En medio de una complejo contexto de crisis económicas, sociales y geopolíticas, un grupo de referentes ambientalistas creó la denominada Agenda Pendiente, un llamado urgente dirigido a nuestra sociedad y a sus líderes acerca de otra crisis clave que dictará las pautas para el desarrollo global en el futuro inmediato. La problemática ambiental es quizás el desafío más apremiante que enfrenta la humanidad. Ignorar esta realidad, traerá aparejado grandes costos, por lo cual es necesario que se comprenda la importancia de integrar una agenda coherente a la toma de decisiones.
Javier Corcuera, uno de los creadores de esta propuesta, explica que no se trata de un partido político ni una ONG, sino de un grupo de referentes muy diversos, apartidario, con una mirada común. “La Agenda Pendiente es una invitación a la dirigencia política y empresarial a tomar decisiones sobre la crisis ambiental, decisiones que marquen una nueva forma de producción y de generación de empleos”.
Respecto al decreto de necesidad y urgencia (DNU) y la ley ómnibus presentado por el presidente Javier Milei, el ambientalista tiene una posición clara: “Un gobierno que aspira a ampliar las libertades de los ciudadanos no debe impulsar la destrucción del capital natural de los argentinos promoviendo que las provincias aprueben livianamente el desmontes de bosques, la pérdida de glaciares o los subsidios a los combustibles fósiles. Los bosques, los glaciares y las energías limpias son herramientas modernas para recuperar riqueza y empleo. Perder nuestro capital natural nos hace menos libres, más dependientes”.
Desarrollo vs. cuidado ambiental: un anacronismo para el progreso sostenible
-¿Por qué cree que la problemática ambiental no aparece en las agendas políticas?
-Porque la dirigencia la considera que no debe figurar entre sus prioridades ya que los votantes están enfocados en la economía y la seguridad. Esta realidad fue uno de los motivos que nos llevó a convocar a una serie de referentes ambientales de la política y de la ciencia, de diversas ideologías, preferencias, experiencia y edades. El objetivo de esta diversidad es que no se confunda nuestra intención de impulsar una agenda ambiental con algo partidario o políticamente sesgado. Una vez reunidos, generamos este documento –la Agenda pendiente de la crisis ambiental argentina– que pretende ser una hoja de ruta o una herramienta que sirva para avanzar en un tema que nos involucra a todos.
-Parece anacrónico seguir planteándonos la dicotomía desarrollo versus cuidado ambiental.
-Sí, es un anacronismo derivado de la desinformación y también de la minimización del problema por parte de empresarios y políticos que temen que el cuidado ambiental frene el desarrollo económico. Por el contrario, los integrantes de Agenda Pendiente queremos enfatizar la importancia de una agenda ambiental racional para la generación de nuevos empleos y el aprovechamiento de las oportunidades que presenta la actual crisis ambiental. La integración de la agenda ambiental tiene un gran valor estratégico porque implica parámetros que serán tenidos en cuenta a nivel global a largo plazo. Un ejemplo claro es la evolución vertiginosa del sector de energía limpia, cuyos puestos de trabajo ya se equilibran con los ofrecidos en el sector petrolero y del gas.
-Mientras el mundo se dirige hacia la energía limpia, nosotros seguimos apostando a los combustibles fósiles, como lo demuestran las exploraciones en el mar Argentino en busca de hidrocarburos.
-Así es y continuamos explotando nuestros recursos naturales como si fueran ilimitados. Parece que no lograran entender que al perder los bosques y los humedales, al contaminar los cuerpos de agua e, incluso, al enfrentar el tema minero de modo conflictivo en vez de buscar consensos, en realidad estamos dilapidando el futuro. Por otra parte, no se comprende el concepto de “oportunidad”: debemos aprovechar el momento porque el cambio climático nos va a quitar recursos en la próxima década. La energía eólica, por ejemplo, no es permanente, como lo evidencia el cambio en los vientos de nuestra Patagonia.
-Otro de los puntos señalados en la Agenda es la producción sostenible de alimentos. ¿Cómo podemos potenciar nuestra industria agroalimentaria?
-La Argentina está yendo muy de a poco hacia una producción más sostenible de alimentos porque hay quienes empezaron a comprender que la implementación de buenos estándares ambientales abre nuevos mercados. Hay casos de ganadería regenerativa –que se enfoca en la recuperación de la biodiversidad a través de la rotación del ganado- y de productores pesqueros que tienen en cuenta la trazabilidad de los productos marinos. Pese a estos casos, sigue primando en la producción nacional el uso indiscriminado de los recursos, avalado por la falta de ordenamiento territorial serio.
La importancia de la planificación espacial
-Más allá de la explotación propia, un problema relevante es el de la pesca ilegal, no reglamentada. ¿Por qué no logramos controlar la depredación de nuestro mar?
