Bajo la premisa “el hambre no debería ser un problema en el mundo actual”, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas trabaja sobre la inseguridad alimentaria en 120 países. Para darle visibilidad gráfica al impacto de la problemática en el planeta, lanzaron el Mapa Mundial del Hambre en 2020.
Se trata de una herramienta que monitorea en tiempo real la situación en más de 90 países y utiliza la inteligencia artificial para establecer predicciones en regiones con datos limitados.
¿Qué es el Mapa Mundial del Hambre?
El Mapa Mundial del Hambre surgió como una de las políticas para acabar con el hambre a nivel mundial, una de las metas más ambiciosas de la Agenda 2030. El desarrollo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) “monitorea la seguridad alimentaria en más de 90 países y realiza predicciones para aquellos lugares donde los datos son limitados”.
El mapa implementa las estadísticas más recientes sobre conflictos, shock climáticos, poblaciones y el clima para identificar los países con inseguridad alimentaria y clasificarlos en distintos niveles según la gravedad de su situación.
La información surge de los sistemas de monitoreo de seguridad alimentaria del PMA, que proviene de las llamadas telefónicas realizadas desde los call centers de la organización. Adicionalmente, se sirve de una variedad de indicadores, que van desde el riesgo climático del Centro de Desastres del Pacífico, los números de población del Banco Mundial hasta datos de vegetación provistos por la NASA, entre otras fuentes.
Cuando los datos de ciertas regiones o naciones son insuficientes, se utiliza la inteligencia artificial para realizar “‘predicciones inmediatas” de la situación de la seguridad alimentaria.
El Mapa Mundial del Hambre les da a los usuarios la posibilidad de superponer la información y ver qué hechos provocan el nivel de alerta. Al ser interactivo, permite ver cada caso en profundidad, con un análisis de cada nación, jurisdicción o departamento, y descargar la información en PDF para una mejor lectura.
África, la región con más peligro de inanición en el mundo
A agosto de 2024, el Mapa Mundial del Hambre identifica 15 países con niveles muy altos de hambruna y otros más en distintos niveles de alerta.
En Latinoamérica, aparecen señalados Perú y Bolivia con un nivel moderadamente bajo –entre el 10 y el 20 %–, con malnutrición crónica en el 12 % y el 16 % de los chicos menores de cinco años respectivamente, y seis millones de personas con una dieta insuficiente entre las dos naciones.
Colombia aparece con la mayor alerta de Sudamérica debido a un bajo nivel de consumo. A excepción de las jurisdicciones más importantes como la capital de Bogotá, Antioquia, Tolima, Boyacá y Santander, el país está pintado de rojo, indicando que el 40 % de la población tiene problemas para alimentarse.
Guatemala experimenta una situación similar a los colombianos, con alerta máxima en el norte y este del país, mientras que, en la capital, la situación se reduce drásticamente. Haití, en guerra civil y vulnerado por los fenómenos climáticos, atraviesa una crisis alimentaria que involucra a ocho millones de personas.
Por su parte, Cuba exhibe un nivel de alerta moderadamente bajo y números similares a los recabados en Perú y Bolivia.
Fuera de la región, los conflictos bélicos aparecen como el principal causante de la desnutrición y mala alimentación a nivel mundial. Siria, Afganistán, Yemen, Somalia, Nigeria, Chad, Níger, Burkina Faso, Benín, Mali, Sudán, Guinea, Guinea Bissau y Sierra Leona recibieron la peor calificación posible. Junto con Haití, estos países de África y Medio Oriente fueron catalogados dentro de los 15 países con una situación crítica de hambruna.
En el resto del mundo, aparecen Mauritania, Liberia, Senegal, República Democrática del Congo, Pakistán, Kenia, India, Bangladesh, Myanmar, Vanuatu, Turquía y Kirguistán con problemas alimentarios que afectan a entre el 30 y 50 % de su población.
Brasil está cerca de salir del Mapa del Hambre
El representante brasileño de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Jorge Meza, destacó el avance de Brasil en las políticas para reducir el hambre y la desnutrición, al punto de estar cerca de salir de la lista de países del Mapa del Hambre.
“Para que un país salga del mapa del hambre, debe tener una subalimentación, o un nivel de hambre, igual o inferior al 2,5 %. Brasil, en el período 2021-2023, presenta un valor de 3,9 % de media móvil. Trabajamos con una media móvil de tres años. Con 3,9 %, estamos muy cerca del valor para que el país salga del mapa del hambre”, explicó Meza.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva celebró la noticia y fijó la salida de Brasil del Mapa de Hambre para 2026 en el marco de la presentación en Río de Janeiro de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza. La creación de la organización fue impulsada por el gobierno brasileño y buscará poner en común medidas y programas de lucha entre los países del G20.
Las cifras nacionales indican el buen camino que atraviesa Brasil en materia de seguridad alimentaria, sobre todo en el último año: más de 14,7 millones de personas salieron de la condición de flagelo. La inseguridad alimentaria grave promedio cayó del 8,5 % en el período 2020-2022 al 6,6 % entre 2021 y 2023.