En el cargo desde junio de 2023, el general Richard Heitkamp es el 27.° director del Colegio Interamericano de Defensa, con sede en Washington. La institución, que se encuentra enmarcada en la Organización de Estados Americanos (OEA), ofrece cursos a personal militar y actores civiles de todo el continente. Más del 40 % de sus egresados ha sido ascendido al grado de general, almirante o el equivalente civil, es decir, puestos de liderazgo en sus países.
En diálogo con DEF, este experimentado oficial del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU. planteó la necesidad de enfrentar retos muy actuales, como la resiliencia frente al cambio climático, que sufren muchos países de la región, y la necesidad de fortalecer el rol de la mujer en las FF. AA. También se refirió a las amenazas convencionales y aquellas procedentes del ciberespacio. Además, destacó la importancia de la Argentina como actor del sistema de defensa hemisférico.
Valores comunes y una agenda regional compartida
-¿Cuál es el vínculo del Colegio Interamericano de Defensa con la OEA?
-Los fondos para el funcionamiento del Colegio Interamericano de Defensa son provistos por los países miembros de la organización. Nuestro plan de estudios también es aprobado por el Directorio nombrado por la OEA. Por lo tanto, son los delegados de los países en el directorio quienes deciden lo que enseñamos. Esto significa que no somos una organización estadounidense. Nuestra currícula refleja los valores fundantes de los países integrantes de la organización: los pilares de la democracia, la celebración de elecciones libres y justas, el apego a la Constitución, el respeto de los derechos humanos y de los derechos de las minorías. Y, expandiéndonos a otras áreas que hoy son importantes para nuestros países miembros, también se encuentran la resiliencia ante el cambio climático, la generación de energía en forma responsable y la seguridad del entorno ambiental.
-Usted tiene una experiencia personal en el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU. (USACE, por sus siglas en inglés). ¿Cómo puede volcarla en su conducción del Colegio?
-Pienso que puedo brindar mi experiencia en un área en la que muchos países de la región está demandando soluciones. Queremos aportar nuestros conocimientos en materia de resiliencia frente al cambio climático y protección frente a fenómenos extremos que nos afectan dramáticamente. Tenemos que incorporar estos temas a nuestra currícula y movernos con rapidez, porque el cambio climático no va a esperarnos. Debemos trabajar juntos para prevenir la pérdida de vidas y las pérdidas materiales.
Ciberataques y la delgada línea entre defensa y seguridad
-Hemos visto en los últimos tiempos la sucesión de ciberataques en el mundo y, particularmente, interferencia de actores externos en nuestros procesos electorales. ¿Cómo se enfrentan esos retos a lo largo de la región?
-Hay actores que actúan en el ciberespacio e influyen negativamente en nuestros países. Esa es una de la manera más económicas y fáciles de afectar los valores que defendemos. Tenemos que sensibilizar a los líderes de la región sobre las capacidades en materia de ciberseguridad. Necesitamos una gran cantidad de recursos, que no todos los países están en condiciones de invertir. Por eso, debemos ofrecerles un marco a los gobiernos y guiarlos para que trabajen mancomunadamente. Hay que hacerle la vida más difícil a esos actores nocivos. Sin dudas, el ciberespacio será el nuevo campo de batalla de muchos de nuestros países.
-Existe un debate en algunos países de la región respecto de la línea que divide las cuestiones de seguridad interior respecto en relación con las que afectan a la defensa y la seguridad exterior. ¿Cómo se puede abordar desde su perspectiva?
-Es una cuestión realmente compleja. Consideramos que las fuerzas de seguridad deban estar a cargo de la seguridad interior, pero puedan recibir el soporte de las FF. AA. No me parece apropiado que las FF. AA. se involucren directamente en temas de seguridad interior porque eso crea una situación disfuncional, de la que es muy difícil volver atrás. Puede dar muy buenos resultados en términos de mejora de los niveles de seguridad al comienzo, pero crea problemas que son difíciles de resolver luego, cuando se quiere volver a dar a las fuerzas de seguridad el rol que les pertenece. Hay que capacitarlas y tener paciencia, algo que no es frecuente en nuestro hemisferio. El desafío es adoptar un enfoque adecuado. Los líderes y el electorado tienen que entender que los problemas de seguridad no se resuelven simplemente con armas más sofisticadas. Hay que implementar políticas que sean sostenibles en el tiempo.
