Los Crispines: los payasos solidarios que recorren barrios carenciados del país llevando una sonrisa

Hay personas que por momentos en la vida necesitan algo que les saque una sonrisa o que les distraiga por un momento de la realidad que están viviendo. Este es el objetivo de los Crispines, un proyecto de payasos solidarios conformado y consolidado hace ya unos años en Espacio Aguirre ubicado en el barrio de Villa Crespo en la Ciudad de Buenos Aires. Pero sus puestas en escena no quedan ahí, ellos van a distintos lugares como geriátricos, escuelas y lugares empobrecidos, incluso han viajado por muchos rincones del país.

Así lo cuentan varios participantes y coordinadores del proyecto, el cual nació hace más de 15 años junto con la dirección de Marcelo Katz, fundador del Espacio Aguirre y especialista en la disciplina de “clown”. Los Crispines es uno de los tantos propósitos que tiene la escuela de clowns, bufones y máscaras. Con un trayectoria amplia y llena de experiencias desde la década del 90 tanto en Argentina como en el exterior, Katz hoy lidera este proyecto que cada día crece más.

El clown como medicina para sonreír

Hernán Blasco es el coordinador de Los Crispines, principal organizador de los ensayos, adepto de la música y, como dato no menor, también participa como un actor más en la obra que estarán presentando en estos fines de semana que vienen. “La realidad es que en lo personal soy contador, pero en un momento de estrés laboral y con necesidad de distender por algún lugar, empecé a hacer Clown” cuenta Blasco de su primer acercamiento. Además, no solo se vio interesado por un show de payasos que fue a ver con sus hijos, sino que tenía un valor agregado que lo terminó de empujar a participar: tenía una causa solidaria detrás.

El mismo creador del espacio cuenta un poco de sus inicios: “A principio de la década del 90 empecé a ir a villas, comedores y lugares más bien marginados, iba solo y hacía un espectáculo pequeño mezclando el circo con una impronta divertida y más orientada a los payasos”. Así como lo cuenta Marcelo Katz, el clown es una técnica teatral humorística en dónde la reconocida figura del payaso interactúa con el público y sus propios compañeros arriba del escenario. El alma y la gracia es justamente la exposición de sentimientos y vulnerabilidades a través de la expresión corporal y facial con el único fin de hacer reír.

Cómo comenzó todo

La formación como clown en Espacio Aguirre existe y puede tomarse semanalmente. Además de car clases básicas y sentando las bases, también ofrecen cursos y talleres complementarios para seguir expandiendo el universo y las destrezas humorísticas del clown, como, por ejemplo, el mimo. Además, Katz remarca que muchos de los estudiantes que fueron en un principio iniciados en la institución hoy trabajan en obras y compañías de mucho renombre en el exterior como el Cirque du Soleil.

Carlos Merlo es uno de los participantes de la obra de “Las Aventuras del Capitán Guillermo”, la obra que se estará estrenando este fin de semana por Los Crispines. Él llega a este proyecto solidario luego de jubilarse como teniente coronel y miembro de la Fuerza Armada y decide volcar este costado artístico que tenía pendiente para incursionar en su vida. “El proyecto social me enamoró porque no es solo volcar en uno mismo, sino hacia el otro” explica Merlo sus comienzos en Los Crispines a partir de 2014.

¿Dónde y cómo funcionan Los Crispines?

Si bien la obra se estrena en el Espacio Aguirre, con colaboración a voluntad, el 16, 23 y 30 de julio, Los Crispines ya han tenido experiencias por fuera de la ciudad y en distintas modalidades. Han pasado por todas las provincias en los barrios con más necesidad como Chaco, Entre Ríos, Salta, Jujuy, Catamarca, Tucumán. Blasco incluso comenta como fue su experiencia en Rosario al ver toda la situación de criminalización y venta de drogas que viven los chicos de ahí diariamente.

También realizan acciones solidarias con una cierta frecuencia en hospitales y escuelas. A través del lenguaje de la música y del juego, pueden cambiar y dar vuelta un ambiente por completo. De hecho, muchas veces se van acoplando a distintas fundaciones. Una de las últimas colaboraciones que generaron fue con Fundación Juanito, en dónde organizaron una salida para el mes de agosto. En este caso, se tratan de niños o jóvenes que están en la etapa de judicialización en el proceso de adopción en dónde la fundación los contiene con un lugar para dormir y comer en el mientras tanto y Los Crispines, a través de su juego, podrían generar un momento para sonreír entre tanta angustia y soledad.

Los clowns solidarios

Marcelo Katz está muy seguro que si “uno se divierte con lo que hace, al público probablemente le divierta”. No se trata de ver un show de grandes textos, sino del placer de la acción y la palabra juntas en una pequeña experiencia para las personas que más necesitan de eso, de un momento de diversión y disfrute. Es por eso que es de una gran importancia poder mostrar y exponer las vulnerabilidades y perder el miedo y la vergüenza. El director de Espacio Aguirre explica y dice que eso se entrena y se perfecciona en la escuela.

“El crecimiento interno es gigante, porque es mucho más lo que uno recibe que lo que da” remarca el ex teniente coronel Merlo y todos los integrantes del proyecto. Con el arte, el juego y el saber reírse de uno mismo, Los Crispines son un grupo de clowns que va más allá de sus proyectos en la escuela o su trayectoria como clowns: es una manera de ayudar. El ensayo y el empeño puesto en la preparación de su acto se refleja en el resultado final y su objetivo: compartir cercanía, comprensión y amor con quien los mira.

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