En Ucrania, diez importantes ciudades del sudeste del país fueron tomadas por los rusos durante la invasión. Una de ellas, Jersón, la única capital de provincia que las tropas de Moscú habían conseguido tomar, pudo ser recuperada por las tropas ucranianas en noviembre pasado.
Estas metrópolis contaban con entre 45.000 y 400.000 habitantes y poseían una gran importancia estratégica en el país víctima de la invasión. Tras la pérdida de Jersón, posiblemente sea Mariupol, un estratégico puerto sobre el mar de Azov, el centro urbano más importante que el Gobierno de Putin controla hoy en territorio ucraniano. Esta localidad portuaria fue una de las que mayor resistencia ofreció al invasor, pero finalmente cayó el 17 de mayo de 2022.
Otros centros urbanos aún controlados por las tropas rusas en el corredor clave que conecta la península de Crimea con el Donbás, en el sureste del país, son Melitopol y Berdyansk. Así, al momento, Ucrania perdió buena parte de su territorio costero y el mar de Azov se ha convertido de facto en un lago interior de Rusia.
Caídos en combate
Aunque las Fuerzas Armadas rusas cuentan con casi cuatro veces más efectivos que las de Ucrania, el conflicto ha sido mucho más parejo de lo que se preveía. Tanto de un lado como del otro, los números de bajas militares son muy poco claros y la comunidad internacional desconfía de los informes publicados.
En Rusia, las fuentes oficiales reportan una cantidad de bajas que supera por poco las 6000 víctimas. Por el lado de Ucrania, el número oficial supera las 13.000. Sin embargo, y a pesar de no contar con cifras exactas, a finales de 2022, el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley, afirmó que al menos 100.000 soldados rusos y 100.000 soldados ucranianos murieron o resultaron heridos desde que se desató la guerra.
Respecto a los civiles que perdieron la vida, Naciones Unidas reportó a enero pasado 7068 víctimas. Asimismo, otros 11.415 civiles han resultado heridos en el transcurso del conflicto. Sin embargo, fuentes no oficiales sostienen que, desde que comenzó la invasión, el número de bajas entre los civiles podría superar los 40.000.
Un éxodo para escapar del horror
Las cifras son devastadoras en cuanto a las personas que debieron abandonar su hogar. Desde que comenzó el conflicto, 7 millones de personas escaparon de Ucrania para garantizar su seguridad y otros 6,2 millones se desplazaron en forma interna huyendo de las zonas ocupadas.
La invasión de Rusia a Ucrania provocó uno de los mayores y más veloces desplazamientos de personas desde la Segunda Guerra Mundial. En los primeros días de la guerra, cada 24 horas, más de 200.000 civiles cruzaban hacia los diferentes países vecinos.
Uno de los datos más llamativos es que, en Alemania, el número de personas ucranianas refugiadas ya superó el número de refugiados provenientes de Siria desde la crisis de los refugiados de 2015.
Los horrores de la guerra se ven plasmados en ejércitos diezmados, ciudades bajo fuego y una crisis humanitaria estremecedora, pero el conflicto no parece tener una solución a corto plazo y, por el contrario, algunos especialistas aseguran que el clima bélico podría escalar a niveles nunca antes vistos.
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