Desde 2014, con el estallido del conflicto con los separatistas prorrusos en la región del Donbás, el Batallón Azov se organizó como respuesta de voluntarios ucranianos frente a la ofensiva del Kremlin. Su fundador, Andriy Biletsky, historiador ucraniano y miembro del partido político Cuerpo Nacional, fue el encargado de dar vida a una brigada de voluntarios que hoy forma parte de la estructura de la Guardia Nacional Ucraniana.
Una simbología de corte nacionalista
Lo más polémico está relacionado con los símbolos utilizados y la procedencia de sus miembros. El Batallón Azov se identificó con el nacionalismo ucraniano desde sus orígenes, pero la conexión de algunos de sus miembros, incluido su fundador, con grupos de extrema derecha generó acusaciones de movilización por ideologías extremistas.
Incluso, documentos del gobierno alemán señalan que el Batallón Azov mantuvo contactos con organizaciones neonazis en el pasado. El uso de elementos controvertidos, como la esvástica celta y la figura del ángel lobo en su escudo de armas, puso bajo sospecha la simbología elegida.
Estas referencias a emblemas utilizados por las SS hitlerianas aumentaron las críticas y la controversia en torno a este grupo. A pesar de las denuncias y acusaciones de crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos provenientes del Kremlin, el Batallón Azov logró mantener su legitimidad y popularidad en Ucrania.
La legitimación en el combate
Hay quienes señalan que su aceptación no se basa en los orígenes de su líder, sino en sus habilidades de combate y su defensa del territorio.
La resistencia ejercida a las fuerzas rusas en Mariúpol les valió el reconocimiento de todos los ucranianos.
También cabe destacar que las denuncias de desertores rusos sobre el accionar de las fuerzas armadas de su propio país desacreditaron parte de las acusaciones del gobierno ruso.
Además, el Kremlin tampoco se pronunció respecto a organizaciones militares en Rusia, como el Movimiento Imperial Ruso y la Unidad Nacional Rusa, quienes también están sospechadas de tener vínculos con organizaciones neonazis y de extrema derecha.
La guerra entre Rusia y Ucrania continúa cobrándose víctimas, y el final parece lejano. Mientras tanto, el Batallón Azov se consolida cada vez más dentro de las fuerzas armadas lideradas por Volodimir Zelensky, demostrando su importancia en el conflicto y su influencia en el terreno.
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