Cuando se trata de los paracaidistas militares, la adrenalina se convierte en un elemento clave. Para conocer las innovadoras estrategias y las maniobras que integran el adiestramiento de las tropas especiales que dependen del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el equipo de DEF se dirigió a General Rodríguez, provincia de Buenos Aires.
A prácticamente una hora de viaje desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra el único túnel de viento del país. Allí se desplegaron los integrantes de la Compañía de Comandos 603, del Ejército Argentino, para poder adiestrarse en el simulador de caída libre. Como explicó el teniente primero Cornejo Carrión, la actividad permite que el personal pueda entrenarse en las técnicas necesarias que utilizarán al realizar una alta infiltración, es decir, paracaidismo de apertura manual por parte de la sección de exploración de largo alcance: “Una infiltración permite ubicar a la propia tropa en algún punto del terreno mediante algún medio. En este caso, la alta infiltración habla sobre ubicar a las tropas de operaciones especiales, con la capacitación especial de apertura manual, en el dispositivo o detrás del dispositivo enemigo”.
Para el capitán de infantería Cristian Rodríguez, el túnel de viento les permite a los paracaidistas militares adquirir confianza en el salto de apertura manual. “Una vez que sale del avión, hasta antes de abrir el paracaídas, permite dominar la caída libre, y eso genera seguridad en sí mismo y también en los otros integrantes del salto”, contó.
EN EL TÚNEL
De a uno, los efectivos militares ingresan. En un primer momento, lo hacen sin equipo. Luego, le suman las mochilas y otras herramientas útiles para el combate. Una vez adentro, tienen pocos minutos para dejarse llevar por el aire, adquirir las técnicas necesarias y comenzar el entrenamiento. “Acá nos manejamos por señas. Podemos hablar, pero no nos vamos a escuchar por el ruido. Además, nos colocamos tapones auditivos para protegernos. Estirar o recoger las piernas, levantar el mentón o relajarse son las señales que usamos habitualmente para indicarle al paracaidista la correcta posición”, dijo a DEF el capitán Rodríguez. Por su parte, Cornejo Carrión agregó que lo que buscan perfeccionar con la actividad son las técnicas y los procedimientos de apertura manual, por ejemplo, los que son giros, avances y retrocesos.
“Hay una posición inicial que hay que adoptar. Para eso hacemos un briefing antes, para explicar cómo van las manos, las piernas, las cabeza y qué es lo que no tienen que hacer”, explicó Rodríguez, al tiempo que detalló que lo buscan es que el individuo adquiera seguridad en sí mismo para ganar estabilidad en la caída libre: “Que los movimientos que se hagan sean controlados. Lo que se busca es la memoria muscular y que la persona tenga confianza en cómo se hacen”.
PLANES DE CAMPAÑA
El teniente general Juan Martín Paleo, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (EMCO), siguió de cerca las actividades e, incluso, participó de ellas.
“Lo que estamos presenciando es una actividad de adiestramiento de la Compañía de Comandos 603 del Ejército Argentino, efectivos que forman parte de la Agrupación Fuerzas de Operaciones Especiales, integrante con otros Elementos, de la Fuerza de Despliegue Rápido del Ejército”, contó a DEF, al tiempo que especificó que estas Unidades militares integran también a la Fuerza de Intervención Rápida (FIR).
En palabras de Paleo, los efectivos mencionados cumplen un rol clave en el proceso de planeamiento llevado adelante por el EMCO y en el diseño de las Fuerzas en el desarrollo de los planes que permiten dar cumplimiento a las misiones fijadas por la Directiva Política de Defensa Nacional.
¿Qué es la FIR? “Se conforma por medio del Ejército, de la Armada Argentina, como destructores, fragatas y otro tipo de embarcaciones, y Elementos de Infantería de Marina, de la Agrupación de Buzos Tácticos o de los Comandos Anfibios; y de la Fuerza Aérea, con medios de transporte estratégico, como los Hércules C-130, fundamentalmente para el traslado de la Brigada Paracaidista o de elementos de Comando, los medios de ataque o escolta aérea que necesita una formación que se desplaza por aire, y otros elementos de exploración y helicópteros”, respondió el titular del EMCO.
Desde General Rodríguez, el teniente general Paleo ya había adelantado que, hacia julio, el Ministerio de Defensa se encontraría en etapa de comprobación de los planes de capacidades militares. “Los planes de campaña que hemos desarrollado responden a la forma en que vamos a proteger lo que hemos denominado Objetivos de Valor Estratégico, que son aquellos elementos de determinado interés para nuestro país”, indicó.
Sobre la actividad en el túnel de viento, el oficial subrayó que esta les asegura un ahorro vital y reduce el índice de accidentes en el aire: “Tiene un costo económico a favor porque permite reducir las horas de vuelo, ya que mucho de lo que se aprende aquí antes se adquiría a fuerza de cantidad de saltos”. Asimismo, Paleo explicó que, años antes, cuando todavía no se había instalado el túnel de viento en General Rodríguez, las Fuerzas Armadas enviaban a su personal a Brasil, donde también hay otro túnel de viento. “De una u otra forma, los privados también son protagonistas porque colaboran con el adiestramiento, de la misma forma que buscamos insertar también a la universidad, empresas y otros organismos para trabajar en equipo en favor de la defensa nacional, que es un tema de todos”, agregó.
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