Lucía del Carmen Kersul, subsecretaria del Servicio Logístico de la Defensa, recibió a DEF en el edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor General del Ejército. Entre carpetas y pizarras con números y planes, Kersul asegura que el proyecto impulsado por el exministro Agustín Rossi buscó que Defensa tuviera una proyección y, para ello, requería ser fondeado de manera continua. De otra manera, gran parte del presupuesto que esta cartera recibe se destina a los sueldos del personal.
Lucía reúne varios años de experiencia en el ámbito castrense. Fue asesora en el Congreso de la Nación cuando la Comisión de Defensa trató el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), un proyecto que fue finalmente sancionado en la Ley 27565 en 2020. Esa norma estableció, inicialmente, que el Fondo estaría integrado por el 0,35% del total de los ingresos corrientes previstos en el presupuesto para el sector público para el año 2020. Luego, ese porcentaje iría aumentando gradualmente hasta alcanzar el 0,8% para el 2023.
-¿Cuál es la naturaleza del FONDEF?
- Hace muchísimos años que las FF. AA. vienen trabajando con planeamientos estratégicos sin la posibilidad de poder proyectar. Contamos con una nueva Política de Defensa Nacional (PDN) y, con ella, se inició un ciclo de planeamiento militar asociado al equipamiento estratégico en función de las capacidades a desarrollar. El financiamiento es el puente entre el diseño y lo real.
- ¿Por qué es vital hablar de plurianualidad?
-Primero porque todo el planeamiento militar está asociado a ciclos de FONDEF, planeamiento estratégico largo plazo. En nuestro país tenemos una percepción distinta de los plazos, por nuestras dinámicas históricas, políticas y económicas. En el mundo de la Defensa no podés no planear a largo plazo. El FONDEF es la posibilidad de efectivizar y materializar ese planeamiento.
ALTOS NIVELES DE INVERSIÓN
-¿Cómo impactó en las Fuerzas la llegada del Fondo?
-Los niveles de inversión que necesitamos son muy altos, sobre todo en lo que son proyectos estratégicos. Estos, a su vez, están asociados a una capacidad que necesitamos desarrollar. Tienen una lógica que se enmarca en la PDN y en el planeamiento militar. Las Fuerzas hacen sus propuestas, las elevan al Estado Mayor Conjunto de las FF. AA. y, desde allí, envían el listado. La necesidad es tan grande que, cuando hay una posibilidad de financiamiento, hay bastantes proyectos. Hay necesidades críticas, estratégicas e, incluso, hasta las más básicas. Desde munición, armamento, medios asociados al despliegue territorial, transporte… hay un listado de proyectos que están asociados a una capacidad previamente identificada.
-¿Son propuestas de gran envergadura?
-Por ejemplo, cuando hablás de incorporar submarinos, estás hablando de miles de millones de dólares, son números que asustan. Lo mismo sucede con los aviones de caza. Quizá el sistema de blindados a rueda sea un poco más accesible. Pero, en todos los casos, estamos hablando de proyectos plurianuales.
-Esto se vió en el trabajo en el buque polar.
-Sí, y porque insistimos en darle continuidad. Iniciamos el diseño con la firma finlandesa Aker, los mismos que trabajaron con el Irizar. Entonces, tiene una coherencia logística. Lo que buscás es que sean sistemas similares. No te digo gemelos, pero que un maquinista de uno pueda trabajar también en el otro.
Eso, por ejemplo, facilita la formación de la gente o los problemas de repuestos. Los procesos de construcción de un barco de estas características llevan años. Pero se está avanzando.
INDUSTRIA PARA LA DEFENSA
-¿Están satisfechos con la compra de los patrulleros oceánicos (OPV) construidos en Francia y cuya negociación cerró en el 2018?
-Estamos muy contentos. De hecho, con el FONDEF se pudieron garantizar los fondos para pagar el crédito asociado a los OPV. Creo que es una manera lógica de poder ir accediendo a equipamiento. Uno de los aspectos negativos es que la empresa ofreció venir a trabajar acá, pero era más costoso. Entonces, se optó por no hacerlo. Detrás, hubo una decisión de no querer fortalecer las capacidades de Tandanor. Eso duele, porque son puestos de trabajo argentino y personal que adquiere una capacidad.
