Se consolida “Cruz del Sur”, la fuerza que reúne a militares argentinos y chilenos para ser desplegados en el mundo

A poco más de media hora de la Ciudad de Buenos Aires, un grupo de militares argentinos y chilenos se reunieron en las instalaciones del Ejército Argentino en Campo de Mayo. Lucen en sus uniformes las banderas que identifican a ambos países y los escudos de las unidades a las que pertenecen: son pilotos, marinos y miembros de las fuerzas terrestres. El motivo que los convoca: una crisis humanitaria en un país de característica insular.

DEF se trasladó al centro de operaciones y fue testigo del accionar de la destacada Fuerza de Paz Combinada “Cruz del Sur”, un elemento binacional que busca ser desplegado en el mundo ante el requerimiento de las Naciones Unidas.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) resolvió el despliegue de la Fuerza de Paz Combinada “Cruz del Sur” en un Estado desgastado por una crisis humanitaria, económica, sanitaria y social. En este país, el 87 % de la población vive bajo la línea de la pobreza y, como si esto fuese poco, existen varios focos de violencia y un virus poderoso desconocido pone en jaque a los centros médicos.

Un componente terrestre, integrado por vehículos mecanizados y medios de infantería de marina; un componente aéreo, que dispone de ocho aeronaves; y un componente naval, con dos buques, se despliegan en distintos sectores de la isla. Sin embargo, el accionar de los militares se ve amenazado por un ambiente operacional prácticamente hostil y repleto de desafíos.

La situación (ficticia) es parte de un ejercicio de “Estado Mayor”: el objetivo es que las principales autoridades militares de ambos países –que hoy integran la Fuerza de Paz Combinada– puedan tomar decisiones que se asemejan a las que tomarían ante una situación similar pero real. Por ejemplo, decidir el establecimiento de un puente aéreo para asegurar que el envío de ayuda humanitaria pueda llegar a destino.

“Cruz del Sur” nació ante la intención de ambos países de conformar una única fuerza: por eso es combinada. Además, se trata de un elemento conjunto porque reúne a efectivos y medios del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea de las dos naciones. Estos dependen de un Estado Mayor Conjunto.

A su vez, los argentinos se encuentran bajo la órbita del Comando Operacional del Estado Mayor Conjunto. En Chile, esta dependencia es replicada. “Existe la misma conformación, tanto de un lado como del otro”, afirma el coronel Hugo Soria, actual jefe de “Cruz del Sur”. En el caso argentino, los elementos militares afectados a la Fuerza de Paz tienen la orden del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de estar alistados, equipados e instruidos para ser convocados; por esta razón, debieron trasladarse desde sus asientos de paz hasta Campo de Mayo. “Se trata de un ejercicio de gabinete en el que se reunieron los órganos de conducción para impartir órdenes, entre varias acciones. En otras oportunidades, la fuerza realizó actividades en el terreno”, contó Soria.

“Este ejercicio nace de una directiva de adiestramiento y entrenamiento firmada por los jefes de Estado Mayor Conjunto de Argentina y de Chile. El documento, trianual, establece las pautas para la Fuerza. Este año correspondía organizar este tipo de actividad: un ejercicio de gabinete”, comentó el coronel argentino. El objetivo que persiguen es el adiestramiento de los Estados Mayores de los componentes terrestre, aéreo y naval en dimensiones como la toma de decisiones o el planeamiento abreviado (con poco tiempo) ante situaciones complejas: “Uno busca desarrollar las cualidades cognitivas de ese Estado Mayor, a diferencia de lo que ocurre en el terreno, donde se analiza la resolución de los problemas”.

En este sentido, además, se debieron resolver incidentes extras que surgieron con el pasar de las horas. “Se propagó un virus, existieron manifestaciones sociales, piratas robaron a pesqueros, personas sin agua potable o ciudadanos varados en el aeropuerto; eso obligó a que los efectivos de ‘Cruz del Sur’ tuvieran que tomar decisiones y resolver”, indicó.

A su vez, la actividad incluyó distintas etapas: luego de la ejecución, llegó la instancia de evaluación, fundamental para obtener las lecciones aprendidas. Posteriormente, estas son utilizadas en la elaboración de manuales y reglamentos.

