Las claves del resurgimiento del Partido Laborista y los indicios del futuro del Reino Unido

Los laboristas realizaron una transformación interna que logró terminar con 14 años de hegemonía conservadora y tomarán las riendas de las islas

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Keir Starmer fue recibido por el Rey Carlos III, quien su gobierno. (Foto: archivo DEF)
Keir Starmer fue recibido por el Rey Carlos III, quien su gobierno. (Foto: archivo DEF)

Tras la derrota electoral en 2010, el Partido Laborista se vio relegado a un rol opositor sin mucha injerencia en el curso de la política en Reino Unido. La llegada de Keir Starmer al liderazgo del espacio en 2020 provocó una serie de cambios puertas adentro, entre ellos, la cercanía a las causas de Ucrania e Israel y la moderación ideológica a nivel nacional. El cambio de rumbo surtió efecto y Starmer no solo será el primer ministro, sino que tendrán mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes.

En los próximos cinco años, los laboristas gobernarán las islas británicas con el desafío de dejar atrás la recesión económica y de que la victoria electoral no quede en una simple alternancia del poder.

Starmer tuvo un ascenso meteórico dentro del laborismo. (Foto: Reuters)
Starmer tuvo un ascenso meteórico dentro del laborismo. (Foto: Reuters)

Efectos del cambio de liderazgo

Keir Starmer tuvo un ascenso meteórico dentro del Partido Laborista. En 2015, consiguió un escaño como parlamentario en la cámara baja del Parlamento británico y, para 2020, lanzaba su candidatura para el liderazgo del espacio y, por ende, el rol como jefe de la oposición en la Cámara de los Comunes.

El abogado especialista en derechos humanos venció en la interna con el 56,2 % de los votos y se convirtió en el hombre de referencia de los laboristas en tan solo cinco años. Starmer llegó para reemplazar a uno de sus referentes, Jeremy Corbyn, quien presentó su dimisión tras la derrota en las elecciones generales de 2019.

Durante el mandato de Jeremy Corbyn, líderes de partido laborista fueron acusados por antisemitismo, que causó una depuración de dirigentes. (Foto: archivo DEF)
Durante el mandato de Jeremy Corbyn, líderes de partido laborista fueron acusados por antisemitismo, que causó una depuración de dirigentes. (Foto: archivo DEF)

Rápidamente, el Partido Laborista atravesó una serie de cambios, algunos forzados por factores externos y otros por decisiones propias. Uno de los más importantes fue la depuración de numerosos miembros a raíz de una denuncia de antisemitismo en mayo de 2019 durante el mandato de Corbyn.

La investigación de The Equality and Human Rights Commission había sido desatendida por el liderazgo del partido y, como consecuencia, Jeremy Corbyn fue suspendido en 2020 de su participación en el espacio, aunque posteriormente lo readmitieron. Sin embargo, Keir Starmer decretó que el antiguo referente no se reincorporaría en el Parlamento como laborista y permanecería como independiente.

Una de las propuestas es la derogación de la ley antihuelgas. (Foto: Reuters)
Una de las propuestas es la derogación de la ley antihuelgas. (Foto: Reuters)

Esto significó el inicio de la ruptura con el viejo orden establecido dentro de la fuerza, que luego se profundizaría con la moderación de las banderas de izquierda que históricamente se levantaron como identificación de los laboristas más acérrimos.

Lejos de cambiar la identidad, Keir Starmer se valió de algunas medidas estrella de Corbyn, como la eliminación de las tasas universitarias y la nacionalización de los servicios básicos, clave para absorber los costos de la clase media y baja.

Boris Johnson comenzó su gestión convirtiendo en realidad la salida del Reino Unido de la UE. (Foto: archivo DEF)
Boris Johnson comenzó su gestión convirtiendo en realidad la salida del Reino Unido de la UE. (Foto: archivo DEF)

En línea con la restauración de empresas públicas, el Partido Laborista se comprometió a llevar adelante un Plan de Prosperidad Ecológica, que incluye una inversión anual de 34.000 millones de dólares. Los fondos se destinarán a una compañía de energía estatal que se llamará Gran Energía Británica, un nuevo Fondo Nacional de Riqueza y una serie de créditos fiscales para fomentar el desarrollo nacional de turbinas eólicas, acero ecológico y baterías para vehículos eléctricos.

El sector privado entraría en juego para el desarrollo de las inversiones en materia energética y en la implementación de las economías regionales en distintas partes de las islas, en las que el Estado británico y las administraciones locales constituyan una sociedad con actores privados.

Otras de las consignas de campaña, posiblemente las que pueden ser consideradas de “izquierda”, son derogar las leyes antihuelga y fomentar los acuerdos sectoriales en una iniciativa que, según los laboristas, debería elevar los salarios a la vez que se amplían derechos en medio de un estancamiento económico.

