Hollywood llevó a la pantalla grande la historia y las misiones de un piloto de combate de la Marina de Estados Unidos. La historia refleja los sacrificios y los distintos obstáculos que deben atravesar este tipo de profesionales.
En nuestro país, los oficiales de la Fuerza Aérea Argentina que desean ser pilotos de caza deben recorrer un trayecto abnegado pues se trata de una aptitud muy difícil de alcanzar y cuyas misiones son realmente arriesgadas.
DEF se trasladó a Villa Reynolds, provincia de San Luis, donde se encuentra la Vta Brigada Aérea, para conocer a los “Halcones”, los pilotos A-4AR Fightinghawk de la Fuerza Aérea Argentina. Ellos, debieron superar las distintas instancias para conformar este cuerpo de élite. Una de ellas es subir al avión y estar en capacidad de volarlo sin instructor. Cuando lo logran, coronan esta instancia en la emblemática ceremonia de “vuelo solo”.
“HACE FALTA UN AVIÓN DE CUARTA GENERACIÓN, MIENTRAS TANTO TENEMOS ESTA AERONAVE NOBLE”
En la actualidad, los A-4AR Fightinghawk integran la columna vertebral de la aviación de caza de la Fuerza Aérea Argentina (FAA). DEF dialogó con el brigadier general Xavier Julián Isaac, jefe de la Fuerza: “Nadie desconoce que el A4 lleva sus años. Hay otras tecnologías disponibles en el mundo -las cuales estamos buscando- vinculadas a las aeronaves de “cuarta generación”, pero, en el mientras tanto, tenemos un avión noble y probado. Personalmente, al comienzo de mi gestión consideré que todavía tenía mucho para dar a la FAA”.
En palabras de Isaac, a partir del año 2020 comenzó un proceso de recuperación del material, que estaba prácticamente desprogramado. “No fue fácil porque la cadena logística estuvo rota durante un tiempo y había que volver a recuperar proveedores”, cuenta el oficial, al tiempo que detalla: “Había que recuperar muchas de las capacidades que supo tener esta Brigada y que estaban discontinuadas”. Por eso, desde Villa Reynolds, los hombres y mujeres de la FAA enfocaron sus esfuerzos en consolidar el banco de prueba de motor y en recuperar la capacidad de simulador. “Hace falta un avión de cuarta generación, mientras tanto tenemos esta aeronave noble y que tiene mucho para dar a la FAA. A fin de año yo quería contar con doce A-4AR en vuelo. Vamos a llegar a 10. No es un trabajo fácil, pero la FAA está llena de desafíos. Los aceptamos y como somos ‘los no hay quien pueda’, para allá vamos”, concluyó.
Además, el titular de la FAA se refirió a la inversión que realiza el Estado y la Fuerza para poder contar con personal apto para volar los A4: “Para llegar a volar este avión, el hombre y la mujer tienen que aprobar la Escuela de Caza. Es un esfuerzo grande, no es fácil”.
EN LA CABINA DEL A4
El capitán Sergio Palacios es instructor del Grupo 5 de Caza, de la Brigada de Villa Reynolds, y brindó detalles sobre el Fightinghawk: “Tenemos capacidad de reabastecimiento en vuelo. Nosotros no tenemos límite porque contamos con un generador constante de oxígeno. Entonces, el avión despega y, literalmente, puede mantenerse en vuelo el tiempo que quiera”. Además, agregó que la aeronave puede portar armamento inteligente. En síntesis: “Capacidad de combustible, velocidad y autonomía nos hace poder cubrir gran parte del terreno de la República Argentina”.
Como instructor, Palacios apunta a lograr que el piloto pueda adaptarse a ese sistema de armas. Para ello, simulan distintos escenarios, como un combate o una situación con poca visibilidad. “Uno como piloto sufre algunas cuestiones físicas que son propias de la inercia y efectos físicos, debido a la gran velocidad y maniobrabilidad de los aviones. Uno tiene que estar preparado para resistir. Las fuerzas G, como son conocidas, suceden cuando uno produce un cambio en la trayectoria de la aeronave. Entonces, por propia inercia, el cuerpo quiere seguir el movimiento que traía, pero obviamente la aeronave lo está cambiando de su eje”, explica.
¿Cómo logran amoldarse?, “La adaptación nosotros la vamos sufriendo a medida que arrancamos a hacer el curso de Aviador Militar. Uno empieza a experimentar lo que es el vuelo, desde lo más básico hasta lo más complejo. Cuando pasamos por Mendoza, donde está la Escuela de Caza -donde que hacemos el curso de estandarización para aviadores de combate- uno empieza a experimentar más todas estas sensaciones de combate, ya sea en misiones aire - aire o aire – tierra”, respondió, al tiempo que subrayó: “las sensaciones de vuelo en este avión son diferentes a otras y el piloto tiene que estar a la altura”.
EL “VUELO SOLO”
Todas las fases detalladas por Palacios están comprendidas en el adiestramiento de los pilotos de caza. Pero, ¿cuáles son las sensaciones que atraviesan a los pilotos que realizan su primer vuelo en solitario?
“En lo personal, este momento representa algo muy importante en la carrera de cualquier piloto. El ‘vuelo solo’ es uno de los hitos más trascendentales, y más aún en este sistema de armas de tal magnitud. Para nosotros es un día muy emocionante. Estamos muy contentos y muy felices de haber logrado esta etapa. Nos enorgullece a nosotros y a toda la Fuerza”, confesó a DEF el primer teniente Maximiliano Borda, uno de los dos pilotos que protagonizaron la ceremonia.Borda ya había podido pilotear, en el marco de la Fuerza, al Embraer 312 Tucano. “Al llegar a este sistema, la verdad que el cambio fue notable. Volé por primera vez un avión de reacción que brinda sensaciones diferentes en el cuerpo, como la aceleración y la velocidad”, agregó el piloto. Además, Borda añadió: “Uno se llena de coraje y de arrojo para tomar decisiones, volar el avión, concentrarse, y hacer todo lo que uno aprendió de sus instructores. Las sensaciones de vuelo, particularmente en este avión, son increíbles y a uno lo llenan de satisfacción”.
Para finalizar, Borda fue contundente: “Yo decidí ser piloto de Caza desde el primer día que ingresé a la Escuela Militar. Desde que miré al cielo y vi un avión de combate volar, quise serlo. Día a día, paso a paso y poder cumplir el sueño de estar acá es uno de los mayores honores que he tenido en mi vida y espero que así se mantenga esta llama viva en toda mi carrera”.