Tal como anunció la primera ministra italiana Georgia Meloni, la próxima Cumbre del G7 tendrá un invitado muy especial: el Papa Francisco. La cita será el próximo fin de semana, del 13 al 15 de junio, en Borgo Egnazia, un lujoso resort ubicado en la costa adriática italiana.
Será la primera vez que un Pontífice participe de la reunión en la que se dan cita los líderes de los siete países más industrializados del planeta. Lo hará en la sesión dedicada a la inteligencia artificial, un tema que la anfitriona ha definido como “el mayor desafío antropológico de nuestra época”.
“Estoy convencida de que la presencia de Su Santidad será una contribución decisiva para la definición de un cuadro regulatorio de la inteligencia artificial”, afirmó la premier italiana, al dar a conocer la agenda de la Cumbre del G7.
Participarán del cónclave, además de la anfitriona, el presidente estadounidense, Joe Biden; su colega de Francia, Emmanuel Macron; y los primeros ministros de Alemania, Olaf Scholz; del Reino Unido, Rishi Sunat; de Canadá, Justin Trudeau; y de Japón, Fumio Kishida. Tradicionalmente, también son invitados a esta cita los representantes de la Unión Europea, en particular, los presidentes del Consejo y de la Comisión Europea.
Un llamado al uso ético de la inteligencia artificial
En ocasión de la última Jornada de la Paz, el Papa Francisco alertó sobre los riesgos de la inteligencia artificial. En ese marco, se refirió al “serio problema” que se presenta cuando “la inteligencia artificial se emplea en campañas de desinformación que difunden noticias falsas y llevan a una creciente desconfianza hacia los medios de comunicación”.
También manifestó sus reparos sobre el uso de los algoritmos, que “extrapolan informaciones” y “siempre corren el riesgo de distorsionarlas, reproduciendo las injusticias y los prejuicios de los ambientes en que se originan”. Llamó, asimismo, a reflexionar sobre el “sentido del límite en el paradigma tecnocrático”.
Del código de conducta a un tratado internacional
En octubre de 2023, bajo la presidencia de Japón, el G7 acordó un código de conducta sobre el sector. Allí se establecieron reglas para “promover una inteligencia artificial segura y fiable en todo el mundo”. Entre ellas, se contempló el uso de “mecanismos de autentificación”, como puede ser la creación de “marcas de agua” digitales, que permitan a los usuarios identificar los textos, imágenes o vídeos generados por inteligencias artificiales.
Por su parte, Francisco ha hecho un llamado a la comunidad mundial para “adoptar un tratado internacional vinculante que regule el desarrollo y el uso de la inteligencia artificial en sus múltiples formas”. Se refirió, asimismo, a “la búsqueda de modelos normativos que puedan proporcionar una guía ética a quienes desarrollan tecnologías digitales”.
Al oficializar la agenda de la próxima Cumbre, Giorgia Meloni afirmó que el compromiso del G7 es “desarrollar mecanismos de gobernanza” que hagan que la inteligencia artificial siga teniendo a la persona humana como “fin último” de su desarrollo.