, están las conductas personales, como no fumar, tener una alimentación saludable, prevenir la obesidad o limitar el consumo de alcohol, entre otras medidas básicas que disminuyen los riesgos de enfermedad.
Sin embargo, ciertos tipos de cáncer pueden aparecer aunque la persona se cuide. ¿Significa esto que no podemos hacer nada? De ningún modo, porque hay cuidados preventivos que permiten la detección temprana del cáncer, en cuyo caso hay altas chances de que sea curable. El tercer nivel corresponde al cuidado y acompañamiento de quienes ya tienen la enfermedad, indispensable para una mejora en la calidad de vida.
-¿Cómo describirías a los profesionales de la FUCA?
-Creo que todos llevan la impronta de los fundadores, que se caracterizan por buscar la excelencia en todos sus aspectos, desde lo profesional hasta la calidad humana. Son médicos que se destacan por la empatía hacia los pacientes y su entorno. Y creo que esa es la razón por la cual la FUCA cuenta con el apoyo de tantas personas que se transformaron en colaboradores, muchos de ellos pacientes y expacientes, al igual que sus familiares.