La construcción de vínculos en todo el hemisferio
-Alrededor del 40 % de los alumnos que pasaron por las aulas del Colegio llegaron al grado de general en los Ejércitos o el equivalente en las otras FF. AA. ¿Qué significa esto para ustedes?
-Estamos muy orgullosos. Debo decir que los países envían a sus mejores hombres y mujeres a nuestra institución. Uno de los mayores beneficios que ellos tienen por asistir al Colegio Interamericano de Defensa son los lazos profundos que establecen con sus pares a lo largo de la región. Por lo tanto, en cualquier momento que necesiten una colaboración o resolver un problema, saben que cuentan con un colega con nombre y apellido en otra parte del continente. Se construyen relaciones muy sólidas que permiten superar cualquier obstáculo burocrático. El contacto humano que se crea en el Colegio es muy valorado.
-Muchos líderes de la región, como la expresidente y exministra de Defensa de Chile, Michelle Bachelet, fueron alumnos del Colegio Interamericano de Defensa ¿Qué implica este tipo de formación para líderes políticos civiles?
-No hay nada mejor para nuestra institución que contar con estudiantes que vienen de la sociedad civil e interactúan con nuestros profesores y alumnos. Vienen con otro bagaje y con diferentes expectativas; y nos permiten cambiar el foco de la conversación y agregar una perspectiva diferente para nuestros estudiantes. Estamos formando personal de rango medio con quien podemos conversar sobre qué tipo de información brinda y qué tipo de requerimientos recibe de sus funcionarios políticos. Esto nos permite entender el proceso y ayudarlos a tomar decisiones, en un proceso que es muy diferente de la toma de decisiones en el ámbito puramente militar.
-¿Cómo es el proceso de selección de los estudiantes?
-Tenemos 70 alumnos por año. Cada país miembro tiene derecho a postular dos estudiantes, libres del pago de matrícula. El país postulante se hace cargo del salario y de los gastos cotidianos del candidato. Una vez realizadas las nominaciones, el Colegio sigue un proceso de admisión y evaluación de su calidad académica para el Máster en Estudios Interamericanos. Generalmente, los países presentan a sus mejores oficiales. El proceso de calificación se nos facilita mucho.
-¿Qué implica que el Máster en Ciencias de Seguridad y Defensa Interamericana, que ustedes brindan, haya obtenido la acreditación del Accrediting Council for Independent Colleges and Schools (ACICS)?
-Es muy importante porque se trata del mismo cuerpo que acredita las carreras de Harvard, Stanford, Siracuse, Notre Dame y de las más notables universidades de EE. UU. Nuestro Colegio es la única institución militar acreditada de esa manera y nos ha llevado a competir con muy prestigiosas universidades en un proceso difícil. Esa acreditación nos permite ofrecer a nuestros graduados un máster que les brinda un diploma de muy alto valor académico.
Argentina, un actor relevante en la región
-¿Le preocupa la ausencia de estudiantes argentinos? ¿Cómo atraerlos?
-Argentina es un actor y una voz muy importante en la región. Por eso, valoramos tener su voz en nuestro Colegio y en nuestra Junta Directiva. Estamos preparados para recibir estudiantes argentinos y es el gobierno de su país el que debe decidir qué tipo de participación quisiera tener en nuestra institución. Tal vez haya cierta aprehensión pensando que somos un instrumento de EE. UU., lo cual es producto de una confusión. Nosotros estamos comprometidos, como dije, con los valores de la democracia, y nuestros programas son aprobados por la OEA. Argentina es bienvenida a participar y hoy tenemos voces del país representadas en nuestro Colegio, pero obviamente no es lo mismo que contar con estudiantes procedentes de su país.
-Vemos en la región muchas mujeres en posiciones de comando dentro de las FF. AA. de la región. De hecho, la almirante Moira Flanders fue la primera mujer directora del Colegio Interamericano de Defensa. ¿Qué enfoque tienen al respecto?
-Puedo comenzar mencionando el rol de las mujeres en el mantenimiento de la paz y seguridad, donde contamos con un programa específico como uno de los pilares de la OEA. Ese programa es parte de nuestra currícula. Nosotros estamos focalizados en lograr que el 20 % de nuestros estudiantes sean mujeres; hoy son el 17 %. Tenemos que ir elevando ese umbral. Cada vez que los países presentan a sus postulantes, intentamos que al menos haya una candidata mujer. Queremos que se postulen y, si es posible, que permanezcan con nosotros durante un segundo año. Sería para mí un honor que una de esas mujeres vuelva al Colegio como vicerrectora o jefa de Estudios de la institución.