“La Shoah fue el asesinato de seis millones de judíos, pero también fueron seis millones de asesinatos de un judío”, afirma Dani Dayan, presidente de Yad Vashem, la institución que custodia la memoria del Holocausto en Israel y que recibe cada año cerca de un millón de visitantes. Recuerda que el exterminio perpetrado por los nazis “borró de la faz de la Tierra a miles y miles de comunidades judías” y, por eso, una de las misiones que se propone durante su gestión de ese centro, con sede en Jerusalén, es “recordar cómo era la vida judía que existía en Europa antes de la Shoah”.
Este porteño de Parque Chacabuco, que emigró en 1971 a Israel junto a su familia, entró en la vida pública de ese país en 2005. Fue cónsul general en Nueva York entre 2016 y 2020 y, desde agosto de 2021, se encuentra al frente del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoah. Visitó Buenos Aires para participar como orador en el Foro Latinoamericano de Combate al Antisemitismo y del acto por el 28º aniversario del atentado a la AMIA; además, mantuvo reuniones de alto nivel con el presidente Alberto Fernández y con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
En el marco de la gira oficial, firmó convenios con los Ministerios de Educación y del Interior. En el primer caso, el objetivo del acuerdo es formar docentes argentinos sobre el Holocausto. El segundo de ellos, por iniciativa del ministro Eduardo De Pedro, consiste en la apertura de la documentación conservada por el Archivo General de la Nación para aportar luz a las investigaciones que se desarrollan en Yad Vashem. “Muchos sobrevivientes de la Shoah llegaron a la Argentina y nos interesa cada dato que exista sobre ellos”, destacó, al tiempo que señaló que a la institución que preside le interesa “la individualización del Holocausto”, y dirigiéndose a los líderes políticos y sociales, enfatizó: “Al antisemitismo hay que confrontarlo vigorosamente. Si no, puede llegar a dimensiones monstruosas”.
El uso político de la Shoa
Si bien aclaró que Yad Vashem es una institución dedicada exclusivamente a conservar la memoria de los seis millones de judíos asesinados durante el nazismo, Dayan no eludió referirse a un tema candente: la guerra en Ucrania. “Nosotros, desde Yad Vashem, condenamos la invasión de la Federación Rusa y lo que parecen ser crímenes de guerra que están perpetrando sus tropas en Ucrania”, manifestó. Criticó, asimismo, “el uso del Holocausto en la guerra de propaganda tanto de los ucranianos como de los rusos”.
“Cuando las escenas del crimen se producen en Kiev, Lviv o Járkov, no podemos permanecer callados, porque son los mismos lugares y las mismas escenas de los crímenes que sufrió nuestra comunidad”, agregó. Al mismo tiempo, se refirió a la posición cauta de Israel por ser “uno de los países que estaba en mejores condiciones para mediar entre Rusia y Ucrania”. Se refirió a un precepto de la ley judía: Pikuach nefesh, que podría traducirse de la siguiente manera: “Salvar una vida es como salvar al mundo entero”.
Una decisión histórica del Vaticano
Hace pocas semanas, el Papa Francisco tomó una decisión histórica. El Pontífice ordenó la desclasificación y la publicación en el portal de Internet del Vaticano de todos los archivos sobre la persecución de los judíos y el Holocausto. El mes pasado, Dani Dayan tuvo una audiencia privada con el Pontífice, durante la cual hablaron sobre la importancia de la investigación sobre la Shoah y del aporte que puede hacer la Santa Sede.
Contra lo que se pudiera suponer, Dayan aclaró a la prensa que lo que más interesa a Yad Vashem del acuerdo con el Vaticano no es la actuación de Pío XII durante esos años. “Queremos recolectar información sobre las familias judías que se dirigieron al Vaticano a pedir ayuda y saber qué les sucedió”, detalló y completó la idea afirmando que “no es una coincidencia que el primer archivo que vamos a explorar en el Vaticano sea el de la Sociedad de Socorro, el lugar al que llegaban las cartas y los pedidos de ayuda de quienes buscaban escapar de la persecución”. Al respecto, destacó la valentía de Bergoglio: “El Papa afirmó que la Iglesia no tiene miedo a su pasado y dio completa libertad a los investigadores”.
La necesidad existencial de un Estado judío
Finalmente, al referirse a la existencia misma del Estado de Israel, Dayan sostuvo: “La primera lección de la Shoah es que los judíos necesitamos un Estado independiente, fuerte y robusto”. Recordó, en retrospectiva histórica, lo que ocurrió en 1939 con el barco St. Louis, que partió del puerto alemán de Hamburgo con destino a Cuba. Viajaban a bordo 937 pasajeros, que fueron rechazados tanto por el gobierno de la isla caribeña como por las autoridades de EE. UU., Canadá y el resto de los países de la región. Finalmente, se vio obligado a regresar a Europa y 254 de sus tripulantes fueron víctimas del Holocausto.
“Israel no fue establecido por el Holocausto, sino a pesar del Holocausto”, añadió, al tiempo que señaló: “Si la Shoah no hubiera ocurrido, Israel hoy sería un país mucho más robusto, mucho más fuerte y seguro, con seis millones más de judíos y sus descendientes en el mundo”. A modo de conclusión, aseguró: “El Estado de Israel es la garantía de que no va a haber otra Shoah y de que no va a haber otro St. Louis. Y si hubiera otro St. Louis, va a tener un puerto donde anclar”.
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