La Fábrica Militar de Aviones (FMA), fundada en Córdoba 1927, convirtió a la Argentina en el primer país latinoamericano en contar con una industria aeronáutica doméstica. Llegó a posicionarnos a la vanguardia mundial, con el Pulqui, primer jet a reacción producido en América del Sur y octavo a nivel global. A lo largo de las siguientes décadas, la empresa se fue expandiendo hacia otros ramos industriales, entre ellos el automotriz y la maquinaria agrícola.
Tras la guerra de Malvinas, la dirigencia política argentina se desentendió de esta y otras empresas del sector de la Defensa. Al compás de las frecuentes crisis económicas del país, la industria aeronáutica comenzó un proceso progresivo de deterioro y pérdida de capacidades tecnológicas y productivas que, en muchos casos, derivó en el cierre de fábricas y el éxodo de profesionales a otros países.
FAdeA: EL RENACER DE LA INDUSTRIA
A mediados de la década de 1990, el gobierno nacional decidió privatizar la FMA a manos del gigante norteamericano Lockheed Martin en el marco de la compra de 36 A-4AR Fightinghawk para reequipar a la Fuerza Aérea Argentina. Durante los casi 15 años que duró la privatización, las enormes instalaciones y maquinarias fueron empleadas en forma subóptima, pasando de ser una fábrica de aviones a un taller de mantenimiento que tenía prácticamente a esa fuerza como un único cliente cautivo.
Recién en 2009, el Estado nacional recuperó los activos de la ex-FMA, rebautizada como Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” (FAdeA) y comenzó un lento proceso de recuperación de las máquinas-herramientas, la infraestructura (talleres, hangares, pistas) y, especialmente, de personal altamente calificado para trabajar en la industria aeroespacial. En los últimos años, no solo ha recuperado las capacidades de diseño, producción y mantenimiento de aviones, sino que las ha ampliado y ahora también realiza trabajos en materia de helicópteros, simuladores de vuelo y bancos de ensayos.
“Desde la sanción, en 2021, del Fondo Nacional para la Defensa [FONDEF], el Ministerio de Defensa, busca potenciar la industria nacional en cada inversión que se hace para reequipar a nuestras Fuerzas Armadas”, expresó en diálogo con DEF, el ingeniero Sebastián Serrudo, jefe de Programas Militares de FAdeA, quien brindó detalles sobre los principales proyectos en los que están trabajando actualmente.
NUEVOS MODELOS Y ACTUALIZACIONES
-¿Cuál es el grado de desarrollo que tiene el IA-100B Malvina hoy?
-El IA-100B es un avión de entrenamiento elemental-primario de aviadores civiles y militares, con capacidades acrobáticas y certificación bajo normas FAR-23. Más del 70 % de sus componentes son diseñados y producidos por empresas argentinas, y solo el motor, la hélice y la aviónica están a cargo de proveedores extranjeros. En lo que hace a costos, el precio de venta del IA-100B Malvina será muy competitivo en su categoría y dependerá en gran medida de la aviónica que elija el cliente. Además, tendrá un costo de hora de vuelo muy bajo, lo que favorecerá su exportación.
-¿Qué nos podría comentar con respecto al IA-63 Pampa?
-El avión de entrenamiento avanzado y ataque ligero IA-63 Pampa es el producto estrella de FAdeA por su nivel de complejidad tecnológica y los contratos vigentes para su mantenimiento, modernización y producción del estándar IA-63 Pampa III Block II. Se avanzó en las compras de materiales para los aviones nuevos y a modernizar, también se adquirieron las estaciones de planificación de misión a la empresa Elbit, y ellas serán distribuidas entre las Brigadas Aéreas que operen el sistema de Armas Pampa III. Se prevé que las tres estaciones de misión arriben al país antes de finalizar 2023 y que estarán operativas en 2024. Más de un 15 % de los componentes del Pampa son provistos por pymes argentinas y se trabaja para incrementar ese porcentaje al máximo posible. En los últimos cinco años, se han entregado siete nuevos Pampa III a la VI Brigada Aérea y se espera que, a fines de 202,4 se haya cumplido la producción de estos seis aviones y la conversión de los Pampa II, de manera tal que la F. AA. tendrá una flota de quince aviones Pampa III Bloque II y catorce Pampa II.
-¿Hay algún otro elemento del Pampa por destacar?