-Como ocurre con la mayoría de nuestros recursos, creo que, a la falta de decisión política para un manejo eficiente, se suma la ausencia de un pensamiento estratégico dirigencial. En el mundo hay una nueva economía azul basada en el ordenamiento del territorio, en la planificación del espacio marino y la realización de acuerdos de largo plazo entre sectores que suelen estar en conflicto. Nosotros creemos que se deberían reunir los diversos actores de la pesca, el turismo, el ambientalismo, etc., para acordar cuestiones como qué sectores se deben proteger, dónde puede incrementarse el transporte marítimo y en qué zonas hay que tener especial cuidado para no afectar la biodiversidad, entre otros. En el mundo, esto se llama planificación espacial marina y hay más de 100 programas en distinto grado de avances en numerosos países. Sin dudas, la pesca en el mar requiere una mirada especial como la que se está aplicando en el océano Pacífico, donde en vez de que el Estado deba comprobar las infracciones, el empresario pesquero es quien debe acreditar que respeta la normativa porque, de lo contrario, no se le aceptan las capturas.
-El tema de la planificación marina lleva inevitablemente al ordenamiento territorial que implica, entre otras cosas, dos deudas pendientes: la implementación real de la Ley de bosques y la aprobación de la Ley de Humedales.
-La pérdida de bosques y de humedales está asociada directamente a la corrupción, al otorgamiento impune de permisos irregulares, de parte de autoridades locales, a productores para la explotación ilegal del suelo. Es necesario transparentar la posición de todos los actores intervinientes, para evitar que estas autorizaciones formen parte de la llamada caja política. Es mucho más rendidor aprobar un nuevo country sobre el río Luján, que hacer un estudio hidrológico e hidráulico de sus potenciales consecuencias, metodología que se aplica al avance de la producción agropecuaria en distintas partes del país.
Desafíos de la adaptación y los riesgos inminentes
-Una cuestión urgente es la adaptación al cambio climático. ¿Considera que se están implementando políticas orientadas a minimizar los posibles impactos?
-A la Argentina le faltó durante muchos años un plan de adaptación al cambio climático, hecho que nos llevó a incumplir diversos compromisos internacionales. En realidad, se redactó un documento lleno de títulos, que no habla de problemas concretos ni de soluciones, aunque dice todo acerca de cómo actuamos frente a estos temas. Es preocupante que el Estado en todos sus niveles no esté viendo que hay impactos que ya se manifiestan y que, si queremos evitar costos sociales enormes, debemos concretar con urgencia medidas de adaptación.
-¿Puede darnos algún ejemplo?
-En la costa bonaerense, la bahía de Samborombón y la zona de Quilmes, Berisso y Ensenada son las más proclives a inundarse, a medida de que aumenta el nivel del mar por la expansión térmica, y también a sufrir un incremento en las frecuencias de sudestadas. En la ciudad de La Plata ya tuvimos casi 100 muertos por una inundación. Si no nos preparamos, ¿cuántos muertos vamos a tener que lamentar cuando se produzca un hecho similar en localidades donde hay 150.000 personas sin capacidad de evacuación? Los expertos del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, IPCC, proyectaron la ocurrencia de inundaciones cada vez más graves a partir de 2030 y que las localidades desde San Clemente a Villa Gesell van a quedar rodeadas de agua. Faltan solo siete años. ¿Estamos previendo soluciones o relocalizando a la gente de las zonas más inundables?
-Otro tema destacado en la Agenda son los Parque Nacionales, a los que proponen “volver a honrar”
-Aunque puede parecer un tema menor, nosotros lo consideramos clave. Nos dolió muchísimo ver cómo el Estado miraba inerte y hasta apoyaba usurpaciones y actos violentos como, por ejemplo, el incendio de la Escuela Nacional de Guardaparques. Creemos que si no damos una señal contundente sobre estos temas estamos marcando la anomia del Estado y nosotros, por el contrario, creemos que tiene funciones muy importantes que cumplir, aunque en materia ambiental prácticamente no cumpla ninguna.
-¿Cuál es la expectativa respecto a la repercusión de esta propuesta?
-Como dije antes, nosotros queremos establecer los ejes de una política ambiental apartidaria, para lo cual vamos publicando artículos sobre temas diversos donde manifestamos nuestra opinión experta, ya que los firmantes son prestigiosos referentes que tratan de aportar a las decisiones de políticos, empresarios y gremialistas. Para quien le interese, tenemos un documento básico que está en internet (https://www.agendapendiente.net/) donde reafirmamos que, lejos de manifestar una preocupación de románticos ecologistas, la Agenda es una herramienta de cambio.