-¿Es lo que se conoce como “efecto derrame”?
-A mí me gusta decir “multiplicador”. Nos pasó con los proyectos de la industria textil y del calzado. Hay empresas que nunca tuvieron la cantidad de demanda que tienen hoy. Compraron la maquinaria específica, contrataron personal y se forzó la maquinaria. Se vuelve a reactivar todo y eso lo permitió el FONDEF. Si se sostiene en el tiempo, va a generar una dinámica propia.
-Los criterios de aplicación del Fondo apuntan a fortalecer la industria nacional, ¿es así?
-Si se trabaja con empresas extranjeras, debe existir un offset asociado. Por ejemplo, los 54 camiones Mercedes Benz para el Ejército queríamos que sean de industria nacional, pero, por las características técnicas que debían tener, vienen de Brasil. Entonces, lo que se hizo en el país es dotarlos de las características para su uso militar. La generación de trabajo y la recuperación de capacidades en la industria argentina es lo que hace que esto tenga sentido. Todo está asociado a una capacidad. Por ejemplo, la compra de aviones para LADE, la línea aérea de fomento que vuela a donde no llegan otras aerolíneas cuando consideran que el destino no es rentable. Quizá cuesta más cuando se habla de blindados o municiones.
-¿Se valora el hecho de que las FF. AA. sean reequipadas?
-En realidad, nosotros hacemos un poco de docencia sobre el tema. Tenemos recursos estratégicos, como el litio o los marítimos, y es importante contar con Fuerzas asociadas a la defensa de esos recursos. Fuerzas que estén equipadas, formadas, fortalecidas y que entiendan que su función es importante en el rol de custodia de la soberanía e intereses de la nación. Cuando el FONDEF se convierte en lo que aceita ese sistema, tiene sentido.
LOS PROYECTOS MÁS DESTACADOS
- ¿Qué proyectos se priorizan con el FONDEF?
- El pasado 2022 tuvimos una continuidad de los proyectos plurianuales. Para nosotros los proyectos deben tener un trabajo a conciencia dentro del sistema de inversión pública. Antes, en las Fuerzas había bancos de inversión militar, en eso siempre las Fuerzas fueron precursoras y ordenadas. Hay muchísima capacidad de formulación de proyectos.
Uno de los más grandes, con el que yo estoy muy satisfecha porque se gestó y se negoció acá, es el sistema antiaéreo conjunto. En eso, el jefe del EMCO, teniente general Juan Martín Paleo, nos acompañó muchísimo. Es importante por las características y lo que representa: un proyecto conjunto, de protección, que prevé un sistema antiaéreo que no teníamos y, además, con un offset asociado que tiene que ver con el desarrollo de capacidades tecnológicas para nuestro país.
-¿Cuáles son los otros proyectos destacados?
-Uno de los que tiene continuidad es el SINVYCA, un proyecto estratégico de custodia y vigilancia, y control del espacio aéreo y marítimo, que necesita financiamiento continuo, porque la tecnología avanza todo el tiempo. Es un ejemplo claro de por qué es importante el FONDEF.
-Los radares para el SINVYCA son desarrollados por INVAP, ¿no?
-Sí, y hoy exportan equipos de radarización. Esa experiencia la adquirieron con el SINVYCA. Es tecnología asociada a una necesidad de protección estratégica y militar, como es la custodia y vigilancia del espacio aéreo, con desarrollo tecnológico. Eso le permite al INVAP vender afuera y traer divisas al país. Esto también marca la importancia del FONDEF.
-¿Qué otros proyectos involucraron a la Fuerza Aérea?