-Otro elemento fundamental del sistema de armas Pampa es su simulador de vuelo, el cual es desarrollado por personal de FAdeA según las normas de calificación internacionales. El simulador tiene una cabina real de IA-63, en cuyo puesto de pilotaje delantero se sienta el piloto y cuenta con el mismo instrumental que el Pampa III (tres pantallas digitales), y en el puesto trasero aloja el hardware específico. Además, tiene un sistema de proyección envolvente de 180° de azimut por 60° de elevación, y cuenta con un puesto de instructor con dos pantallas para visualizar lo que aprecia el piloto dentro de la cabina y hacia afuera, así como los diferentes parámetros del vuelo y sistemas. El instructor puede realizar modificaciones de las condiciones meteorológicas, introducir fallas de motor y otros sistemas para practicar procedimientos. El simulador cuenta con una representación gráfica en 3D de aeródromos y sus entornos, calles de rodaje, etc., lo cual brinda un nivel de realismo excepcional, teniendo como limitante que no dispone de sistema de data link, por lo cual no podrá usarse para operar en simultáneo con aviones reales que estén volando. Estimamos estar entregando dicho simulador para finales de 2023.
AVANCES EN LOS HÉRCULES Y EL PUCARÁ FÉNIX
-¿Cómo avanza la modernización de los Hércules?
-Tras más de medio siglo operando el C-130 Hércules, a comienzos de la década pasada la Fuerza Aérea Argentina inició las gestiones para su actualización. El proyecto de modernización abarcaba dos KC-130H y tres C-130H. Sin embargo, dados los excelentes resultados en la operación de los ejemplares que se fueron modernizando, la Fuerza Aérea pretendía incluir también a su único L-100-30, una versión de uso civil y fuselaje más largo.
-¿Qué implicó esta actulización?
-La actualización permitió dotar al avión de un instrumental digitalizado en las cabinas, nuevos equipos de navegación, comunicaciones, búsqueda y rescate (SAR) y esquema de pintura gris de superioridad aérea, entre otros. Específicamente para tareas SAR, la Fuerza Aérea determinó la necesidad de dotar a sus KC-130H con plataformas electroópticas giroestabilizadas (FLIR), para visión diurna y nocturna. Por último, destacamos que FAdeA incorporó una nueva capacidad en lo que hace al mantenimiento mayor de los Hércules al realizar las reparaciones de los cajeros centrales de las alas, más precisamente, en los rainbow fittings, por corrosión.
-¿Se completó la certificación del Pucará Fénix?
-El prototipo Pucará Fénix ya completó su campaña de certificación. Respecto a la versión original, el IA-58, el Pucará Fénix incorpora nuevos motores con sus respectivos carenados, hélices cuatripalas de materiales compuestos, nueva aviónica, luces de cabina y exteriores compatibles con el uso de gafas de visión nocturna, aire acondicionado y modificaciones en el puesto trasero de la cabina. La entrega del prototipo está prevista para mediados de 2023, en tanto los tres aviones de serie deben entregarse a la Fuerza Aérea entre 2024 y 2025.
Helicópteros y paracaídas
-En materia de helicópteros, ¿qué están haciendo?
-FAdeA fue contratada en 2019 para realizar la inspección mayor, vuelta al servicio y modernización de estas aeronaves, tareas en las que participaron pilotos y mecánicos del Comando de Aviación de Ejército (CAE), profesionales de FAdeA y de la empresa privada Redimec. Al momento, se entregaron cinco helicópteros recuperados para el Ministerio de Seguridad y se modernizaron doce para el Ejército Argentino. Queda pendiente la entrega de dos helicópteros.
Por otro lado, la recuperación y modernización de los 19 AB-206B1 representó el desarrollo de una nueva capacidad en materia de mantenimiento mayor y modernización de aeronaves de alas rotativas. También, se venían realizando trabajos en helicópteros del Ejército Argentino y de la flota presidencial, como los Sikorsky S-70 Blackhawk y S-76 Spirit, Bell 212, UH-1H y Huey II.
-¿Qué novedades hay en materia de paracaídas?
-Desde 1949, FAdeA diseña y produce paracaídas bajo estándares internacionales. La fábrica viene trabajando con el Ejército, específicamente con personal y medios de la Fuerza de Despliegue Rápido (FDR) con asiento en Córdoba, en el diseño y prueba de los prototipos de paracaídas principal (modelo MC1D) y de reserva (T10R MIRPS), de apertura automática, para sustituir los modelos que actualmente se importan desde EE. UU. y Brasil. Tenemos instalaciones, maquinaria y personal calificado para llevar a cabo la confección de paracaídas, correajes, chalecos antibalas, entre otros. Actualmente, hemos hecho una propuesta de desarrollo, certificación y fabricación del paracaídas de emergencia para el Ejército, que se encuentra a la espera de aprobación.
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