Tras la caída de Liz Trauss Asumió Rishi Sunak. (Foto: Reuters)
Tras la caída de Liz Trauss Asumió Rishi Sunak. (Foto: Reuters)

Johnson, Truss y Sunak: la debacle conservadora

El último período de gobernanza conservador estuvo marcado por polémicas y liderazgos lejos de lo esperado. Boris Johnson comenzó su gestión convirtiendo en realidad la salida del Reino Unido de la Unión Europea, pero las consecuencias económicas y sociales de la pandemia del COVID-19 desgastaron su gobierno.

Sin embargo, su salida no se debió a su administración, sino al “Partygate”, una serie de fiestas en Downing Street durante la cuarentena que involucraron al primer ministro, y su gestión en torno a las acusaciones de abuso sexual sobre el vicejefe de bancada Chris Pincher. La gestión de la problemática llevó a que el arco político y sus propios parlamentarios pidieran su dimisión.

Su reemplazante fue Liz Truss, que venció a Rishi Sunak en las internas y llegó al poder con la promesa de bajar impuestos y reformar el Estado. Solo duró seis semanas a raíz a un plan económico con numerosas inconsistencias que provocó el derrumbe de la libra esterlina, una deuda récord, una balanza comercial negativa y la pérdida del valor de los fondos de jubilación y pensión.

Stramer seguirá apoyando a Ucrania. (Foto: archivo DEF)
Stramer seguirá apoyando a Ucrania. (Foto: archivo DEF)

Tras 45 días, el mandato más corto en 300 años de historia británica, Truss abandonó el puesto para dar paso a Rishi Sunak, su competidor directo. Sus casi dos años de gestión estuvieron caracterizados por cierta estabilidad política, su continuo apoyo militar a Ucrania y a Israel, y austeridad para la economía en caída sin freno que dejó su predecesora.

Pero el daño ya estaba hecho. La crisis económica y social, sumada a las dos gestiones anteriores, fueron las claves de la victoria del Partido Laborista y de la histórica mayoría lograda en la Cámara de los Comunes.

¿Cómo se reconstruirá el Reino Unido?

En sus primeros pasos como primer ministro, Keir Starmer conformó el gabinete que lo acompañará en la gestión y anunció una gira por los cuatro países de las islas británicas en busca de recomponer las relaciones y diagramar un plan de acción conjunta.

El mandatario confirmó que Reino Unido seguirá apoyando a Ucrania, a la vez que se comunicó con el presidente israelí Benjamin Netanyahu y el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, para abordar la problemática en Medio Oriente. No hay dudas de que el curso de la política exterior no cambiará.

El flamante primer ministro se comprometió a encontrar una solución legal y humanitaria para la inmigración. (Foto: Getty Images)
El flamante primer ministro se comprometió a encontrar una solución legal y humanitaria para la inmigración. (Foto: Getty Images)

En el ámbito local, sí habrá transformaciones, sobre todo en inmigración y vivienda. Keir Starmer comunicó el plan para construir un millón y medio de viviendas sociales durante sus cinco años de mandato y se comprometió a encontrar una solución legal y humanitaria para la migración y el asilo político. El abogado especialista en derechos humanos descartó el plan de su predecesor Rishi Sunak para deportar a los inmigrantes ilegales a Ruanda en su primera reunión de gabinete.

La planificación de la reconstrucción de Reino Unido tendrá, sin dudas, como principal obstáculo las consecuencias de la recesión económica experimentada a finales de 2023. En palabras de la nueva canciller de Hacienda, Rache Reeves, es “el peor conjunto de circunstancias desde la Segunda Guerra Mundial”.

El gobierno laborista ya se aventuró en comunicar algunas medidas en materia fiscal y económica. Starmer dijo que buscará nacionalizar el ferrocarril “lo antes posible”, una decisión que el conservador Rishi Sunak ya había anunciado en mayo de 2023 sobre las conexiones que maneja TransPennine Express en el norte de Inglaterra y Escocia.

La austeridad fiscal es la prioridad y la buscará optimizando el gasto a la vez que realiza reformas impositivas. (Foto: Reuters)
La austeridad fiscal es la prioridad y la buscará optimizando el gasto a la vez que realiza reformas impositivas. (Foto: Reuters)

Sin embargo, la austeridad fiscal es la prioridad y la buscará optimizando el gasto a la vez que realiza reformas impositivas, entre ellas el aumento de impuestos al capital. A su vez, confirmaron que no se aumentará el impuesto sobre la renta de las personas físicas, la cotización a la seguridad social o el impuesto sobre el valor añadido.

La elevada deuda nacional también es un factor de preocupación y el nuevo gobierno británico apelará a la captación de inversiones privadas para el crecimiento productivo y a la potenciación de las relaciones con Estados Unidos. Keir Starmer tendrá el desafío de hacer crecer a un Reino Unido atrasado respecto a sus vecinos, condicionado por el contexto interno y limitado económica y comercialmente por la salida del Brexit.

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