A dos años de la invasión rusa y con un Occidente cada vez más dividido, ¿puede Ucrania seguir resistiendo?

Los últimos avances rusos y la fallida contraofensiva ucraniana ponen a Kiev en la situación más delicada desde el inicio de la invasión rusa, en febrero de 2024. Por su parte, el Kremlin consigue blindar sus conquistas territoriales y explota las divisiones en Occidente. ¿Es posible un enfrentamiento directo con la OTAN?

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Desde fines de 2022, el
Desde fines de 2022, el frente de batalla en Ucrania se ha estancado en una “guerra de posiciones” con muy pocos avances decisivos (AP)

Contra todos los pronósticos, Ucrania ha logrado resistir dos años el avance ruso e incluso pudo reconquistar, a fines de 2022, cerca del 50 % del territorio ocupado por el invasor. Sin embargo, desde ese momento, el frente de batalla se ha estancado en una “guerra de posiciones” con muy pocos avances decisivos. La conquista de Bajmut por parte de las tropas rusas, en mayo de 2023, y la reciente retirada ucraniana de Avdivka han sido las únicas alteraciones al statu quo.

La Duma de la Federación Rusa aprobó un presupuesto récord en Defensa para 2024, que asciende al equivalente a unos 111.870 millones de dólares. Representa un aumento del 67,65 % del gasto en el sector militar, que pasará del 4,1 al 6 % del PBI.

Por su parte, el presupuesto de Defensa de Ucrania para este año asciende a unos 43.580 millones de dólares. “Prácticamente el 50 % de nuestros recursos irán a la defensa y la seguridad. Tendremos más armamento, más vehículos, drones, municiones y misiles. Cada hryvnia [moneda ucraniana] de los contribuyentes será destinada a las Fuerzas Armadas”, dijo el primer ministro Denys Shmyhal.

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El presupuesto de Defensa de Ucrania para este año asciende a unos 43.580 millones de dólares (Reuters)

La ayuda occidental, un salvavidas para Ucrania

Está claro que Ucrania, por sí sola, no se encuentra en condiciones de hacer frente a unas fuerzas que la superan en número y en tecnología. Solo la ayuda de Occidente ha permitido a Kiev resistir la invasión. Sin embargo, las primeras fricciones dentro de EE. UU. y entre los socios de la Unión Europea (UE) ponen los pelos de punta a las autoridades ucranianas.

La reciente aprobación por parte del Senado de un paquete adicional de 60.000 millones de dólares –que aún espera la sanción de la Cámara de Representantes– se retrasó por las objeciones de la bancada republicana. Los guiños de Donald Trump a Putin enturbian el panorama de cara al futuro. El gobierno de Kiev estima el costo de la reconstrucción del país en la próxima década en 485.000 millones de dólares.

Por su parte, sorteando la resistencia de Hungría, la Unión Europea (UE) aprobó un paquete ayuda a Ucrania por 54.000 millones de dólares. El acuerdo, alcanzado in extremis a pesar de las objeciones del primer ministro magiar Viktor Orbán, cubrirá los próximos cuatro años hasta 2027 y se desembolsará en forma de préstamos y subvenciones.

El gobierno de Kiev considera fundamental que los principales recursos de recuperación procedan de la confiscación de los activos rusos que han sido congelados en Occidente. Todavía no existe consenso en los países europeos y en EE. UU. sobre cómo proceder. Lo que está claro es que, solo con su contribución, una vez superado el conflicto, Ucrania estará en condiciones de volver a la normalidad, reconstruir su infraestructura y acoger a la población desplazada de sus hogares por el conflicto.

Ucrania sigue confiando en sus
Ucrania sigue confiando en sus aliados euroatlánticos para mantener la resistencia y retomar la iniciativa en el campo de batalla (AP)

La alianza atlántica y la amenaza rusa

Una pregunta que recorrió la reciente Conferencia de Seguridad de Múnich es si el avance ruso se detendrá en Ucrania o Moscú podría amenazar en el futuro a algunos socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo que activaría la cláusula de “protección colectiva”.

En su reciente entrevista con Tucker Carlson, el presidente ruso Vladimir Putin pareció negarlo. Negó que su intención sea atacar a Polonia u otro país de la Alianza Atlántica y se mostró abierto a retomar su diálogo con Occidente si ese bloque deja de suministrar armamento a Ucrania.

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En su entrevista con Tucker Carlson, Vladimir Putin negó que su intención sea atacar a Polonia u otro país de la Alianza Atlántica y se mostró abierto a retomar su diálogo con Occidente (Archivo DEF)

Sin embargo, el mandatario ucraniano Volodimir Zelenski puso en guardia a sus colegas del Viejo Continente. “Quizás Europa se enfrente a tiempos en los que la cuestión de invocar el artículo 5 del Tratado de la OTAN no sea en absoluto una cuestión limitada a la decisión de Washington, sino que deban adoptar las capitales europeas”.

“Nunca podemos dar por sentada la paz, pero creo que es importante transmitir que no vemos ninguna amenaza inminente contra ningún aliado de la OTAN. El mundo se ha vuelto más peligroso, pero la OTAN se ha vuelto más fuerte”, aseguró, en el mismo foro, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg.

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La ayuda de Occidente le ha permitido a Kiev resistir la invasión. Por eso las fricciones dentro de EE. UU. y entre los socios de la Unión Europea inquietan a las autoridades ucranianas (AFP)

Por lo pronto, con una Rusia envalentonada por las disputas internas estadounidenses y las primeras fricciones en Europa, parece difícil que el conflicto tenga un pronto desenlace. Por su parte, Ucrania sigue confiando en sus aliados euroatlánticos para mantener la resistencia y retomar la iniciativa en el campo de batalla.

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