-Se avanzó con la adquisición de los Beechcraft TC-12B Huron. Otro de los proyectos emblemas fue el del Pampa III, porque estamos logrando la sustitución de importaciones. Además, se los está artillando y colocando sensores. De manera que ya no es solo un avión de entrenamiento avanzado, es mucho más. Como ocurre con otros proyectos, se genera trabajo y conocimiento, no solo para la Fábrica Argentina de Aviones, sino también para las empresas asociadas. Ahí está el efecto multiplicador.
-También se está avanzando en vehículos no tripulados. ¿Buscan fortalecer la base de Chamical para esto?
-Ese punto corresponde en parte al FONDEF y en parte no, porque se está trabajando en infraestructura, como viviendas. Lo mismo que en Catamarca, con la idea de volver a tener presencia en el territorio.
-¿En qué proyectos del Ejército se puede ver el FONDEF?
-En el del TAM 2C. Con él se están recuperando capacidades nacionales. Se firmó un convenio con la firma IMPSA que, de hecho, trabajó en el proyecto del TAM en TAMSE. Es revivir la historia de la industria argentina asociada a nuestras capacidades militares. Además, con el TAM 2C también se está trabajando con la planta en San Lorenzo. Por otro lado, el Ejército avanzó con el tema de radares con INVAP y también es importante el vehículo blindado a ruedas.
-¿Cuál es el panorama con los aviones caza?
-La Fuerza Aérea está trabajando muy seriamente en el análisis. Nos comprometimos a que las autoridades tengan los elementos para tomar una decisión. Son proyectos tan grandes que insumen muchísimos recursos y buscamos que se puedan pagar a largo plazo.
-Los helicópteros Sea King, de la Armada, ¿también fueron financiados por el FONDEF?
-Sí, cien por ciento. Estamos muy orgullosos de que se haya podido concebir este proyecto. En la Armada también se están incorporando capacidades, como los remolcadores, los Swat y las Lica. También se está trabajando en un radar que debe ir al rompehielos ARA Almirante Irizar y se analiza si lo puede proveer el INVAP. Además, se está trabajando en un sistema UAV submarino y en la Base Naval Integrada en Ushuaia. Y, con CITEDEF, se está desarrollando un simulador para infantería de marina. Cabe señalar que la Armada también está avanzando en el diseño de un buque multipropósito y, obviamente, analizando el tema submarinos.
-Con respecto a los submarinos, el Ministro visitó astilleros europeos.
-Sí, estuvo en Francia y en Alemania. Son dos propuestas. En volumen de dinero, son sistemas costosos. De todas maneras, no podemos invertir sin que algo de eso termine siendo una capacidad nueva para nosotros.
-¿Eso saldría del FONDEF también?
-El FONDEF no es infinito, pero se puede tener inteligencia con respecto a la asignación de recursos. Mucho de estos proyectos ofrecen financiamiento a largo plazo. Nos ofrecen financiamiento otros países, esto es importante remarcarlo. También hay muchos otros proyectos chicos, de investigación y desarrollo, que son interesantes.
-¿Cuál es el balance?
-El FONDEF funcionó como estímulo para acompañar el proceso de recuperación de las Fuerzas Armadas. Queda mucho por hacer. Defender el FONDEF también tiene que ver con que las FF.AA. deben ser responsables y conscientes de utilizar bien los recursos. En ese sentido, como dirigencia política, tenemos el desafío de profundizar nuestros conocimientos para poder entender la importancia de la Política de Defensa y que nuestra capacidad de persuasión esté al nivel de los recursos estratégicos que posee el país. Si tenemos Vaca Muerta, la segunda reserva de litio en el mundo y una exploración offshore como la de la Cuenca Argentina Norte, sin dudas nuestros sistemas de armas -tanto de patrullaje marítimo, control de nuestro espacio aéreo y despliegue terrestre- tienen que estar al más alto nivel tecnológico y con la máxima autonomía posible.
El mencionado fondo es mucho más que un porcentaje del presupuesto, es soberanía y la posibilidad de proyectar con capacidades propias una verdadera Defensa Nacional. El FONDEF es de las Fuerzas, pero también es de la industria nacional y es un camino que hay que construir y consolidar.
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