“La Fuerza fue una iniciativa que se concretó para ser desplegada en el marco de Naciones Unidas, ante el requerimiento de la organización. Es una especie de batallón, como el que opera en Chipre, pero combinado y con los tres componentes que pueden actuar de manera completa o de forma modular”, dijo el oficial argentino sobre el modus operandi de esta Fuerza que aún no fue empleada. “Buscamos que lo sea”, agregó.

¿Cuál es la naturaleza de la Fuerza? “En primera instancia, es una medida de confianza mutua dentro de las políticas diplomáticas. Tener esta fuerza con Chile refleja eso, es el fortalecimiento de ese vínculo con otro país. El segundo aspecto es la visibilización o participación del país en una misión de paz atípica como lo es una fuerza binacional”, respondió.

Otro dato importante: no existe una Fuerza de estas características con otros países de la región. En este momento, militares chilenos se encuentran destinados en el Estado Mayor de la Fuerza en Argentina, trabajando desde el Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (CAECOPAZ) . De hecho, viven en los barrios militares de las FF. AA. El año que viene, los argentinos serán quienes se trasladarán a Chile. “Este año somos sede. Ellos están acá, trabajan y hacemos ejercicios. Además, los llevamos a recorrer las unidades que integran la fuerza”, explicó Soria. Y agregó: “Otra cosa que hacemos es fiscalizar y controlar el adiestramiento de las unidades afectadas para saber que están en capacidad de cumplir con la misión. Certificamos que, por ejemplo, el regimiento o el buque puedan ser desplegados”.

“Es la primera vez que estoy destinado en esta Fuerza”, cuenta a DEF el coronel chileno Juan Ignacio Rubio Richassen, subjefe del Estado Mayor Conjunto Combinado “Cruz del Sur”. A él, cuando a Chile le toque ser sede de la Fuerza, le tocará estar en el lugar de Soria y viceversa. “Ocurre una suerte de rotación”, comenta, al tiempo que detalla: “La Fuerza está hecha de manera completamente recíproca y así se produce esa simbiosis de conocimiento, que es fundamental”.

En palabras de Rubio, las unidades y los medios de la Fuerza en Argentina son similares a los de Chile: “Por ejemplo, acá operamos con el Regimiento de Infantería Mecanizado N.º 12 y, en Chile, con el Regimiento N.º 1 ‘Buin’, que es mecanizado. También tenemos unidades de Infantería de Marina en ambos países”. En relación con esto, cuentan los oficiales, para garantizar la reciprocidad de medios, Chile puso a disposición de la Fuerza al patrullero “Piloto Pardo” y Argentina a la corbeta ARA “Gómez Roca”. Con respecto a los recursos aéreos, hay cuatro helicópteros de cada país, ocho en total.

“Estos ejercicios nos permiten trabajar en forma mancomunada. Es positivo para los chilenos que estamos acá. Profesionalmente, es muy enriquecedor. Siempre les digo a nuestros pares argentinos que, pese a la cordillera, son varios los lazos que nos acercan”, confesó Rubio, y agregó: “La fuerza fue pensada bajo el concepto de camaradería y de aunar vínculos. Ganamos todos”.

Esta fuerza reúne a efectivos castrenses de fuerzas que, hace casi 45 años, estuvieron a punto de enfrentarse. “El año que viene, además, se cumplen 40 años del Tratado de Paz que firmaron Argentina y Chile. Desde entonces, ambos países transitaron un camino de relaciones sin inconvenientes. Tener este tipo de organismos ayuda a que ese tipo de enfrentamientos no vuelva a existir”, concluyó Soria.

Por su parte, su par chileno comentó: “A mí, particularmente, me tocó estar en la zona austral en distintos momentos de mi carrera. Siempre tuvimos buena relación con nuestros camaradas que estaban del otro lado. Ha sido fácil enfrentar este desafío porque tenemos códigos y formas de trabajar comunes. Trabajamos para lograr un despliegue en un futuro no muy lejano. Eso nos permite trabajar mancomunadamente para poder lograrlo e ir mejorando las capacidades”.